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Músicos de Córdoba denuncian que el decreto de desregulación de Sadaic sólo beneficia a los empresarios

En un contexto donde el Gobierno Nacional avanza con medidas de desregulación en diversos sectores, el Ministerio de Desregulación, a cargo de Federico Sturzenegger, anunció un decreto que redefine el rol de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música) y limita su intervención en la gestión de derechos de autor. Según Sturzenegger, esta medida busca «desaparecer los dinosaurios» y promover la libertad de negociación. Sin embargo, desde el sector artístico y cultural, las críticas no se hicieron esperar. Víctor Garay, guitarrista, compositor y secretario de Hacienda del Sindicato de Músicos de la Provincia de Córdoba, alertó sobre los graves efectos que esta medida tendrá para los músicos, especialmente para aquellos que no cuentan con un gran poder de negociación.

Garay explicó que el decreto afecta directamente a los autores y compositores menos conocidos, quienes dependen de SADAIC para recibir los derechos de autor por el uso comercial de sus obras. «Si un tema mío, de alguien que no es tan famoso como yo, lo toca alguien famoso en algún festival que yo no me entero, SADAIC recauda, se planilla y yo lo cobro. Hoy, a partir de ese decreto, no lo puedo hacer», afirmó. El músico destacó que, con esta nueva normativa, los productores pueden exigir a los artistas que cedan sus derechos para poder tocar en festivales, lo que deja a los músicos en una posición de desventaja.

El secretario del Sindicato de Músicos de Córdoba también criticó el discurso del Gobierno, que presenta la medida como un avance hacia la libertad individual. «Funciona una cuestión primero ideológica y después de desconocimiento. Muchos artistas piensan que pueden libremente negociar con un productor, pero sabemos que no sucede, si no, no existiría el pagar para tocar en muchos lugares», señaló Garay. Además, remarcó que SADAIC no es un ente público, sino una sociedad de gestión privada que permite a los autores y compositores recaudar de manera colectiva por el uso comercial de sus obras.

Garay también cuestionó la falta de transparencia en la aplicación del decreto. «El decreto pide que se abra la contabilidad de lo que se reparte, pero ¿por qué hacen esto con la música y no lo hacen con empresas que son mucho más sensibles a la vida de las personas, como las de alimentación o salud?», se preguntó. Para el músico, esta medida busca beneficiar a los empresarios del sector y distraer la atención de otros temas sensibles. «Es una forma de tirar bombas de humo para evitar otras discusiones y ganar agenda», afirmó.

Frente a esta situación, el Sindicato de Músicos de Córdoba ya está organizando acciones para informar y concientizar a los artistas sobre las implicancias del decreto. «Hemos realizado streaming y encuentros para explicar cómo funciona la industria de la música y quiénes se benefician con ciertas acciones o leyes», comentó Garay. Además, el sindicato está trabajando en conjunto con SADAIC para defender los derechos de los autores y compositores, aunque reconoció que la sociedad de gestión debería mejorar su comunicación y transparencia para ganar la confianza de los músicos.

Finalmente, Garay hizo un llamado a la unidad del sector y a la reflexión sobre la importancia de defender los derechos de autor. «Es importante no regalar nuestro trabajo. Si cedemos nuestra obra, perdemos el poder sobre ella. Hoy pareciera que tenemos la libertad de negociar, pero no es así. No estamos en igualdad de condiciones con los productores», concluyó. El músico invitó a los artistas a participar en encuentros y debates para entender mejor cómo funciona la industria y cómo proteger sus derechos en un contexto cada vez más desfavorable.

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