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Juicio por Joaquín Paredes: alegatos

Compartimos la síntesis elaborada en trabajo colaborativo entre las distintas organizaciones sociales, feministas y de derechos humanos de la región que acompañan a la familia de Joaquín.

Audiencia del lunes 14 de agosto

A las 9.40 comenzó el juicio con un último testimonio de una mujer que antes no pudo declarar.

Graciela Arias vive a dos cuadras de donde ocurrieron los hechos, pero la despertó el “tumulto” y se levantó y salió a preguntar qué pasaba. Vio que a alguien le pegaban, era un policía al que le pegaban unos chicos, a los que retó para que lo soltaran. Un abogado defensor le preguntó si sabía si los jóvenes solían estar armados, dijo que no pero a la vez amplió que desde hace 24 años vive en La Rioja y viene cada quince días a ver a su madre que es mayor. Su testimonio no fue relevante por lo que a los treinta minutos había finalizado.

El presidente del tribunal pregunta a los imputados si quieren decir algo y todos contestan que “se remiten a lo ya declarado”.

Foto: Juan Mazzeo

Después de un cuarto intermedio comienza el alegato de la fiscal que instruyó la causa: Fabiana Pochettino. Contextualiza el hecho ocurrido en pandemia, cuando seguían aun las restricciones. Ella se trasladó a Paso Viejo y desde esa misma mañana del 25 de octubre de 2020 comenzó a tomar testimonios. Desmenuza el hecho en forma cronológica ubicando en espacios lo que ocurrió. Así se refirió a la plaza donde el subcomisario Sosa Gallardo, en ocasión de controlar el respeto a las restricciones se acercó con otros agentes a siete jóvenes que estaban en la plaza y mediante una ostentación de intimidación, baja del móvil policial con un arma y parece cargarla cuando les dice a los jóvenes “que se vayan”. Sosa Gallardo dijo en su declaración que estaba “controlando’ el arma: a lo que la fiscal comenta: “curioso lugar para controlar el arma”, además que los expertos expusieron que tal control se hace en un lugar seguro, nunca ante grupo de personas, por el peligro que implica. Pero aquí el móvil de Sosa Gallardo era intimidar, amenazar, por lo que se puede deducir que no era la primera vez que lo hacía.

La fiscal demuestra que a través de los celulares de los imputados tuvieron mucha información. Por ejemplo: que a las 3.25 Alvarado avisó a su cuñado que “váyanse de ahí porque vienen móviles de Soto, que no se hagan meter presos”. A las 3.29 Alvarado vuelve a avisar a su cuñado, lo que habla de la premeditación de lo que se hizo.

El segundo momento la fiscal lo ubica en el dispensario, donde se corrieron los jóvenes luego de ser amenazados en la plaza. Ahí se comprueba que los policías dicen que volvieron a ordenar que se retiren del lugar los jóvenes porque hubo un llamado al 101, solo que se comprobó que a ese número no llamó nadie entre las 12 hs y las 9 del otro día, por lo que se descarta el motivo de “que alguien les pidió que intervengan porque había disturbios en Paso Viejo”.

A las 4.18 se pide colaboración a Solo. ¿Piden tres móviles policiales para “retar a siete jóvenes?”. Usaron como excusa el Covid, pero no pusieron orden en otras personas que había en la plaza, ni en quienes festejaban un cumpleaños, ni en el kiosco El lobo de Bustos, donde se seguía vendiendo bebida alcohólica. No era a lo que iban, porque en los mensajes de WhatsApp los policías decían “que iban a correr a las ratas’, en otra ocasión hablaron “de salir a cazar saros’, por lo que se comienza a pensar en premeditación: provocar a los jóvenes para que cuando respondan, tener motivo para castigarlos, en este caso: dispararles.

La fiscal también deconstruyó la declaración de los imputados que se refirieron a que tiraron un tiro al aire para disuadir. Los expertos aseguraron que un tiro al aire no se enseña que sea para disuadir, por lo peligroso. Que dispararon porque se sintieron en riesgo, porque los jóvenes les tiraban piedras y los hirieron. En los informes médicos ningún policía tenía golpe ni herida. Se comprobó que los jóvenes arrojaron piedras cuando en el dispensario no les ayudaron cuando ya Joaquin estaba herido y luego en la comisaria por el mismo motivo. Los policías mintieron que hubo una “lluvia de piedras”: en las fotos de los móviles policiales, solo uno tiene un vidrio roto y un bollo en una puerta. Dispararon a matar a más jóvenes con las balas que dispararon y por una cuestión fortuita no lo hicieron.

La fiscal comparte los mensajes de Sosa Gallardo con su superior Romera sobre lo ocurrido esa noche. La balacera fue a las 4.30 y recién a las 5.52 ese superior se entera que hay una persona muerta. Sosa Gallardo le dice que hubo una detonación y que por eso dispararon. Como hacía dos meses había ocurrido lo de Blas Correas, Romero le dice a Sosa Gallardo: “no inventemos nada, no plantemos nada, dejemos las cosas como están” (porque hubo intención de plantar un arma en la escena: con un disparo de arma reglamentaria sobre una puerta de uno de los móviles).

Por todo lo expuesto la fiscal pide prisión perpetua para los cinco policías y le solicita al Jurado Popular que no todo es lo mismo, que aquí no estamos juzgando a la institución policial, sino a policías que cometieron delito y el mensaje debe ser para la sociedad: la fiscal dijo «el caso Blas Correas cambió la policía en la capital, que este caso cambie la policía en el interior, porque no todo la lo mismo.»

Foto: Juan Mazzeo

El siguiente alegato lo dio el abogado querellante de la familia de Joaquín: Claudio Orosz, quien estuvo de acuerdo en todo lo que fundamentó la fiscal y en la condena que ella solicitó y se dedicó a desmenuzar la declaración de cada imputado donde hablaron de “que actuaron porque los llamaron, porque había disturbios’. La policía sabe que ante la palabra “disturbio” se llama a infantería. Hablan de que sufrieron lesiones en sus cuerpos por las piedras: los informes médicos desmienten esa declaración. Mintieron al decir que les destruyeron la Amarok a piedrazos y hay una foto que los desdice. Queda claro que aquí Sosa Gallardo tenia una historia de vieja data con uno de los jóvenes, al que llaman Voltillo, quien ha perdido la audición de un oído por los golpes de Sosa Gallardo en otra oportunidad, por lo que el querellante expone que este subcomisario es el autor intelectual de la balacera, solo que no estuvo en el hecho, agitó a otros para que lo hicieran.

Orosz también propone al Jurado Popular que se acuse de falso testimonio a una de las testigos porque “mancilló el honor de Joaquín al decir que le había pegado a su abuelo’. También se explayó sobre la alteración de la escena del crimen, que no se valló hasta las 10 de la mañana.

Inmediatamente continúa el alegato Ramiro Fresneda, querellante junto a Orosz de la familia de Joaquín. Expuso que el motivo de esta intervención policial se centró en el no respeto a las restricciones por la pandemia, pero el objetivo era amedrentar a siete jóvenes, sino no se explica cómo llegaron tres móviles policiales al lugar. Cuestiona Fresneda la pregunta que hizo un defensor a una testigo: ¿cómo esta Paso Viejo luego de este hecho?: justificando la represión cuando le contestaron que los chicos ya no se juntaban. Enumera lo que hubo en este hecho: violencia institucional, alteración de la escena del crimen, amenaza, disparo disuasivo que no debe hacerse, apuntaron a matar, no intervinieron los policías para impedir este delito y asevera que hubo mucho miedo de los testigos siendo el daño a los jóvenes “inconmensurable”.

Foto: Juan Mazzeo

A las 16.20 comienza el alegato del abogado querellante de Brian, el joven herido en el brazo, que dura veinte minutos porque coincide con lo que expuso la fiscal y los dos colegas que lo antecedieron, pidiendo la misma pena.

Por último, alega el defensor de menores del Poder Judicial-Illia-quien expone que no se tiene en cuenta en los juicios que involucran a menores, a los asesores letrados que hay, porque debe haber “perspectiva de infancia” y sin decirlo directamente, entendimos que este tribunal no lo convocó, siendo que es un asesor letrado para estos casos. Debió presentarse él mismo “y tocar el timbre’ para poder ser parte de lo que debe tenerse en cuenta cuando hay menores en un juicio como es este.

Este martes 15 de agosto continúan los alegatos de los defensores de los imputados, desde las 9 de la mañana.

Foto: Eugenia Marengo

Acompañan en este Juicio las siguientes organizaciones:

Movimiento Plurinacional disidente y feminista de Capilla del Monte. Movimiento Campesino de Córdoba. Unión de trabajo Popular. Radios comunitarias. Mesa de la Memoria de Cruz del Eje. La Colectiva. Colectivo Justicia por Joaquín. Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Córdoba. Mesa de Trabajo por los DDHH de Traslasierra. Familiares de víctimas de gatillo fácil de la provincia de Córdoba.

Facebook: Justicia por Joaquín

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