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El “apagón de redes” y otro golpe a la libertad de expresión

Desde la semana pasada, a través de una comunicación oficial, el Gobierno Nacional determinó suspender todo tipo de contenidos en las redes sociales de los medios públicos. Esta decisión afecta a todo el país y limita gravemente a la pluralidad de voces y a la federalización de la comunicación.

Esta medida gubernamental se hizo extensiva a las redes sociales y páginas web de la Televisión Pública, Radio Nacional, las emisoras del interior, FM Clásica, FM Rock, FM Folcklórica, Paka Paka y Canal Encuentro, que hace una semana ya dejaron de postear contendidos.

Judith Gerbaldo, periodista de Radio Nacional Córdoba conversó con CDM Noticias radio, y comentó que estaba por salir en su programa radial de la tarde, “La vuelta a casa”, cuando le llegó un mensaje interno que decía que a partir de la hora cero del 21 de mayo, no se podía publicar más en las redes y había que transmitir todos los accesos al área central en Buenos Aires.  

“Esto es una decisión para todo el país. Hay 52 fuentes de información fidedigna de carácter federal y local que se ven afectadas con esta decisión que limita gravemente el derecho a la libertad de expresión”, explicó y agregó que además se está restringiendo la posibilidad de acceso a las y los trabajadores que están a cargo de las redes de las emisoras locales.

De esta manera, Judith manifestó la gravedad de la situación, cuya metodología implementada atenta a la libertad de expresión de cada uno de los y las trabajadoras de los distintos medios, e inhabilita el acceso a la información pública de toda la ciudadanía del país. “En cada uno de los lugares donde están estas emisoras tienen su público, mayor o menor, tienen sus audiencias, que le acompañan. ¿Esto puede ser sólo el principio de la limitación?”.

Esta medida viene a complejizar aún más la situación de los medios públicos, que en febrero fueron intervenidos mediante el decreto 117/2024, que afectó a la agencia de noticias Télam, Radio y Televisión Argentina, el portal Educ.Ar y la firma de Contenidos Públicos. En este decreto, el Gobierno precisa que «a los fines de una mayor eficiencia en el funcionamiento del sector público, resulta necesario efectuar una profunda reorganización de las empresas públicas» y que «a los efectos de llevar a cabo una transformación en los medios públicos resulta menester disponer la intervención de las mencionadas sociedades con el fin de definir su conducción y contribuir a optimizar la eficacia y eficiencia de las acciones que cumplen».

Tres meses después, aparece en el comunicado oficial de nuevo la palabra reorganización, más específicamente como proceso de reorganización: “Las palabras, las expresiones, las frases, construyen realidades, pero también remiten a otras”, aludió Judith dando cuenta de la intencionalidad o no de utilizar una frase con resabios a la dictadura, al período más oscuro de la historia argentina.

Por otra parte, “¿esto puede significar que viene más silenciamiento? ¿Esto puede significar que a futuro las emisoras locales tengan que transmitir lo que salga desde Buenos Aires?”.

Estas preguntas que planteó la periodista de Radio Nacional Córdoba, son disparadores para pensar en lo que implica la federalización para la construcción democrática en un país tan extenso como la Argentina. “La centralización de la narrativa significa limitar la posibilidad de acceso y de publicación en las páginas y en las redes. Y esa narrativa va a estar vinculada a usar un lenguaje que no de cuenta de miradas críticas”, destacó.

La posibilidad de llegar a otros lugares, conectar cada punta del país a través de los informativos nacionales de la Radio Pública, “así como a través de las radios comunitarias están los informativos de FARCO, lo mismo sucede con los informativos nacionales de la Radio Pública, que le permite a alguien que está en el Bolsón, o en Esquel, saber qué pasa en Córdoba en Jujuy o en Salta, o la crisis que se está viendo en esto momento en Misiones”, expresó Judith.

Ante este panorama restrictivo desde las medidas que se sancionan de manera constante a nivel nacional, la pregunta de fondo nos lleva al control social, y si lo controlan todo: “¿Qué se nos está permitiendo saber?,» concluyó.

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