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La Córdoba telúrica queda sólo en postales

Por Leonardo Rossi – Página12

La imagen de una Córdoba que invita a pasar vacaciones y fines de semana a sus ríos, montes y prístinos paisajes es cada vez más expresión del arte de algún diseñador gráfico que un reflejo de la realidad territorial. En una provincia donde resta un 3,5 por ciento de bosques bien conservados, con un lago San Roque visiblemente contaminado, y graves problemas hídricos, el gobierno avanza a toda prisa con una autovía de montaña en Punilla, en una de las áreas protegidas de la biodiversidad nativa y por encima de un reservorio de uranio. Observar los trabajos de las empresas viales devuelve un cuadro que asemeja más a una zona de mega-minería que a una armoniosa vía rodeada de vegetación autóctona. “El gobierno tiene otras opciones si quiere mejorar la circulación en la zona, pero insiste en hacer una ruta por medio del bosque, creemos que para abrir un nuevo corredor inmobiliario”, apunta el biólogo Fernando Barri, docente de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador del Conicet.

Una solución con varios problemas

El 11 de mayo está convocada la audiencia pública que obligatoriamente debe realizar el gobierno ante este tipo de proyectos. Luego de varios reclamos, se conoció el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) donde se propone la construcción de una carretera en zona boscosa entre San Roque y Cosquín, de 14.300 metros de extensión en sentido sur-norte, con una afectación de 143 hectáreas. La inversión será de más de tres mil millones de pesos, frente a otras alternativas mencionadas en el estudio, de menor impacto ambiental y que suponen un menor costo económico (ensanchar la vía actual, aprovechar caminos rurales existentes, entre otras). La intención de esta autovía, dice el gobierno, es ofrecer una alternativa a las rutas E55 y RN38 que se ven colapsadas en verano. Barri destaca que “la Provincia dejó que distintas construcciones se comieran la ruta ya existente, además de no promover otro tipo de movilidad, y fomentar más y más automóviles por las sierras”. Pero sostiene que “de querer ampliar la conectividad, tiene alternativas mencionadas en el propio estudio que prácticamente no tienen impacto en el movimiento de suelo”. “Se han encaprichado con esto, y uno cree que es porque tienen otros intereses para esa zona”, que corre a unos dos kilómetros en paralelo hacia el este de los poblados de Bialet Massé, Santa María y Cosquín.

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