Sábado de intercambio de semillas: Toda la info para compartir el amor por el alimento de la huerta

Vecinas y Vecinos, Productores y Productoras se encuentran este sábado en Capilla del Monte. Con el impulso y calorcito de la Primavera, se realiza el 15° Encuentro intercambio de Semillas en el Balneario Municipal.

Kali Pedraza pasó por los Estudios de Una Radio Muchas Voces y remarcó que se espera un hermoso día: «Es emocionante ver cómo hemos planificado y organizado todo con un grupo de amigos de distintas localidades, que se llama Casa de Semilla. Este grupo tiene como objetivo, desde antes de la pandemia, multiplicar semillas en cada localidad, creando una reserva local»

Pedraza señaló además que se enfrenta en este tiempo un gran desafío porque las políticas del Gobierno Nacional en relación al Pro Huerta ha dejado un gran vacío para muchas personas que solían depender de él. Sin embargo, enfatizó que a veces, «la costumbre genera una falsa sensación de continuidad, pero cuando esa dependencia se rompe, hay que revalorizar la importancia de las semillas»

«El intercambio de semillas es crucial. Quiero decir que cada vecino, vecina, agricultor o productor puede traer su puñado de semillas y compartirlas. En ese acto de compartir y convidar, lo que se ofrece ha sido cuidado y trabajado en otras huertas, en otros terrenos y paisajes», remarcó el histórico huertero.

Escuchá la entrevista:

Charlas:

13 hs: Autoproducción de Semillas a cargo del Ing. Eduardo Orechia.
15 hs: Diálogos con un Guardián de Semillas desde el Perú Alejandro Trevisan.

Además habrá expositores, micrófono abierto y sorteos al finalizar.

Kali Pedraza es uno de los organizadores de este encuentro de intercambio de semillas. A lo largo de los años viene organizando junto a personas que buscan la circulación y el cultivo de semillas variadas:

«Tener semillas es fundamental. Es vital que nuestros vecinos y vecinas comprendan que lo que tienen en sus manos es esencial para asegurar parte de su alimentación. Esto resalta lo valioso que es este trabajo. Hemos estado hablando sobre la necesidad de activar la multiplicación de semillas. Generalmente, hay mucho entusiasmo en septiembre, cuando la energía de sembrar nos impulsa a buscar semillas y a centrarnos en nuestras huertas. Sin embargo, a medida que avanza el verano, enfrentamos desafíos como el calor y la escasez de agua. Luego, llega el otoño, y aunque recolectamos algunos frutos, la curva de entusiasmo tiende a decaer. Después del verano, a menudo no dejamos plantas para volver a sembrar, lo que representa un problema. No llegamos a completar el ciclo de cuidado necesario para que las semillas puedan ser utilizadas en la próxima siembra.

Pedraza remarcó que a lo largo de los años nota la necesidad demotivar a los vecinos y vecinas para que cuiden de dos o tres plantitas más. Así, al final del ciclo, podrán recolectar lechugas, rabanitos o lo que deseen y disfrutar de la magia de contar con semillas para la siguiente siembra.

«No se trata simplemente de que recojas las semillas de tu huerta y se acabe la historia. Estas semillas han recorrido kilómetros. En el valle, hay diferentes climas y regiones, lo que hace que, en los intercambios, cuando envías semillas a un amigo o amiga para que cultive algo que consideras valioso, esas semillas han estado esperando en un frasco, una bolsa, una caja o una canasta para moverse»

«Algunas de estas semillas provienen de lugares lejanos. Muchas de las hortalizas que cultivamos tienen su origen en el Mediterráneo, mientras que otras, como la berenjena, vienen del norte de India, o incluso de Afganistán, en el caso de las zanahorias. Hay mucho que ignoramos sobre estas semillas, que han viajado y pasado años en un proceso de domesticación dentro de la agricultura hasta llegar a nuestras manos»

«Cuando sostienes una semilla, puedes preguntarte: ¿De dónde viene? ¿Qué riqueza hay en ella? Desde un enfoque genético, hay muchos componentes que la hacen especial. Es como abrir una caja de tesoros que guarda la memoria de diversos paisajes. Esa riqueza genética es fundamental. Si cuidamos nuestra huerta, agradecemos a la tierra y a la semilla, y mejoramos las condiciones de fertilidad, esas semillas continúan su viaje, aumentando su capacidad de fructificación»

«Las semillas orgánicas y agroecológicas tienen un sentido de mejoramiento. Aquellos que trabajan en la agricultura saben que la domesticación ha estado presente durante más de diez mil años, y en este proceso ocurren cosas mágicas, como la aparición de nuevas variedades en un mismo terreno. Estos cambios son visibles en un tiempo más amplio»