La multipolaridad, el legado del papa Francisco y la crisis geopolítica: reflexiones desde el Sur
Marina Llao analiza el legado del papa Francisco, la guerra comercial EE.UU.-China y la sumisión de Argentina en un mundo multipolar. Una reflexión urgente para pensar con soberanía.

Marina Llao, en su columna radial, comparó la actual dinámica geopolítica con un «TEG gigante», donde las potencias mueven sus fichas en un tablero global. «Yo siento que estamos adentro de un TEG gigante, viste, como esa revelación y bueno, hay fichitas que se mueven para acá, para allá», describió. En ese contexto, destacó el impacto de la muerte del papa Francisco: «Hemos perdido un mojón moral y espiritual importante», subrayando su legado en conceptos como la fraternidad, que «es más que la solidaridad, porque es más que la afinidad grupal».
La politóloga también criticó la hipocresía del poder, ejemplificada en la relación del presidente argentino con el pontífice: «Tenemos un presidente que antes de asumir lo insultó de manera espantosa y, sin embargo, cuando lo recibió, el papa fue muy afectuoso». Para Llao, este gesto refleja la doble moral de las elites, pero también resalta la huella profunda que dejó Francisco en la discusión pública sobre valores como la justicia social y la crítica al modelo neoliberal.
Sobre la globalización, Llao cuestionó el discurso de su «fin», promovido por economistas ortodoxos: «La globalización entendida como proceso natural y beneficioso es muy Friedman (Milton), muy neoliberalismo puro». Argumentó que, lejos de desaparecer, este fenómeno se redefine como un mecanismo de dominación: «En nombre de la globalización se extrae litio en la Puna argentina… sin reflexionar sobre las culturas locales».
En el plano geopolítico, analizó la guerra comercial entre EE.UU. y China, destacando la estrategia cultural de Pekín: «Nunca vimos a esta China provocar al pueblo estadounidense con videos sobre su ‘pereza’ u ‘obesidad'». Advirtió, sin embargo, contra la simplificación bipolar: «No es elegir entre ser pro-yanqui o pro-chino… Argentina debe superar ese relato», especialmente cuando su comercio con EE.UU. es «surreal, inexistente».
Llao fue contundente al criticar la sumisión del gobierno argentino a intereses externos: «Estados Unidos marcó su anhelo de que nos deshagamos del swap… es sometimiento». Contrastó esto con la estrategia anterior de integración a los BRICS, que buscaba «un plan de desarrollo soberano en un mundo multipolar». Hoy, en cambio, percibe un retroceso colonial: «Estados Unidos actúa con tintes imperialistas del siglo XIX… rompiendo las reglas que ellos mismos instauraron».
Para cerrar, la socióloga enfatizó la urgencia de reflexionar desde el Sur Global: «El mundo unipolar no se terminó ayer… pero Argentina debe pensar críticamente su lugar». Su llamado fue a resistir las narrativas impuestas y construir soberanía intelectual y política: «Disputemos las categorías con activismo», concluyó, en un diálogo que invita a repensar las crisis globales desde los márgenes.