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Detuvieron al ex Crio. Diego Bracamonte 

El ex comisario Diego Bracamonte, quien se desempeñó como Jefe de la Departamental Punilla Norte, fue detenido por orden de la Fiscalía de Cosquín, en el marco de una causa de violencia de género.

*Por Karina Lucero

Preocupa sobre manera la cantidad de personal policial que está implicado en situaciones de violencia de género y familiar, en este caso hablamos de una nueva detención, la de el ex comisario Diego Bracamonte, quien cumplió tareas de suma relevancia cuando se lo asignó como Jefe de la flamante Departamental Punilla Norte ubicada en la ciudad de La Falda.

Esta división del departamento punilla en Zona Norte y Sur, fue un esfuerzo desde el Ministerio de Seguridad para dar respuesta a los reclamos por  la inseguridad que surgía en todas las localidades.

Bracamonte venia con serios cuestionamientos por la investigación del femicidio de Cecilia Basaldúa y luego se le sumó la muerte en la dependencia policial de Jonatan Romo de 36 años, caso que tuvo un fuerte impacto para la Jefatura de Policía de Córdoba y que decidió el pase a retiro de quien estaba a cargo de Recursos Humanos y Formación Profesional Lic. Julio Cesar Farias, como al Director de Entrenamiento Policial Marcos Manrique y el apartamiento de Diego Bracamonte mientras se investigaba la situación. 

La detención de Bracamonte, ordenada por la fiscalía de la ciudad de Cosquin, se debe a una causa abierta por violencia de género en su círculo cercano, como estamos observando, se  incrementa, día a día, la violencia en el orden íntimo y familiar en la sociedad.

Los dispositivos y la justicia en Córdoba están colapsados

El discurso de una parte de la sociedad que rechaza y minimiza estos hechos, o considera que las mujeres sobredimensionamos la situación de violencia,  sumado a los recortes de los programas ha provocado disminución de la respuesta a pesar que la demanda siga creciendo, por lo que no alcanzan las respuestas o éstas se brindan a medias y en la justicia ha generado un verdadero colapso.

En abril de año 2021, la Legislatura de la Provincia de Córdoba sancionó con fuerza de ley Nº 10.753 una ley para la Creación de Fiscalías especializadas en la temática de violencia de género.

En su artículo 1 expresa, “crease a en el ámbito de la Provincia de Córdoba, el Fuero Penal en “Violencia de Género” que entenderá en las previsiones de las Leyes Nº 9283 y sus modificatorias -de Violencia Familiar-, Nº 10352 -de Adhesión a la Ley Nacional Nº 26485- y Nº 10401 -de Protección Integral a las Víctimas de Violencia a la Mujer por cuestión de Género”

Ya llevamos tres años de espera en el departamento Punilla, ya que una de estas Fiscalías correspondía a nuestra Circunscripción Judicial que asumiría la responsabilidad de tomar todas las ciudades del Valle de Punilla incluida la ciudad de Carlos Paz.

También es importante decir que los procedimientos penales, garantizan la investigación judicial, que se corrobore los hechos en caso de un delito, se identifique al o los responsables y se procure justicia a la victima.

Un hecho de gravedad es que se están incrementando estadísticamente los casos, pero estos no se resuelven por acumulación, por ese motivo  PRESCRIBEN LAS CAUSAS sin darle respuesta a las víctimas e incumpliendo compromisos internacionales de los cuales nuestro país ha firmado y tienen rango constitucional.

En el caso de Córdoba capital los hechos de violencia de género solo se han resuelto en un 68% desde el año 2018, en Punilla vamos repitiendo el mismo patrón.

Denunciar es muy difícil, no sólo poner en palabras lo que sucede, sino porque se denuncia a seres queridos con los cuales se proyecta toda una vida en común. También porque la denuncia genera otras complejidades como la de acomodarse a una situación adversa en la que a pesar de los eslogan, muchas quedan en absoluta soledad, lidiando con problemas económicos, emocionales y psicológicos, en la mayoría con niñeces que reproducen modelos aprendidos y en donde se le sigue exigiendo que una mujer cumpla con todos los roles asignados socialmente sin entender que se necesita tiempo para superar, en un largo proceso, lo vivido.

*Karina Lucero, Centro de Protección Familiar La Falda.

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