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Córdoba: preocupación ante la violencia de género y la falta de políticas públicas

Durante la última semana, la provincia de Córdoba fue escenario de varios femicidios que se suman a la triste lista de todo este 2024, con un total de 14 víctimas. La Secretaría de Género y Diversidad de la Asociación de Trabajadores del Estado de Córdoba (ATE), expresó su preocupación ante el incremento de la violencia y la falta de políticas públicas para abordarlas.

Los nombres de Jessica Domínguez del barrio Villa Boedo de la Capital cordobesa, Paulina Silva en La Para, sumados al pedido de investigación por la muerte de Fabiana Pacheco de la ciudad de Villa María, fueron una alerta ante esta seguidilla de muertes y la indiferencia de las autoridades estatales frente a este flagelo.

María Spaventa, es la Secretaria de Género y Diversidades de la Asociación de Trabajadores del Estado, ATE, en la provincia de Córdoba y manifiesta que ante estos femicidios se suma la dudosa muerte de Fabiana Pacheco, delegada de PAMI en la ciudad de Villa María, quien falleció -luego de estar una semana internada- por un accidente automovilístico, “sin embargo sus amigas se presentaron como querellantes, dado que denuncian que ella vivía una situación de violencia por parte de su pareja, con quien viajaba, así que también nos sumamos a ese pedido de justicia”.

De este modo y en medio de una escalada política que avanza en el recorte de derechos, las medidas regresivas en relación a la prevención de la violencia de género, han llegado a un vaciamiento grave a nivel nacional y una profundización en las condiciones laborales en la mayoría de las provincias.

Desde la Secretaría de Género y Diversidad de ATE, expresaron su solidaridad con las trabajadoras del Polo de la Mujer de la Provincia de Córdoba y dijeron al respecto que la situación que transitan cotidianamente,  responde a la precarización laboral donde muchas de ellas son residentes -aunque realizan el mismo trabajo que una empleada de planta permanente-, monotributistas, contratadas,  “expuestas a un maltrato institucional constante y con salarios que no alcanzan para llegar a fin de mes”.

Esta cantidad de femicidios registrados demuestran, “el desacierto de las decisiones Gubernamentales tanto provincial como nacional al degradar a los Ministerios de Mujeres a Secretaria, en el caso de Nación luego a Dirección para posteriormente desaparecerlo completamente, despidiendo a la totalidad de las trabajadoras territoriales en nuestra provincia, la mayoría profesionales y formadas en la temática”, dicen desde la Secretaría de Género y Diversidad de ATE.

Asimismo, María Spaventa explica que en la provincia se trabajaba con el programa “Acercar Derechos”, que fue totalmente desmantelado, quedando más mujeres en situación de vulnerabilidad, a la espera de recursos y asesoramiento. “Toda esta atención es re dirigida a lo que es el Polo de la Mujer, donde sabemos que las trabajadoras están en una situación de precariedad”, dice y agrega que además la asamblea que mantienen allí es constantemente amenazada por la patronal.

Por otra parte, desde ATE resaltan el compromiso profesional de las trabajadoras en el acompañamiento a mujeres, jóvenes, niñas y niños, que puede llegar a desenlaces tan tristes como la muerte. Incluso la frustración de saber que hicieron todo lo posible para evitarlo y no alcanzó como en el caso de Jessica Domínguez de 35 años, asesinada por su pareja, Ezequiel Suárez, luego de años de violencia y denuncias reiteradas entre el 2022 y el 2024.

En estos contextos, la importancia de que se creen más espacios de supervisión para las trabajadoras, con ayuda y contención psicológica, es fundamental. Es tal la necesidad, que este aspecto, según explica María, se viene autogestionando desde las mismas trabajadoras.

“Equivocadamente muchas veces la responsabilidad de estas muertes se dirige hacia las trabajadoras, cuando en realidad estamos viendo que de parte de los gobiernos se toman malas decisiones, se reducen los presupuestos y se difunden discursos de odio en la que se pone en duda la palabra de la mujer”.

De esta manera, desde la Secretaria de Género y Diversidad de ATE Córdoba, señalan como hay una subestimación de los gobiernos ante esta problemática y han generado un clima laboral que tiene un impacto negativo para las mujeres y las familias que acuden en busca de ayuda.

La garantía de los derechos para las trabajadoras, es un eje clave que demandan desde ATE: “con espacios de supervisión y contención psicológica para las profesionales que ponen el cuerpo y el corazón a cada familia. Nosotras vamos a seguir apostando a la organización, a la solidaridad, denunciando estas situaciones que creemos totalmente injustas”, concluye María Spaventa.  

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