Femicidio: «La gente nos pregunta cómo anda todo y la verdad todo está igual que hace un mes», señaló la hermana de Cecilia Basaldúa
Hoy se cumplieron dos meses de la aparición del cuerpo sin vida de Cecilia Gisela Basaldúa, asesinada en Capilla del Monte. Hay un detenido. Sin embargo, desde el entorno familiar de Cecilia consideran que hubo varias personas involucradas.
Desde Villanos Radio conversaron con Soledad, hermana, por las acciones de memoria y pedido de justicia que están previstas en 4 ciudades del país a dos meses del hallazgo de su cuerpo.
«Estamos tratando es visibilizar el caso para meter presión y hacer de esta manera que se mueva la causa para tener una respuesta»
? «La causa está parada. No hay respuestas, estamos en la nada. La gente nos pregunta cómo anda todo y la verdad todo está igual que hace un mes», expresó Soledad y comentó: «Nos dicen que la demora es por la pandemia pero en Córdoba hubo otro caso que en cuatro días le dieron el resultado de ADN» (…) «Estamos esperando los resultados de ADN, resultados de la autopsia y dicen también que hay una prenda del chico que tienen detenido»
En horas de la mañana, la familia de Cecilia difundió en las redes un comunicado en el que remarca:
«Seguimos sin saber cuál de todas las hipótesis puede ser la más real de lo sucedido, debido a las contradicciones que van surgiendo.
Un caso llevado de forma muy lenta, respuestas que no llegan y las fuerzas policiales y judiciales que no responden en la medida que deberían.
Ceci llegó a Capilla para concretar su sueño de escribir un libro, el libro de sus viajes. Cuatro años viajando por el mundo y quería contarlo.
Pero el 5 de abril desapareció y tras una búsqueda exhaustiva apareció asesinada el 25 de abril, casualmente cuando sus padres pudieron llegar al lugar, ya que no es fácil trasladarse en cuarentena»
Por su parte, la comunicadora social y integrante del Movimiento Plurinacional de mujeres de Capilla del Monte, Eugenia Marengo, repasó en La Tinta, los sueños de Cecilia:
«Cecilia, viajera y artesana, conocía este lugar y decidió reencontrarse con el pueblo que la cobijó en 2009, cuando acampó por primera vez. Hacía casi cinco años que andaba viajando por distintos países de Latinoamérica, conocía el corazón de los territorios de este inmenso continente maltratado. Habitó con sus guardianas, con las comunidades sabias que reconocen la vida, ante todo, del entorno natural que las y los alberga con generosa riqueza»
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