El dolor bajo la piel y la violencia que crece
Durante el día de ayer, el apoyo masivo a los y las jubiladas se hizo presente en varios puntos del país. La represión desplegada con un mega operativo policial, dejó heridos de gravedad y cientos de detenidos, que ya fueron liberados. En Capilla del Monte, se convocó a una ronda en apoyo y solidaridad.

Desde el año pasado -cada miércoles- jubilados y jubiladas se concentran frente al Congreso de la Nación para exigir el aumento de sus haberes previsionales -bajo la línea de la pobreza- los medicamentos sin cargo y la continuidad de la moratoria.
Este miércoles 12, el apoyo se hizo extensivo en distintos puntos del país, junto a los hinchas de diversos clubes de fútbol y sindicatos. Cientos de heridos, una jubilada lastimada y un periodista herido de gravedad, fue parte del saldo de un escenario que el oficialismo construye para intentar seguir legitimando la violencia que el mismo Estado produce.


Según la Defensoría de la Tercera Edad, un jubilado necesita $1.200.523 para vivir, cubrir sus gastos esenciales, mientras el haber mínimo de marzo fue de $350.000 con el bono incluido, congelado desde el año pasado. Se estima que el gasto en alimentación, es de $279.834 (23% del total), y el de medicamentos llega a los $260.245 (22% del total).
Sobre esta realidad, el gobierno montó -una vez más- un escenario bélico bajo argumentos de desestabilización, “un país sale con ley, con orden jurídico. Hay desorden, pero cada vez le vamos a ganando más a la violencia. Vinieron preparados para matar”, fueron algunos de los dichos de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, en una entrevista para LN+.
La manipulación discursiva desde el oficialismo y el eco en determinados medios de comunicación, se deconstruye desde su propia literalidad. Basta ver el montaje de seguridad: armamentos, hidrantes, gases, armas cortas y largas, que cargaron las fuerzas policiales durante el día de ayer, para resignificar la frase de la Ministra “vinieron preparados para matar”.
Por su parte, el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, completó los dichos de Patricia Bullrich, aludiendo que hay movimientos políticos orientados en desestabilizar al gobierno. ¿Qué significa para la Libertad Avanza desestabilizar el gobierno?
Durante estos 14 meses de gestión, sólo se ve, un gobierno dispuesto a todo, a construir mentiras y normalizar la represión, como una forma inherente a lo que consideran estabilidad política. Salir a la calle, jubilados y jubiladas de todo el país, uno de los sectores más vulnerables y afectados por los ajustes de este gobierno, hacer el ejercicio del derecho a la protesta para poder vivir, se ha convertido en una pulseada colectiva a la sobrevivencia.
La otra cara de la baja de inflación, son los y las jubiladas. Los costos de vida aumentaron, y el Gobierno hace su propaganda de déficit 0, con una reducción del gasto público que tiene una afección directa a las jubilaciones y pensiones. Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal, el 19% del achicamiento del gasto, fue gracias al ajuste que impactó a este sector.
La violencia institucional también se vio reflejada en el Congreso puertas adentro, cuando diputados de la Libertad Avanza se fueron a las piñas para evitar el quórum y no tratar dos proyectos opositores. Uno de los proyectos estaba vinculado a la investigación del caso Libra, la criptomoneda difundida por el presidente Milei y el otro competía a tratar la emergencia ambiental, económica y habitacional en Bahía Blanca y alrededores, luego de las inundaciones. Los propios legisladores de la LA, agredieron a sus compañeros que estaban sentados en sus bancas, y Martín Menem levantó la sesión por falta de quórum.

Unas horas antes, las escenas de la tarde del miércoles demostraron el incremento acumulativo de esta violencia. Una carro hidrante, desde donde se asomaba un policía al grito de vengan zurdos, palos a una jubilada y un cartucho de gas lacrimógeno que le destrozó la cabeza a un fotógrafo.
Sin embargo, como un acto inesperado, por la noche, la jueza en lo Penal, Contravencional y de Faltas de CABA, Karina Andrade, resolvió dictar la libertad de 114 personas detenidas. “He analizado la información que fue brindada y entiendo que respecto de las detenciones informadas se encuentra en juego un derecho constitucional fundamental como es el derecho a la protesta, a manifestarse en democracia y a la libertad de expresión, en un día como hoy donde se convoca desde los sectores más vulnerables de nuestra Nación, como son los adultos mayores protegidos convencionalmente, desde el Poder Judicial corresponde atender a ello especialmente”, expresó en la resolución judicial.
En Capilla del Monte
Eran las cinco de la tarde, cuando las primeras personas se fueron acercando a la Plaza San Martín de Capilla del Monte. La convocatoria desde la Asamblea Multisectorial Punilla Norte, surgió en apoyo a los jubilados y jubiladas, y desde el mismo sector que se está organizando en la localidad.



Durante dos horas, se fueron acercando personas con el mate, el abrazo y el intercambio en grupos. Luego, en una ronda bajo el algarrobo de todos los encuentros, junto a la bandera de letras verdes de los jubiladxs de Capilla, se compartieron dolores, indignación, reflexiones -y sobre todo-, la posibilidad de no perder lo colectivo y lo solidario en un medio de tanta hostilidad.


Cada vecino y vecina, incluso algunos que estaban de paso por la ciudad, tomaron la palabra, un ejercicio democrático que vale la pena no olvidar. Distintas generaciones se hicieron de la piel de los abuelos y abuelas. Los y las más grandes, recordaron referentes políticos, como Agustín Tosco, para no abandonar el timón y seguir adelante.
La tristeza detrás de los ojos, caló el brillo de la ronda de una tarde de marzo, fría. “La memoria de los abuelos y abuelas, es clave”, dice Pachi Franco, y da cuenta entre sus palabras, de la intención de que se borre, directamente, a este sector de la sociedad, que es la transmisión hacia las otras generaciones, de la historia y la experiencia vivida.


En un abrazo compartido, la despedida fue una invitación también a la juventud para seguir presentes en la Plaza y celebrar el encuentro, que ante todo, en un contexto de agresiones permanentes, se convierte en un hecho disruptivo.


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Las palabras no son ingenuas. A pocos días de un nuevo aniversario del último Golpe de Estado en nuestro país, es fundamental combatir también la violencia vigente con memoria.
Hace cuarenta años, comenzaban -en aquella transición democrática-, los intentos por desmilitarizar la política. Los distintos gobiernos no consiguieron desmantelar el aparato represivo, mientras que la actuación policial fue ganando poder y control territorial, y en el presente las fuerzas de seguridad vuelven progresivamente a la escena pública, incrementando poder y violencia, desde un enfoque que intenta re posicionar su lugar en el pasado.
En el marco de la seguridad y la defensa del orden, se generan nuevas formas de gobierno que avalan -por ejemplo- la abolición provisional de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. La excepcionalidad -explica el pensador Giorgio Agamben- construye un umbral entre democracia y absolutismo. El problema más grave aún, es cuando las lógicas excepcionales y autoritarias se convierten en prácticas permanentes de los gobiernos, amparadas -paradójicamente- en el sostenimiento del orden constitucional.
A lo largo de estos 14 meses de gestión, la acción y los discursos políticos, han hecho de la excepcionalidad, ni siquiera una figura, sino la forma que va adquiriendo y determinado a este modelo “democrático”. Sin embargo, la contracara a estas formas de imponer poder, está marcando la historia en las calles de una Argentina que intenta no olvidar para nacer de nuevo.

*Fotos: Euge Marengo