En la región

Insólito: por el crimen vial de Oscar González, perjudican a cooperativa quesera del norte provincial

Hace casi dos décadas que, en La Cooperativa La Majadita, generan trabajo para más de 25 familias productoras del norte cordobés, dedicadas a la elaboración de quesos de cabra. Desde que sucedió el crimen vial protagonizado por el legislador Oscar González, el Tribunal de Justicia amenaza con sacarles un vehículo que tenían en guarda judicial, fundamental para sostener la cadena de producción. Denuncian que los privilegios que existen para los políticos se transforman en injusticias para la economía popular.

Por Anabella Antonelli para La tinta

El norte cordobés es un territorio vivo en organización campesina, rural y de la economía popular, y, al mismo tiempo, es una de las zonas cordobesas más abandonadas por el Estado. La deuda histórica con las comunidades y con el campo trabajador se traduce en escasas oportunidades laborales, precarización de la vida, caminos poco transitables, falta de luz y de agua, y, por eso, formas de producción rudimentarias.

Son muchas las experiencias colectivas que crean, con esfuerzo, formas de revertir esta realidad de forma organizada y autogestiva. Sin dudas, una es la Cooperativa de Trabajo La Majadita, una fábrica de quesos que nació hace 17 años, impulsada por un grupo de productores y productoras de leche de cabra. Actualmente, son 25 las familias involucradas de manera directa en la extracción de la leche, la producción de la materia prima y de los quesos, además de un grupo de personas que se encargan de la comercialización y la administración.

a mayor parte de les trabajadores son de la frontera entre Córdoba y Santiago del Estero, de San Pedro, Gutenberg y alrededores, y, en el último tiempo, se involucraron familias de Sebastián Elcano, Campo Grande y La Encrucijada. Trabajan sobre un predio cedido en comodato por la Fundación del Banco de Córdoba, mientras que las maquinarias y la infraestructura las consiguieron por el esfuerzo organizado de las familias productoras.

Moro integra la Federación de Organizaciones de Base (FOB) y La Majadita. En conversación con La tinta, cuenta que hace dos años están en un proceso de recuperación de la fábrica, después de que la crisis en pandemia golpeara fuertemente su trabajo, perdiendo grandes volúmenes de producción, imposibilitades de comercializar en los circuitos turísticos y atravesando problemas estructurales por cortes de luz.

“La Majadita es un proyecto de trabajo de la economía popular, anclado en el corazón del monte, la única industria lechera caprina en el campo humilde del norte cordobés, recuperada durante la pandemia y golpeada incesantemente por las constantes crisis que azotan al pueblo trabajador. Con el esfuerzo de la FOB agremiada en la UTEP, la planta se encuentra a días de comenzar su segunda campaña de producción después de su recuperación”, afirman desde la organización.

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