Diego Concha a prisión perpetua

Una jornada que comenzó desde la mañana, cuando el imputado, Diego Concha, tuvo la última posibilidad de hablar en la Cámara Tercera del Crimen de Córdoba, donde se llevó a cabo el juicio que inició el 5 de agosto. Después de dos semanas, en medio de la sala de audiencias, Concha negó los hechos y fue casi la misma sentencia que lo condenó: “Todo lo que se ha hablado acá realmente no pasó, esa es la realidad”, dijo con la arrogancia de los impunes, invocó a Jesús y pidió que ilumine a los jueces y al jurado.

El cuarto intermedio, estiró la tarde en el afuera de los tribunales. Como siempre, las brigadistas, organizaciones feministas y de derechos humanos, nucleadas en el Colectivo Justicia por Luana, sostuvieron el otro juicio: el que saca la sala de audiencias a la calle y hace público el nombre del imputado. Las voces que se hicieron canciones, la música de tambores, las palabras de denuncia y cariño, hicieron crecer esta red que nunca olvidó que “ni el monte ni nuestros cuerpos, son territorio de conquista”. 

Eran cerca de las 15hs. cuando se conoció la sentencia: prisión perpetua por ser penalmente responsable del delito de homicidio con motivo de abuso sexual hacia Luana Ludueña, agravado por haber sido cometido en ocasión de sus funciones y desarrollado en un contexto de violencia de género y coacción.

La decisión se tomó por mayoría, y le impusieron la inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos. Mientras que por unanimidad lo encontraron penalmente responsable de lesiones leves agravadas por mediar violencia de género, amenazas calificadas y coacción hacia su ex pareja.

“El tribunal resuelve: no hacer lugar al planteo de inconstitucionalidad de la pena de prisión perpetua combinada por el artículo previsto 124 del Código Penal, efectuado por el Señor Fiscal de Cámara, y por los Doctores Sebastián Becerra y Diego Sánchez Reyes”. De este modo, la condena fue mayor que la que había pedido el Fiscal, Fernando López Villagra, quien en la lectura de los alegatos consideró inconstitucional la prisión perpetua, por lo que había solicitado la pena de 20 años.

Este es otro antecedente en la justicia, donde la imputación es por ‘homicidio en ocasión de abuso sexual, un artículo distinto al de femicidio.

“Lo que permite este artículo es condenar al abusador si la víctima sufrió lesiones a causa del abuso que la llevaron a la muerte, aunque el abusador no haya tenido la intención puntual de asesinarla.  Lo que se hizo en el caso de Sathya Aldana, que fue el primero, en otros dos y en éste, es considerar como ‘lesiones’ no sólo lo físico sino también lo psíquico. Las lesiones por un abuso pueden ser tan fuertes que lleven a la víctima a suicidarse, explica la periodista Virginia Digón.

Desde el Colectivo Justicia por Luana, se entiende la importancia de que la justicia no omita que fue un femicidio y haya dejado de lado el contexto de violencia de género en el que se produjo el abuso, algo que parece redundante, pero que se optó por excluir. Ahora lo que falta es que, así como se incorporó la figura del femicidio en el Código penal, se pueda tipificar el suicidio femicida.

Por otra parte, fue otorgado el pedido de la querella al comprender que los hechos contra Luana fueron en el marco de “violencia institucional”. La familia fue declarada como víctima de esa violencia y deberá ser resarcida, por parte del Gobierno de la Provincia de Córdoba, con más de 50 millones de pesos.

El juicio ha terminado. El imputado, ahora condenado, apenas movió los labios, subió los párpados y corrió la silla. Se levantó en silencio, giró hacia el policía, y fue esposado, con todo ese horror enorme que lo condena.

*fotos: Colectivo Justicia por Luana