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Plutón, Marte y Tauro: el cósmico llamado a transformar (o morir)

En su columna radial, Luciana Lippo (La Astroloca) analizó el tenso enfrentamiento entre Plutón y Marte, regentes de Escorpio, que domina el cielo astrológico actual: «Es como que entre estos tres titanes viene ahí Marte, como chiquitito, diciendo ‘eh, mirá, yo acá quiero pelear un poco’. Y nos miran como diciendo ‘pero vos quién sos’». Este conflicto, que ya ocurrió en noviembre y enero, exige un reajuste: «Cada vez que los planetas retrogradan y pasan muchas veces por el mismo lugar, es como un ajuste de las manecillas del reloj».

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La influencia de Tauro, signo que rige este mes, contrasta con la energía guerrera de Marte: «Tauro es el mes para disfrutar, conectar con el presente, aprender de la paciencia… esa paciencia que hace que la semilla brote». Lippo destaca la Luna Nueva en Tauro del 27 de abril como un momento clave: «Es hermoso para la siembra… no la semilla ariana, sino ese momento en que se abona la tierra y se espera». Un llamado a actuar distinto: «Si hacemos lo mismo, el resultado será el mismo. Los planetas nos presionan a cambiar».

La tensión cósmica se potencia con Urano, que pronto dejará Tauro después de siete años: «Va a haber un revuelo bárbaro… todo esto de la tecnología, la información, las noticias». Lippo advierte que este tránsito obliga a soltar lo escondido: «Tauro guardó cosas ‘bajo el colchón’, y Urano viene a zarandearlo». La clave, según ella, es transformar estructuras, desde lo personal hasta lo colectivo.

Un ejemplo global de este cambio es la muerte del Papa Francisco, vinculada astrológicamente a «Saturno y el Nodo Norte en Piscis, que marcan el recambio de un paradigma religioso». Lippo reflexiona: «Estamos en un tiempo de volver a lo fascista, pero Saturno dice ‘el momento de cambiar es ahora’». Critica la nostalgia por líderes: «No hay papá que nos resuelva todo. La acción la tenés que tomar vos».

La astroloca cerró con un llamado a asumir responsabilidad histórica: «Somos chispas de divinidad… hay que arremangarse y bajar ese paraíso interno a la Tierra». Y en sintonía con el Día Internacional de la Tierra, invitó a sembrar intenciones desde lo profundo: «No son semillas materiales, sino de recursos internos. ¿Qué puedo aportar a la evolución humana?».

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