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El INEDEP señaló que se profundiza la caída en el consumo de alimentos y la pérdida del poder adquisitivo

La encuesta sobre Cambios en los hábitos de consumo (mayo 2024) publicada por el Defensor del Pueblo de la Provincia de Córdoba muestra que en los hogares con "ingresos insuficientes y grandes dificultades económicas" el consumo de carne cayó en el 71,2% de los casos.

La encuesta sobre Cambios en los hábitos de consumo (mayo 2024) publicada por el Defensor del Pueblo de la Provincia de Córdoba muestra que en los hogares con «ingresos insuficientes y grandes dificultades económicas» el consumo de carne cayó en el 71,2% de los casos.

En diálogo con nuestro medio, Verónica Fernández Lípari, investigadora y directora del Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo (INEDEP), señaló que realizan un estudio sobre los cambios en los hábitos de consumo hace más de 9 años. Este estudio fue solicitado por el Defensor del Pueblo, Mario Decara, con el objetivo de medir no sólo los cambios en el consumo de alimentos, sino también en otros rubros clave como esparcimiento e indumentaria.

Fernández Lípari indicó que lo que más les preocupa es el recorte en el gasto en alimentos, ya que este suele ser el último ajuste que realizan las familias. Destacó que el 98% de la muestra encuestada ha tenido que implementar alguna estrategia de ahorro, siendo las más comunes: buscar ofertas y promociones, aprovechar mejor los alimentos para evitar desperdicios, sustituir marcas por otras más económicas, comparar precios entre comercios y aprovechar descuentos y membresías.

Además, señaló que una estrategia recurrente es la compra en mayoristas, donde varias familias se agrupan para adquirir productos. En cuanto a los alimentos, mencionó que hay una importante reducción en el consumo de carne vacuna, llegando al 43% de los cordobeses. Este porcentaje se incrementa aún más, hasta el 71%, en los hogares con mayores dificultades económicas.

En este sector también cayó el consumo de un sustituto habitual de la carne roja: el 55,8% compra menos pollo.

En el 61,5% de estos hogares se compra menos huevos; en el 58,5%, menos leche; y el 50,0% compra menos de otros lácteos, como también frutas y verduras.

En síntesis, los hogares con más dificultades disminuyeron el consumo de todos los alimentos sobre los que se les consultó.

Se generalizan las estrategias de ahorro

Independientemente de los niveles de ingresos y la situación económica de cada hogar, prácticamente todos los hogares relevados por el Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo utilizan estrategias para ahorrar en la compra de alimentos y bebidas (98,6%).

El 90,2% busca ofertas o promociones. Un 80,6% procura aprovechar mejor los alimentos para evitar desperdicios. El 79,0% sustituye marcas por otras más económicas. El 75,0% compara precios de diferentes negocios. El 69,1% aprovecha descuentos por la forma de pago.

En el 72,3% de los hogares el precio es el factor determinante a la hora de elegir el lugar de compra, prevaleciendo sobre cuestiones como «cercanía» y «calidad».

Y en el 41,1% el precio es el principal motivo para decidir la compra de alimentos, prevaleciendo este factor por sobre «calidad» (26,8%) y «preferencias personales» (14,9%).

Menos esparcimiento y menos ropa

Los hogares han resignado sus consumos en ocio y esparcimiento. Las salidas a comer afuera disminuyeron en un 44,2%. También disminuyeron los viajes por turismo (36,3%), ir al cine (35,6%), y otras actividades culturales (31,4%).

Por su parte, la compra de ropa y calzado disminuyó en el 41,6% de los casos.

La directora del INEDEP se refirió además a la situación económica de los hogares cordobeses, que se ha deteriorado drásticamente en el último año.

«Si tenemos en cuenta que el salario mínimo vital y móvil en mayo era de $234.000, y el costo para que una familia se alimente supera los $355.000, y para cubrir el resto de los gastos cotidianos estamos hablando de casi $800.000, la primera conclusión que podemos sacar es que con un salario no se cubre ni siquiera la canasta básica alimentaria», señaló Fernández Lípari.

De acuerdo a los datos relevados por el INEDEP, en el último año calendario, los alimentos han aumentado un 303%, mientras que el salario mínimo lo hizo solo un 177%. «Esto significa que tanto los alimentos como el resto de bienes y servicios aumentaron casi el doble del salario», advirtió la investigadora.

Estos indicadores revelan una alarmante brecha entre la evolución de los precios y los ingresos de los trabajadores, lo cual se traduce en un deterioro significativo del poder adquisitivo de los hogares cordobeses. «Ahora se necesitan casi dos salarios mínimos para cubrir solamente la alimentación, y casi cuatro para cubrir los gastos cotidianos de una familia», concluyó Fernández Lípari.

Datos del Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo de la Provincia de Córdoba:

  • ·       El salario de referencia sigue sin ser suficiente para que un hogar supere la línea de indigencia. Alcanza para menos de dos tercios de la CBA y menos de un tercio de la CBT.
  • ·       Aunque el Salario Mínimo, Vital y Móvil aumentó en mayo un 6,00%, el análisis del INEDEP muestra que el poder de compra de la Canasta Básica Alimentaria en términos reales solo se incrementó en 1,90%.
  • ·       Con respecto al costo de la Canasta Básica Total, el SMVM perdió un -0,83% más del poder de compra que tenía en abril.

En mayo, el monto fijado por el gobierno Nacional para el SMVM fue de $234.315,12. Esto representó un aumento del 6,00% con respecto al mes de abril, cuando quedó establecido en $221.052,00.

Pero al comparar la evolución del SMVM con respecto al costo de la CBA, el impacto real es menor que ese porcentaje.

La CBA para un hogar de cuatro personas en abril costó $341.317,89. Ese mismo mes el SMVM alcanzó para adquirir solo el 64,76% de los alimentos que la componen.

En mayo la CBA aumentó 4,03% y costó $355.078,92. El SMVM de ese mes alcanzó para comprar el 65,99% de la CBA, lo que implica una mejora real de solo el 1,90% en cuanto a la capacidad de compra.

Pero frente a la Canasta Básica Total, que contempla otros gastos esenciales además de los alimentarios, perdió poder de compra en -0.83%.

El costo de la CBT en mayo fue de $788.275,21 y tuvo un aumento del 6,92% con respecto a abril anterior, por encima del aumento mensual del SMVM. De esta manera, el Salario Mínimo siguió perdiendo poder adquisitivo.

De hecho, en mayo el salario de referencia alcanzó para el 29,73% de la CBT. Esto es un poco menos que en abril, cuando pudo acceder al 29,98% de la misma, lo que representa un retroceso del -0,83% en cuanto a la capacidad de compra de la CBT.

Además, el INEDEP muestra que la evolución del SMVM sigue rezagada, ya que en un año acumula el 177,26% de aumento, frente al 303,19% de la CBA y el 314,39% de la CBT.

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