¿Cómo queremos morir? ¿Cuánto podemos y queremos elegir? ¿qué derechos nos asisten a la hora de nuestra muerte?, son algunas de las preguntas que surgen desde el grupo Eutanasia, derechos y final de vida. Desde Córdoba, se promueve la Ley Alfonso, un proyecto titulado «Derecho a la prestación de ayuda para morir dignamente»
«El fin de vida de una persona implica múltiples aspectos y procesos simultáneos. La edad, la condición de salud, la realidad socioeconómica, afectiva, el entorno familiar y asistencial, su cosmovisión existencial y tantas otras variables confluyen para marcar escenarios íntimos, únicos y singulares. Al mismo tiempo toda muerte tiene algo de público y expuesto. Somos testigos directos e indirectos de muertes ajenas a diario. Esto convierte al tema en ineludible para la reflexión», señala el grupo.
En diálogo con Una Radio Muchas Voces, Elisa Kuky Livsnovsky, integrante del grupo Eutanasia, derechos y final de vida señaló que «los cordobeses serían la punta de lanza con esta ley. Es sumamente importante que salga. Eutanasia es, del griego, buena muerte. Tiene que ver con el buen morir. Es una palabra que tiene mala prensa. Se ha utilizado en nuestra cultura como asesinato (…) tenemos que poder hablar con naturalidad de la muerte, porque es natural. Y es la única certeza que tenemos»
«Cuando una persona decide poner fin a su vida es porque tiene razones muy poderosas. La muerte voluntaria es sobre todo un cuestión de coherencia. Recurren a ella quienes consideran que su proyecto vital ha concluido»
En relación a las resistencias que podrá tener este proyecto de Ley en el Congreso, Elisa, mamá de Claudia Saposnik, explicó que «todas las leyes que tienen que ver con ampliación de derechos han sido muy resistidas. En general por las mismas instituciones. Pero hay que recordar que los derechos no obligan a nadie. Quienes se oponen a la ampliación de derechos sí están obligando»
La historia de Claudia Saposnik
En Infobae, Elisa relató la historia de Claudia Saposnik, quien peleó durante cinco años contra una enfermedad muy agresiva.
“Quería vivir”, cuenta su madre, por eso probó de todo. Pero la enfermedad degradó tanto su cuerpo que llegó un momento en que dijo “no doy más, esto se tiene que terminar”. Una historia clave detrás de la lucha por la Ley de Eutanasia en Argentina. (…) Claudia era una mujer muy fuerte, tanto emocional como físicamente. Tenía mucha energía, mucha creatividad, podía dar vuelta una cocina para reparar el horno”, cuenta su mamá. “Y la verdad es que durante 5 años probó de todo: desde lo médico tradicional hasta lo alternativo. Tenía muchas ganas de vivir, además la impulsaba ese amor tremendo que tenía por su único hijo”. (seguir leyendo en Infobae)
