El desafío de informar en tiempos de saturación: reflexiones de Luciano Debanne sobre comunicación comunitaria

En un mundo donde las noticias circulan a velocidad vertiginosa y el bombardeo informativo puede resultar abrumador, el comunicador Luciano Debanne propone una mirada crítica sobre el rol de los medios, especialmente aquellos alejados de la lógica comercial. Entrevistado por Agustín Fontaine en Una Radio Muchas Voces, Debanne —escritor y exintegrante de la Defensoría del Público— analizó los desafíos de la comunicación popular en la era digital.
Debanne señaló que el principal reto para las audiencias y comunicadores es discernir entre información valiosa y ruido: «Quienes trabajamos desde la comunicación popular tenemos el desafío histórico de separar la paja del trigo, en un mundo donde se ha acelerado con la idea de crear contenido como mercancía». Destacó que, a diferencia de los medios comerciales —cuyo fin es económico—, los proyectos comunitarios buscan «mejorar la vida de nuestras comunidades».
Escuchá la entrevista:
El entrevistado describió cómo el exceso de noticias impacta en la salud mental: «Por momentos, esa información se vuelve abrumadora, enferma. Te deja pensando solo en esas cosas, te deprime o te enoja». Frente a esto, cuestionó: «¿Qué tiene que ver conmigo esto que circula? ¿Qué hay de cierto?». Entonces, invitó a desconfiar de los algoritmos y recordó que las redes sociales crean «burbujas y microclimas» (uno de sus «10 apuntes para mirar noticias» un posteo suyo que inspiró esta charla).
Debanne reflexionó sobre el derecho a participar en debates públicos y advirtió sobre la espectacularización de la información: «Hoy nos rige un régimen de la opinión: todos opinamos todo el tiempo. Los medios priorizan lo barato y lo viral, pero no profundizan». Criticó la lógica de «panelistas y opinólogos» que dominan los contenidos, incluso en medios tradicionales.
Frente a la desterritorialización de las noticias, el comunicador resaltó la importancia de no perder de vista las necesidades comunitarias: «Antes, una radio hablaba hasta donde llegaba su antena; hoy, lo local compite con lo global». Puso como ejemplo datos cotidianos —como el clima o el transporte—, que siguen siendo relevantes pero quedan opacados por la «producción transnacional» de contenidos.
A pesar de las dificultades, Debanne remarcó una ventaja clave: «Más de la mitad de las radios comunitarias de Argentina está en condiciones técnicas de competir con los grandes medios». Sin embargo, subrayó que el verdadero reto es construir narrativas propias: «Podemos hacerlo con calidad, pero debemos evitar reproducir la lógica comercial».
Al cierre, compartió su participación en un encuentro cultural en Sierras Chicas, donde leería poemas y cantaría canciones: «Encontrar las palabras correctas es un gesto poético. Forzamos las que tenemos para decir lo que aún no existe». Una metáfora de su visión sobre la comunicación: un espacio para crear sentido en medio del caos.
La entrevista con Debanne no solo expuso los problemas actuales —desinformación, saturación y mercantilización—, sino que también trazó caminos posibles: medios comunitarios que prioricen lo colectivo, audiencias críticas y una comunicación que, en sus palabras, «haga más feliz a la gente». Como él mismo recomienda: «Respire, mire por la ventana. La verdad a veces está en el run run de las verdulerías».