Miguel Pelliza: «La poda es conocimiento pero también arte»
¿Qué pasó este año? Nos cambiaron la regla de podar en los meses sin "r"? Llegaron las primeras heladas y nos preguntamos cuánto tiempo tenemos que esperar para empezar a podar. Miguel Pelliza vive en Capilla del Monte. Es ingeniero agrónomo y reflexiona sobre uno de los años más atípicos a nivel climático.
Miguel Pelliza, ingeniero agrónomo residente de Capilla del Monte, reflexiona sobre el año atípico a nivel climático que estamos experimentando. En diálogo con Una Radio Muchas Voces, el Ingeniero Pelliza afirma que estamos viviendo el otoño más cálido que se haya registrado y que ha habido un corrimiento del tiempo frío hacia la primavera. Pelliza explica que estos cambios climáticos son parte del cambio climático global y que tienen un impacto significativo en la vegetación y la poda de las plantas.
«Estamos viviendo el otoño mas cálido que se haya registrado». Tuvimos heladas tempranas, recordemos que la primera fue el 18 de febrero cuando habitualmente es cercana al 5 de mayo. Normalmente hay variaciones pero esta fue una helada súper temprana que no se registraba desde el año 51. Este año se juntaron muchos aspectos climáticos que son parte del cambio climático.«
Pelliza destaca la importancia de la poda adecuada para la salud de las plantas. La poda debe hacerse en un momento de completo reposo de la planta y debe ser racional al tipo de especie y al lugar en el que está ubicada. Señala que hay frutales que deben podarse todos los años, como las vides y los durazneros, mientras que otras plantas, como los cítricos, los olivos y los nogales, solo necesitamos podar las ramas mal ubicadas o enfermas.
En cuanto a la poda de arbolado urbano, Pelliza enfatiza la importancia de mantener la forma natural de la copa de los árboles. La poda municipal, según Pelliza, a menudo deforma la planta y genera más problemas que beneficios.
«Es importante que hagamos la poda en un tiempo de completo reposo de la planta. Cuando estén en reposo, y después de que acumularon una cantidad de frío, las yemas vigorosas van a dar mucho fruto»
Miguel Pelliza, Ingeniero Agrónomo
En diálogo con Entre Mate y Mate Miguel remarcó en que este año estamos experimentando cambios extremos que están muy por fuera de los registros normales.
«Estamos muy por fuera de los registros normales. Se han detectado sequías extremas, heladas tempranas, insolación fuerte, granizadas muy fuertes. Creo que hay que catalogarlo como parte de un cambio climático que también se percibe en otras partes del mundo. Por ejemplo, venimos registrando primaveras muy frías, octubres muy fríos, que hacen que el florecimiento de la planta sea tardío»
Escuchá la entrevista:
Tenemos que volver a la mirada de nuestros abuelos que producían y guardaban alimentos para el invierno
Pelliza, sí, el hijo del pintor de paisajes capillenses, el de la miel. Sí. Él. Nació en Capilla y no deja de recordar otras experiencias que el pueblo vivió en torno a la producción de alimentos.
«Creo que tenemos que mirar hacia atrás para recuperar algunas experiencias. Por ejemplo, en los años cuarenta los dirigentes planificaron el mercado municipal. Ese mercado tenía los puestos que eran ocupados por productores locales. Sea de ganado, había un florista, había quinteros o productores familiares a una escala chica, que vendían sus excedentes. Creo que la mirada de la soberanía alimentaria es imprescindible. No sólo en tiempos de pandemia sino en todo momento. Cuando uno planifica la producción local se trabaja desde el concepto de alimento sano, se evita el flete que recorre cientos de kilómetros y se genera trabajo local»
«Mirar a Capilla del Monte sólo como un pueblo turístico no alcanza. Tenemos que volver a la mirada de nuestros abuelos que producían y guardaban alimentos para el invierno.»
Miguel sigue recordando y en su retina seguramente pasan las imágenes que vivió siendo muy chiquito cuando correteaba jugando por las calles de Capilla: «La producción agroecológica local, de diversas escalas, como lo que es tener en el patio huerta, frutales, gallinas, era parte de la vida cotidiana. Había tamberos, había horticultores y producción de carne. Es muy gratificante producir los propios alimentos. Y es lo que hace bien a la salud. Eso durante mucho tiempo se olvidó y se impuso, quizá en la década del 80, la práctica de desistir de la producción local»
Pero Pelliza no se queda en el recuerdo como pura nostalgia sino que ya mira cómo se asoman algunas primaveras y cita la experiencia del Movimiento La Dignidad Confluencia que viene apostando a la producción y realizando capacitaciones para ofrecer alimento sano y generar trabajo local:
«Es un esfuerzo grande volver a recuperar estas habilidades perdidas. Hoy hay un grupo de jóvenes que está trabajando todavía a pequeña escala pero llevando adelante un proceso de producción. Fue un año muy duro porque se secó el pozo por la sequía y se perdió toda la siembra de verano. Las personas que están yendo se encontraron en el dilema de abandonar todo o fortalecerse: decidieron continuar y mejorar todavía más el sistema. Hay una experiencia ganada. Son jóvenes que apuestan a la tierra. Están por ejemplo, fabricando bioinsumos y descartaron de plano la compra de agroquímicos»
Una ordenanza más sin ejecutar
En el año 2020 el Concejo Deliberante de Capilla del Monte aprobó ordenanza de promoción cultural de la agricultura local. La ilusión y el deseo de recuperar instancias de producción local quedó en la sombra de la vaca atada de la apuesta al turismo como centro de la economía capillense.
Su finalidad es instrumentar como política pública estable de largo plazo un eco-sistema local capaz de estimular favorable y sistemáticamente la promoción cultural de la agricultura local urbana y periurbana, su desarrollo sostenible e inserción económica profesional en las cadenas de abastecimiento primario local; y para tal fin posicionar a los emprendedores agropecuarios locales, urbanos y periurbanos, como sujetos de atención singular, siempre y cuando realicen la actividad específica, explica la ordenanza aprobada ayer.
Desde su aprobación en el Concejo Deliberante, el Ejecutivo no generó las instancias previstas en la ordenanza tales como el financiamiento de la producción y de las inversiones en medios de producción, la Infraestructura pública para soporte de procesos productivos (faena; conservación frigorífica de carnes, verduras y frutas; acopio, conservación, lavado, clasificación, empacado de frutas y verduras; control sanitario y bromatológico; metrología) y el mercadeo regulado en el espacio público (mercado municipal, ferias barriales), entre otros.
Pelliza consideró que «es un punto de partida para desarrollar un modelo de producción urbana, periurbana, agroecológica que debe ejecutarse. Necesitamos que pueda ofrecerse un proceso de capacitación que permita fortalecer la producción local»
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