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Luciano Vrancic: balance de gestión y desafíos para San Marcos Sierras

El intendente de San Marcos Sierras analiza el primer año de su gestión, destacando avances en turismo sustentable, mejoras salariales, y la planificación de obras clave para enfrentar los desafíos ambientales y económicos del municipio.

A un año de asumir la intendencia de San Marcos Sierras, Luciano Vrancic reflexiona sobre los logros y desafíos de su gestión. En un contexto marcado por la actividad turística, la complejidad económica nacional y las demandas ambientales locales, el intendente detalla cómo ha trabajado junto a la comunidad para establecer prioridades y gestionar recursos.

¿Cómo estás, Luciano Vrancic, intendente?

Bien, bien, muy bien, terminando el año y ya empezando uno nuevo. Los que estamos en pueblos turísticos no podemos decir que se termina porque en enero comienza la temporada y empieza todo un agite diferente, así que, bueno, afrontando eso.

El año pasado, cuando arrancabas la gestión, tenías la temporada encima, ¿qué tiene de distinto el diseño de esta temporada?

Si bien ya veníamos trabajando en la proyección de la temporada anterior, incluso antes de haber asumido, el hecho de haber pasado una y ya tener una experiencia, ayudó muchísimo. Principalmente, tenemos más productos turísticos para ofrecer, ofertas mucho más definidas, explotando al máximo todo lo que es el turismo sustentable. Sobre eso, se fueron creando distintas actividades y formas de trabajarlo. Quizá esa sea la diferencia con respecto al año pasado. Ya sabíamos que íbamos sobre el turismo sustentable y el ecoturismo, pero ahora con mucho más desarrollo.

Lo interesante y novedoso, al menos acá, es llevar el turismo en forma conjunta con los actores de la actividad: prestadores de servicios turísticos y comunidades originarias. Conformamos una mesa que llamamos la Agencia Municipal de Turismo, donde se discuten las políticas turísticas a aplicar. Desde ahí, la Dirección de Turismo toma esas políticas consensuadas. Esto se creó este año y seguramente se fortalecerá con el tiempo.

– ¿Cómo se va perfilando, en términos económicos, el panorama de la temporada turística? ¿Cómo se integra esto a tu mirada más global respecto al perfil de gestión para el pueblo?

Con respecto a lo económico, no se sabe bien. Sabemos que enfrentamos una temporada dura debido a la situación económica nacional, que probablemente no cubra las expectativas de todos los que trabajamos en esto. Como medida contracíclica, apostamos a tener más productos, mucha oferta cultural y a mostrarla constantemente. Incluso hacemos descuentos, como en invierno, para mitigar el impacto económico.

Sabemos que la principal entrada económica del pueblo es el turismo. Este perfil provoca cambios, especialmente respecto a lo que fue el pueblo antes del desarrollo turístico. Trabajamos para que el impacto sea el menor posible, impulsando el turismo comunitario, donde todos entiendan y participen de esta «industria sin chimeneas».

Además, el turismo eleva el precio de la tierra, lo que dificulta el acceso para quienes no obtienen ingresos directamente de esta actividad. Estamos evaluando cómo regular esto para equilibrar las oportunidades.

Con la llegada del turismo, ¿cómo evaluás los recursos ambientales, como la basura y el agua?

El trabajo que venimos haciendo es grandísimo, con los principales objetivos enfocados en el tratamiento de la basura y la prestación del servicio de agua. Esto no solo afecta al turismo, sino que también es un problema para quienes vivimos aquí. Durante la temporada alta, la población se multiplica por tres o cuatro, lo que aumenta el consumo y la generación de basura.

Estamos tratando de resolver problemas estructurales que no se abordaron durante años. Aunque el desafío es grande, tengo esperanza de que podamos resolverlo.

¿Qué lugar ocupa la producción local en este contexto?

Creemos en la agricultura familiar y en la pequeña producción. Sin embargo, el turismo afecta la disponibilidad de tierras para estas actividades. Por eso creamos el área de economía social y agricultura familiar, para sostener la otra parte productiva. Tenemos dos ferias de artesanos y emprendedores que fortalecen esta economía complementaria al turismo.

Sobre los anuncios de inversiones provinciales, ¿qué obras priorizaron y cómo evalúas su impacto?

La obra hídrica es prioritaria, pero los fondos iniciales no son suficientes para resolver el problema completamente. Es un comienzo, pero necesitamos más inversiones para acumulación, distribución y otras mejoras. La Terminal de Ómnibus también es una necesidad para el pueblo, aunque claramente el agua es la prioridad.

Hay que equilibrar las inversiones según las prioridades del pueblo, sabiendo que algunas obras quedarán para futuras gestiones.

Hablando de salarios y derechos laborales, ¿cómo viene avanzando el municipio en este aspecto?

Desde el inicio de la gestión hemos trabajado en la mejora continua de los salarios y derechos laborales. Este año logramos aumentos que superaron la inflación y reconocimos derechos como las vacaciones, que no se venían respetando. Sin embargo, seguimos enfrentando desafíos, como regularizar contrataciones y mejorar las condiciones de trabajo. Es un proceso que llevará tiempo, pero estamos comprometidos.

Con respecto al ordenamiento territorial, ¿cómo están trabajando en este tema?

Retomamos el trabajo de ordenamiento territorial que se dejó de lado durante ocho años. Este proceso es participativo y lleva tiempo, pero ya hicimos una primera presentación en barrios para explicar la importancia de regular el crecimiento y preservar los recursos naturales. Planeamos intensificar este trabajo después de la temporada alta.

¿Cómo te ves afuera, a nivel regional?

Tenemos una relación muy buena a nivel departamental con la mayoría de los municipios y comunas. Participamos de la comunidad regional Cruz del Eje, la cual me toca presidir porque me eligieron el resto de los colegas. Pero nosotros también estamos en una transición entre lo que es Punilla Norte y Cruz del Eje. Ahí compartimos la cuenca hídrica con los municipios del norte de Punilla. Y compartimos muchas otras cosas con los colegas de Cruz del Eje que nada tienen que ver con Punilla Norte, en lo social, en lo salarial, en la infraestructura… A mí me gusta también compartir sobre lo concreto, si con el intendente de Capilla del Monte compartimos la forma que estamos encarando de resolver la cuestión de la basura. Entonces me interesa trabajar ahí pragmáticamente, más que por una cuestión política.

– Con respecto a la gestión de la basura y ese vínculo con Capilla que mencionaste qué implica, ¿qué posibilidades ves? porque se incendió el basural de Capilla en año nuevo… es un tema bastante complejo

Con el intendente y con su equipo de ambiente compartimos la forma en que esto tiene que resolverse. Sabemos que lleva tiempo pero hay que empezar desde la producción. O sea, cómo lograr que se separe en origen, cómo no dejar nunca de trabajar sobre la separación, porque está claro -y todas las experiencias a nivel mundial te lo dicen- que donde dejas de trabajar la comunicación se cae eso. Y también sabemos que compartimos con Capilla esta realidad de que no podemos tener disposición final de los no reciclables. Trabajando muy bien la separación de la basura siempre te queda entre un 30 y un 40% de basura que hay que dar la disposición final. Para eso, la Provincia está proponiendo los vertederos regionales, eso compartimos con Capilla del Monte con la gestión de Fabricio Díaz. Porque ni ellos, ni nosotros podemos dar disposición final en nuestro territorio, en Capilla porque no hay adonde, porque todo ese lugar es de piedra; y nosotros. porque estamos en medio de un sitio arqueológico donde no se puede cavar para enterrar. Entre la espada y la pared está Capilla como estamos nosotros y hay un intento de solución en conjunto.

– Cuando se inauguró el Museo del Pueblo hiciste mención a que es muy lindo ver nacer proyectos. Pero las vecinas y vecinos necesitan que los intendentes que no se dediquen sólo a cortar cintas sino que también puedan mirar qué pasa con eso que inauguran, ¿qué continuidad tienen a lo largo de los años?

Las políticas públicas se piensan a corto, mediano y largo plazo. El nacimiento de algo, que es lo que yo expresé ese día, es pensando que acá va a ser un espacio donde se va a hablar de nuestra historia, donde se va a ir construyendo la historia de a poco y eso es pensar a largo plazo. Porque nos vamos a morir nosotros y la historia se va a seguir construyendo. Si vos inaugurás una plaza, ya está la plaza, ganaste un lugar público. Si vos inaugurás una escuela, un día va a quedar chica y se va a hacer otra al lado, pero ya se inicia una línea de tiempo. Que no se le dé continuidad a la política, es un mal de la política misma. Ojalá pudiera yo saber qué va a pasar con la próxima gestión, no lo sé… Lo que sí sé -y en esto va este concepto de la gobernanza- es que cuando el pueblo se apodera de las políticas, por más que después cambie el dirigente, es muy difícil que te la entreguen así nomás. Seguramente va a haber un conflicto que no lo va a querer tener nadie. Lo que hay que hacer es instalarlo, pero no instalarlo desde una cinta, instalarlo en el pueblo. La gente se tiene que apoderar de eso, y una vez que eso suceda chau, lo veo así.

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