Día Internacional de la Mujer Trabajadora: Un análisis crítico de la situación de las mujeres en Argentina en 2025

En el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, celebrado cada 8 de marzo, es imperativo visibilizar las condiciones laborales, sociales y económicas que enfrentan las mujeres en Argentina. Un reciente informe del CELS, titulado «La Cocina de los Cuidados», revela un panorama alarmante: las mujeres, especialmente aquellas en situación de vulnerabilidad, han sido las más afectadas por las políticas de ajuste implementadas en el último año.
El informe destaca que las trabajadoras comunitarias, muchas de ellas beneficiarias del ex Potenciar Trabajo (ahora denominado «Volver al Trabajo» o «Programa de Acompañamiento Social»), han perdido el 54% de su poder adquisitivo desde 2024. Este programa, que antes equivalía al 50% de un salario mínimo vital y móvil (SMVyM), ahora apenas alcanza el 27% del SMVyM, igualando el monto de la Asignación Universal por Hijo (AUH). Además, el monotributo social, una figura tributaria en la que el 66% de las inscritas son mujeres, ha reducido su padrón en un 55%, dejando a miles sin acceso a beneficios sociales.
En el ámbito educativo, las docentes también enfrentan una caída salarial del 28,8%, agravada por la falta de acuerdo en la Paritaria Nacional Docente y la eliminación de fondos como el FONID. Esta situación no solo afecta a las trabajadoras, sino que también impacta en la calidad de la educación, un sector históricamente feminizado.
Las políticas de cuidados, esenciales para la autonomía económica de las mujeres, han sufrido recortes significativos. Programas como Pro-Huerta, que apoyaban a las mujeres rurales, registraron una ejecución presupuestaria cercana al 0%. Además, el programa de Reconocimiento Previsional del Cuidado, que buscaba compensar a las mujeres por años dedicados al cuidado no remunerado, carece de sentido sin una moratoria previsional que permita a las mujeres acceder a jubilaciones dignas.
La brecha de ingresos entre hombres y mujeres también se ha ampliado. Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del tercer trimestre de 2024, la diferencia salarial entre población ocupada pasó del 21% al 27,8%, la más alta en seis años. Las mujeres jóvenes son las más afectadas por el desempleo, representando la mayoría en el conjunto de desocupados.
El informe del CELS también denuncia el desmantelamiento de políticas dirigidas a la población travesti trans. La disolución del INADI y la Subsecretaría de Diversidad, junto con la reducción del presupuesto para la Educación Sexual Integral (ESI) al 4,2%, han dejado a esta comunidad en una situación de extrema vulnerabilidad. El cupo laboral trans en el Estado, que ya era insuficiente, retrocedió con el despido de al menos 150 personas en 2024.
Además, el gobierno prohibió por decreto los tratamientos de hormonización y cirugías para menores de 18 años, ignorando la autonomía progresiva reconocida por la ley. Estas medidas no solo violan derechos humanos básicos, sino que también desarticulan las redes de cuidado comunitario que sostienen a esta población.
Las personas mayores, en su mayoría mujeres, enfrentan una exclusión masiva debido a la falta de actualización de las jubilaciones mínimas y la no renovación de la moratoria previsional. El programa de medicamentos gratuitos del PAMI también ha sido recortado, dejando sin acceso a tratamientos esenciales a miles de adultos mayores.
En el caso de las personas con discapacidad, el gobierno reinstauró políticas regresivas, como la incompatibilidad de la pensión no contributiva con el trabajo remunerado. Esto, sumado a los recortes en el Programa Incluir Salud, ha dejado a miles sin acceso a servicios básicos.
Casi un millón de niños y niñas quedaron fuera de la Asignación Familiar debido a los recortes en los topes de ingresos y la pérdida de empleos formales. El Plan 1000 Días, que garantiza cuidados durante el embarazo y los primeros años de vida, perdió integralidad, afectando a madres y niños en situación de vulnerabilidad.
El informe del CELS no solo expone la gravedad de la situación, sino que también llama a la acción. En un contexto de retrocesos en derechos y políticas públicas, es fundamental que el Estado asuma su rol de garante de los derechos humanos y revierta estas medidas. Las mujeres, en todas sus diversidades, no pueden seguir siendo las más afectadas por las crisis económicas y sociales.
En este Día Internacional de la Mujer Trabajadora, es urgente recordar que la igualdad de género no es solo un derecho, sino una condición indispensable para el desarrollo sostenible y justo de cualquier sociedad.
Fuente: CELS, «La Cocina de los Cuidados», marzo de 2025.