Bialet: Con «prepotencia y afán de lucro» buscan avanzar sobre el territorio Comechingón
El incendio intencional ocurrido en la zona del Territorio Cochatalasacate Indígena, Reserva Natural y Cultural no fue una acción aislada según pudo dar a conocer en un comunicado la Comunidad Ticas del pueblo Comechingón.
Con fecha de 4 de junio, la publicación de la comunidad repasa una serie de acontecimientos que demuestran el avance sobre este territorio ancestral y remarca: «insistimos y apostamos por la defensa de nuestro monte nativo, de nuestros territorios y de la vida: ¡Por un buen vivir!»
«En estos últimos días han ocurrido una serie de hechos que nos ponen nuevamente en la necesidad de hacer una denuncia pública y un llamado a la solidaridad de la comunidad toda. Estos hechos, que enumeramos a continuación, significan un nuevo avasallamiento a nuestro territorio por parte de aquellos que se creen “dueños” de la tierra y que con su prepotencia y afán de lucro, se hacen presente en nuestro territorio comunitario, que es reserva natural y cultural.
✍ Desde hace unos meses y en PLENA CUARENTENA ya veníamos observando y sufriendo cortes de alambres, rotura de carteles, autos merodeando y máquinas trabajando en la zona del territorio de la comunidad. Finalmente el día 27/05 se presentaron “supuestos dueños” con personal de trabajo, sacaron los postes y alambres de la comunidad y descargaron materiales para comenzar a trabajar y hacer un nuevo alambre. Ante ello se hacen presentes integrantes de la Comunidad junto a un móvil policial que los hace retirarse por no contar con habilitación para trabajar.
✍ El día jueves 28/05 volvieron estas personas a retirar los postes que vecinos/as, junto a la comunidad, volvieron a colocar junto a cartelería (que señalan la reserva natural y cultural). Vale aclarar que estas personas se hicieron presentes ahora, no son reconocidas por los/as vecinos/as del lugar.
✍ El día 03/06, mientras la comunidad se encontraba en momentos de tensión, ya que los bomberos y vecinos/as de la zona se encontraban trabajando en un incendio intencional en inmediaciones del territorio, nuevamente volvieron a hacerse presente los supuestos «dueños». Esto es advertido por vecinos/as, los/as cuales les comunican a estas personas que se encontraba gente en la comunidad para poder entablar un diálogo. No obstante ello, estas personas proceden a tirar abajo nuevamente el alambre del territorio, lo cual implica una turbación de la posesión.
✍ No obstante los avisos y advertencias que se les ha hecho a esta gente en relación a la imposibilidad de avanzar sobre territorio indígena, esta mañana se hicieron presentes nuevamente con personal para trabajar. Ante ello se hace presente la comunidad y un móvil policial. En ese momento, los efectivos de la policía les solicitan que se dirijan a la comisaría para aclarar la situación, debido a que no cuentan con papeles habilitantes para trabajar en la zona. Además, al tratarse de una reserva, deberían contar con una habilitación de la Secretaría de Ambiente de la provincia.
Insistimos y aclaramos que estas personas que se reconocen dueños del lugar no son oriundos de Punilla: los operadores de la construcción se radican en barrio SEP y los supuestos compradores son de la localidad de Luque. Nunca se acercaron a dialogar ni a consultar e irrumpieron violentando el territorio, destruyendo una canchita de fútbol de los/as los/as de la zona, perturbando la construcción pacífica y comunitaria que venimos construyendo en el lugar.
Así, una vez más tenemos que salir a denunciar el avasallamiento y avance sobre nuestro territorio por parte de personas y empresas desarrollistas que entienden a la tierra como un negocio. Además de todo lo relatado, quisiéramos denunciar la existencia de amenaza de muertes a mujeres por parte de este mismo desarrollismo, de gente que especula con los negocios inmobiliarios.
En tiempos de pandemia, en momentos de esta gran crisis social-económico-sanitaria que puso más en evidencia la necesidad de territorios sanos, de cuidados colectivos y de defensa y recuperación de los modos de vida ancestrales que los pueblos originarios y las familias campesinas aun practican, se hace incluso más grave esta amenaza siempre presente de quienes no entienden otra lógica que el lucro.
