Sigismondi: «No es casual que el gobierno involucre a las fuerzas armadas en asuntos internos»
Pablo Sigismondi, geógrafo y fotógrafo estuvo en numerosas oportunidades en territorio israelí-palestino. A raíz de su publicación en la que manifiesta que no es casual que el actual gobierno argentino, muy cercano al gobierno de Israel, involucre a las Fuerzas Armadas en asuntos interiores y de represión, conversamos sobre su vivencia en el territorio.
En diálogo con Renata Bracaccini, Sigismondi señaló que «muchas veces cuando uno hace una crítica al gobierno de Israel es tildado de anti-judío y pro-nazi. Y no es así. En el 47, con la resolución 181 se parte el territorio de la Palestina para dar un lugar al pueblo judío que acababa de salir de la mounstruosidad del nazismo. A partir de esta resolución nace el Estado de Israel y ocupa aproximadamente el 56% del territorio total. Pero en estos años, en sucesivas guerras, hoy prácticamente controla el 80% de la Palestina histórica. Por eso siempre decimos que el Estado Palestino es un territorio ocupado por Israel. De hecho, para ir a Palestina necesitamos pasar por territorio controlado por Israel. Las fronteras están bajo control de Israel»
Sigismondi se refirió a que estos días ocurrió algo vergonzoso: el Parlamento Israelí votó una ley racista, antidemocrática, que declara al hebreo como única lengua oficial de Israel.
El geógrafo se refirió a la relación entre las opciones del Estado de Israel y las del Gobierno Nacional Argentino.
(nota en edición)
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La desigualdad, la exclusión, la miseria, la pobreza extrema, es parte del exterminio silencioso que ambos gobiernos practican cada vez con mayor ferocidad y que buscan silenciar con el uso de la fuerza.
Como testigo directo de lo que verán en el resumen, también en Israel el Knesset (Parlamento) acaba de aprobar una nueva ley -que, a falta de Constitución escrita, es una de las 12 Leyes Básicas- que profundiza aún más el APARTHEID hacia el Pueblo Palestino: se establece el hebreo como única lengua oficial; relega a su propia población árabe (el 20%) a ciudadanos de segunda categoría; insiste en la ilegalidad de declarar a Jerusalén como capital; promueve la construcción de más asentamientos y la segregación de los palestinos. Es tan grande la impunidad con la que este Estado actúa, que si hubiera sido sancionada en otro país diríamos que es supremacista, racista. Pero Israel goza de la impunidad y complicidad: ejerce absoluto control sobre todos los aspectos de la vida social, política, económica y de seguridad de los 5.000.000 de palestinos enclaustrados en Gaza y Cisjordania, sobre quienes usa indiscriminada y desproporcionada fuerza militar.
