Es por el trabajo sobre genética humana realizados por la francesa Emmanuelle Charpentier y su colega estadounidense Jennifer Doudna.
Las genetistas Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna fueron premiadas con el Nobel de Química por sus investigaciones sobre las «tijeras moleculares», un descubrimiento que es considerado revolucionario por su capacidad de modificar los genes humanos.
La investigación permite modificar el ADN de plantas, animales y microorganismos y desde su implementación, surgieron nuevas terapias contra diferentes enfermedades como el cáncer.
El método desarrollado por estas científicas » puede hacer realidad el sueño de curar enfermedades hereditarias», subrayó el jurado.
El desarrollo de las científicas permite «cortar» el ADN con mucha precisión para, por ejemplo, corregir una mutación genética de una manera sencilla y económica.
Aunque cueste creerlo, con estos reconocimientos todavía no se llega a diez mujeres en ser reconocidas con el Nobel en éste rubro.
