En la región

La Universidad de la Defensa Nacional aprobó un protocolo de actuación ante casos de violencia de género

La iniciativa fue a partir del femicidio de Ivána Módica, ocurrido en La Falda. Noelia Martino, delegada de ATE, remarcó que “Es lamentable que haya tenido que morir una compañera para que se tomen medidas para la prevención de situaciones de violencia” y la necesidad de que las instituciones fomenten espacios libres de violencia.


Noelia Martino, delegada de ATE, remarcó que “Es lamentable que haya tenido que morir una compañera para que se tomen medidas para la prevención de situaciones de violencia” y la necesidad de que las instituciones fomenten espacios libres de violencia.

Por ATE Córdoba

Noelia Martino, destacó la importancia de que más instituciones fomenten espacios libres de violencia.

Ivana Módica, asesinada en febrero de este año por Javier Galván, vice comodoro y piloto de la Fuerza Aérea, trabajaba como personal civil en la unidad militar. “Es lamentable que haya tenido que morir una compañera para que se tomen medidas tendientes a la prevención de situaciones de violencia”, expresa a La Marea Noticias Noelia Martino, delegada del Personal Civil y Docente Civil de la Escuela de Aviación Militar de ATE.

Se refiere a la decisión de la Universidad de la Defensa Nacional (Undef) -dedicada a la formación de militares y civiles en diferentes áreas para la Defensa Nacional- de aprobar su “Protocolo de actuación institucional para la Prevención e Intervención en situaciones de violencia o discriminación de género u orientación sexual”.

“La iniciativa busca sensibilizar sobre la problemática abordada, así como fomentar y favorecer acciones que eliminen la violencia de género, el acoso sexual y la discriminación por razones de género u orientación sexual como principal herramienta de prevención”, dice el texto. Y será aplicable en los institutos de formación que dependen de la Undef.

Martino destaca que la aprobación de protocolo “ha sido posible gracias a la lucha de cientos de compañeras y compañeros que pusimos el cuerpo y el grito”, y añade: “Es muy reciente… tenemos que ver cómo se aplica y cuáles van a ser los procedimientos y mecanismos a seguir”.

Sobre el asesinato de su compañera, opina que “la mejor manera de honrarla es seguir peleando para erradicar todo tipo de violencia de los ámbitos laborales y profundizar las políticas sobre géneros y diversidades en las fuerzas armadas y en todo el espacio estatal”.

Si bien el Ministerio de Defensa tiene un protocolo de actuación y una secretaría de Género, que cuenta con una oficina en Córdoba, su funcionamiento no es el correcto, según Martino. “Cuando reciben una denuncia, la práctica es culpabilizar y revictimizar a las víctimas, reubicándolas, cambiándolas de destino y a los violentos a veces los reubican, lo que en caso de ser militares incluso hasta los beneficia porque el traslado tiene siempre un resarcimiento monetario”, dice.

“El Departamento de Género se ocupa de silenciar a las víctimas bajo la excusa de preservarlas, pero la realidad es que encubren al violento o acosador para no dar mayor trascendencia y que desalentar futuras denuncias”, argumenta.

Acerca de las situaciones de violencia de género más comunes, la delegada sindical explica que “seguimos viviendo en una sociedad patriarcal y eso se traduce en todos los ámbitos laborales de una manera u otra, independientemente de si son militares o civiles. Sin ir más lejos, al mismo tiempo que pedíamos justicia por la compañera Ivana, apenas encontrada sin vida, nuestra primer piloto de caza, un orgullo para la aviación argentina, teniente Sofía Vier denunció acoso laboral por parte de sus pares y superiores. Por supuesto que también nos solidarizamos con ella”, cuenta. En efecto, cuando en agosto se conoció la denuncia de Vier, el ministro de Defensa, Jorge Taiana, ordenó respaldar a la mujer, y dijo que no iba a tolerar ningún tipo de violencia, acoso o discriminación en las Fuerzas Armadas.

“También nos han contactado compañeros que han sufrido maltratos por su homosexualidad, compañeras a las que les hacen la vida imposible hostigándolas todo el tiempo y denigrándolas porque son mujeres y no solo de parte del personal militar, en muchos casos vienen de compañeros civiles”, explica Martino.

“Algo muy importante es que desde hace unos meses la oficina de Córdoba del Departamento de Género de la Fuerza Aérea trabaja en conjunto con el Polo de la Mujer, recibiendo denuncias y siguiendo el caso de manera conjunta”, celebra la trabajadora.

Fuente
Ate Córdoba

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