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Cervato Vato, muralismo made in Córdoba

El artista Vato nace en Córdoba Capital dando sus primeros pasos en el arte de manera autodidacta pintando murales en las zonas cercanas a su residencia.  En el año dos mil catorce inicia su formación en diferentes talleres, cursos, seminarios y visitas a estudios de artistas reconocidos. Inquieto e incansable Franco combina sus estudios universitarios en la carrera de Diseño Industrial con su crecimiento y desarrollo artístico. Actualmente se destaca y se proyecta como un referente a nivel nacional habiendo realizado más de 100 murales con su técnica de realismo combinado entre pinceladas y aerosoles que forman una sola pieza homogénea de carácter único.

¿Dónde nacen los temas de tus murales?

Los temas del mural van variando a lo largo de los años, en este momento me gusta mucho pintar autos viejos, abandonados. Hay gente que no les encuentra un atractivo, yo los veo como una especie de monumentos que quedaron en la calle, olvidados. Pasan los años y siguen quedando ahí, llenos de óxido, cada vez con menos piezas, sin ruedas, me parece una reliquia, es encontrarte con eso que resiste al paso del tiempo y me parece una locura. Si bien es un auto, lo cual vemos todo el tiempo en la calle, a la vez es algo totalmente disruptivo que no respeta el color de la pintura que debería tener un automóvil, ni siquiera tiene cuatro ruedas. Ver un auto abandonado es algo que está normalizado porque uno no se horroriza cuando encuentra uno, pero la gente si pudiera lo escondería, lo sacaría de ahí. El auto está puesto ahí en la calle desarmado, es una cosa muy única, ese auto es diferente a cualquier otro. Me gusta plasmar lo que la sociedad quiere esconder. Es como una rebeldía estética para mi ponerlo en primer plano, sacarlo de abajo del tapete

Me gusta plasmar lo que la sociedad quiere esconder

¿Tuviste maestros, maestras, en tu camino de muralista?

Si, tuve muchos maestros en el camino. Algunos fueron gente que asistí en talleres, otros maestros son amigos y amigas que me fueron influenciando a lo largo de los años. Creo que una de las grandes virtudes que tengo es saber elegir maestros. Soy muy fan del conocimiento y me fui nutriendo de gente muy talentosa. Para mi es clave saber elegir maestros y en ese sentido estoy muy contento de haberme formado con las personas con las que decidí formarme y que hasta el día de hoy sigo admirando.

Si te toca pasar en frente de un mural y le ves algún detalle ¿Te ponés a retocarlo?

Si paso por un mural, veo que ha sido dañado y es un mural que me queda cómodo y accesible, lo restauro para recuperar el espacio. Eso sucede en casos en los que hubo algún daño en el mural y me lo tomo como algo personal, pienso que hay muchas paredes en la ciudad y justo pintaron en ese espacio. En cambio si el mural sigue estando pero alguien le cambió algo, le agregó algo, pienso que es el mismo dinamismo de la calle, es lo divertido, la calle es estar expuesto a eso, la calle es lo mas democrático que existe. Si quiero que se respete exactamente como está, para eso me voy a una galería de arte. La misma gente y sociedad va a decidir si eso tiene que estar en la calle o no. Si vos estás yendo en contra del espacio, del barrio, te lo van a tapar y está bien que suceda. Como muralista tengo que ser consciente de en dónde estoy poniendo en el mural y qué estoy poniendo ahí. Siento que la gente puede jugar y hasta mejorarlo con ideas superadoras,con un detalle, algo que le haga la gente sume que le cambie el significado.

Como muralista tengo que ser consciente de en dónde estoy poniendo en el mural y qué estoy poniendo ahí.

¿Cómo es el muralismo como forma de vida?

El mural es un como un trabajo freelance. Es emprender, cubrir un montón de roles como promocionarse o estar en ventas. Yo me formé con muchas capacitaciones como marketing, armar proyectos, clientes potenciales, relaciones públicas, redes sociales, es básicamente como armar una empresa. Todo eso te lo va dando la experiencia también. Cuando sale un trabajo tenés que coordinar con el cliente y empezar un proyecto con todo lo que conlleva: logística, armar equipo de trabajo, asistentes, diseñadores. Cuando se termina ese trabajo volvés a cero, estás de nuevo desempleado y eso es difícil. Capaz tenés agendado 2 o 3 proyectos pero hay momentos de sequía y hay que salir a entregar curriculums. Yo hace 10 años que me dedico a esto y a veces es desgastante, uno por ahí le va agarrando el ritmo pero hay que estar fuerte de mente para tener ese tipo de vida. Hay gente a la que le resulta mas cómodo trabajar en relación de dependencia, cumplir horarios y poder planificar un estilo de vida y gastos. Yo lo sigo eligiendo siempre y a mi me encanta, no se me ocurre otro trabajo que podría hacer. Hay que tener una cierta personalidad que se adapte a eso.

¿Qué consejos le darías a alguien que quiere empezar en el arte del mural?

Si alguien quiere empezar con esto le diría que se enfoque, porque mas allá de la pasión tiene que haber mucha dedicación, que por ahí no se ve. No solo no se ve el proceso del mural sino que también hay muchos años de estudio, de práctica, de enfoque, de conocimiento que uno va a adquiriendo a lo largo de los años. Realmente es un trabajo enorme que es súper divertido, mas allá de los esfuerzos económicos que implica comprar materiales, clases de pintura, viajar a un lugar para pintar gratis. Todo eso son gastos que uno va adquiriendo para aprender y también lo que es el esfuerzo físico. Pintar en el sol, con 40 grados de calor o 3 grados de frío un esfuerzo muy grande y también muy satisfactorio. Mi consejo es que hay que enfocarse, lo importante es divertirse y pasarla bien.

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