Después de tres semanas, en San Juan hay miles de personas viviendo a la intemperie. Salvo en algunos lugares muy puntuales la situación es más que caótica y la ayuda del Estado tarda en llegar.
Texto de Miguel Ambas – Agencia Farco . Audio de Una Radio Muchas Voces
«En San Juan hubo un terremoto y hay gente que la está pasando muy mal. Mientras no rompamos el cerco informativo va a ser difícil romper la modorra de los funcionarios»
Miguel Ambas de la FM La Lechuza.
El pasado 18 de enero hubo un terremoto en San Juan. No un sismo, ¡un terremoto! Pero hay algunes que le bajan el precio. No se porqué, o sí sé.
Fue el más importante desde aquel de Caucete en 1977. Fue un milagro que no hubieran víctimas fatales. La hora, el bendito Master Cheff, el hecho de que en San Juan hay más casas anti-sísmicas que antes, producto de los barrios que se construyeron en los últimos 15 años. Sí, es verdad que pudo haber sido peor. Algunes se quedan con eso.
Pero ya pasaron tres semanas y hay gente durmiendo a la intemperie. Ayer llovió en nuestra zona. Un bardo mal. Familias enteras debajo de nylons, apretadas al resguardo de un parral. Los edificios públicos bien. Bien cerrados. Los módulos de emergencia pocos. Poquísimos .
Las casas caídas son de la gente más pobre. Alguien dijo por allí “a Los Nadies se le cayó la casa”. O sea, a nadie se le cayó. Otro sería el cantar seguramente si se hubiera caído un barrio residencial en la ciudad misma de San Juan.
Somos de El Abanico, así se llama nuestro paraje en el que está La Lechuza, la primera radio comunitaria de la provincia. Estamos por cumplir 11 años, aunque el de la pandemia y este del terremoto deberían valer doble. Es decir, debemos andar por los 15 ya. Algune dirá “la niña bonita”, pero nosotres más bien pensamos que queremos parecernos a las jóvenes de nuestra comunidad. A las que luchan y no se resignan. A las que se organizan y pelean en las asambleas. A las que saben ir para adelante siempre.
La radio es hoy el centro de la articulación entre lo poco que aún está haciendo el Estado y la solidaridad de las organizaciones y la gente suelta.
Pero ojo al piojo. No hay en San Juan lechuzas en todos lados ni “orgas” con mecanismos aceitados. Es lo que hay. Lo que nuestra sociedad construyó en estos tiempos y no alcanza. Muchas ganas y poca construcción. La mayoría de les afectades están en pelotas y a tres semanas del terremoto las cosas están fuleras y con la solidaridad de este pueblo maravilloso no alcanza.
En San Juan se habla de 30 mil casas afectadas y de 3 mil colapsadas por completo. ¿El plan de contingencia? Bien, gracias.
Mientras tanto, nosotres hacemos lo que podemos: olla popular, actividades con les niñes, organizar reuniones entre vecines , gestiones aquí y allá, y, sobre todo, tratar de romper el cerco informativo.
En San Juan hubo un te rre mo to …y con la solidaridad no alcanza.
Contactos para ayudar a la comunidad de El Abanico.
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