En el espacio legislativo, los tres concejales de los bloques minoritarios le recordaron al oficialismo que lo que pasó ya lo habían anunciado. No es la piedra del Zapato a la que se refirieron sino a los reclamos que no fueron escuchados por los cuatro ediles del bloque mayoritario.
Fue a partir de la información que le hizo llegar el municipio al Concejo en la que se hace saber que queda sin efecto la ordenanza que otorgaba la concesión al Sr. Walter Agra.
En esa sesión, los tres espacios se expresaron pidiendo que no se comentan los errores de ese día de aprobación y solicitaron que se los pueda escuchar
Al tomar la palabra el Concejal Fumiato, enfatizó el deseo de sentarse a estudiar nuevas propuestas que estén en el marco de la ley:
«Los tres concejales señalamos que se debía respetar el pliego de licitación. Es valioso que el Ejecutivo haya tomado esa actitud, el intendente entendió que no podía ir en contra de las arcas municipales. Los concejales que en ese momento nos opusimos no deseábamos que este momento llegar (…) Esperamos poder seguir aportando. En esa oportunidad buscamos justamente tomar con responsabilidad nuestro rol. Esperamos que nos podamos sentar a estudiar las propuestas y poner en condiciones rápido el Paseo El Zapato»
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Por su parte, la referente de Juntos por Capilla, Gabriela Negri, recordó que le habían dicho que no se podía y pidió que «no vuelvan a tropezar con la misma piedra»
«Yo me fui con un profundo pesar el día que discutimos la licitación de El Zapato por no poder acompañar el proyecto. Expresé mis razones y mis argumentos. Lamentablemente debo decir que no estábamos equivocados. Estamos a mediados de junio y no quisiera que nos encuentre noviembre en esta misma situación. Esperamos que reflexionen sobre lo sucedido. Les marcamos lo que iba a suceder. ¿Qué abogado les iba a aconsejar que escribieran por 30 años si la ley lo prohibía? ¿Qué abogado les iba a aconsejar que aprobaran un contrato con un tipo societario que por ley tiene impedido contratar para prestar servicios en los estados municipales?»
También Rodriguez, concejal por Compromiso Federal, se manifestó y pidió que el oficialismo aprenda a escuchar:
«Cuando se mandó a este Concejo, vino con los 30 años. No estamos haciendo juicio de valor sobre el Sr. Agra, sino de las formas de la concesión. Yo si soy el beneficiado, me agarro de eso de los 30 años. Aprendamos todos, nosotros y del Ejecutivo, a escuchar. Al final, por no escuchar, vienen estos problemas»
Sobre la renuncia de Agra a la Concesión
A las apuradas, el 8 de abril, el Concejo Deliberante trató sin dar tiempo a debate de comisión, la concesión directa de Paseo El Zapato. El beneficiario: Walter Agra, titular de una SAS sin movimientos.
Agra había sido beneficiado por los concejales del oficialismo en una aguerrida sesión en la que se les reclamó a los cuatro ediles del partido gobernante que no podían aprobar una concesión sin contrato ni garantías.
Tras cincuenta días en el que ni se dieron a conocer los detalles de la concesión, el empresario publicó en su cuenta de Facebook que en su carácter de titular de la empresa Public Design SAS. informa al municipio que no llevará adelante la concesión, uso, explotación, administración y mejoras del Complejo El Zapato.
Agra se quejó del pedido del municipio de hacer cumplir el pliego que fue desierto y consideró que resulta inviable económicamente. Además, remarcó que pidió una exención de las tasas y que el municipio la rechazó.
Además, manifestó su disconformidad con los concejales «que no apoyaron la propuesta» y calificó a Fumiato como uno de los que generó en su contra una campaña de desprestigio.
¿Por qué Agra debía cumplir el pliego original de licitación?
La ley 8102, que rige en la Provincia de Córdoba señala que la concesiones se realizan por un máximo de 15 años. En esta oportunidad Agra había elevado un proyecto de 30 años.
Además, para realizar una concesión directa lo tienen que hacer por las condiciones del pliego. Por tanto, esas son las que deberán regir, no nuevas condiciones. De hecho, en el momento de la votación, al no conocerse el contrato, no se sabía cuáles eran las condiciones. Sólo había un plan de obra, que no detallaba qué pasaba ante incumplimientos.
