Agua en Faldas del Uritorco: «La situación es crítica. Ya no tenemos más margen»
Barrio Faldas del Uritorco sufre una profunda falta de agua potable. Más de 90 firmas de vecinos y vecinas del barrio avalan un documento presentado el 18 de julio a Emoss, con copia a la intendencia. Reclaman que es la primera vez en muchos años que la situación es tan crítica y señalan que está ingresando agua a los tanques más o menos entre 40 minutos y una hora cada tres días.
La nota presentada ante el ente municipal de agua remarca que «Los vecinos nos vemos obligados a elegir entre nuestra higiene personal, el lavado de ropa o el aseo hogareño. Demás está explicar la imposibilidad del riego de huertas, relevante actividad para la economía de las familias» y afirma que mientras falta el agua se identifican pérdidas en caños de la red.
«A su vez, de una manera completamente asimétrica, nos exigen el pago de tasas que no se corresponden con el servicio efectivamente prestado, lo que implica una completa desigualdad de la obligación exigida en relación a los otros barrios»
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El texto completo
Capilla del Monte, 16/07/2024
RECLAMO POR FALTA DE SERVICIO DE AGUA POTABLE
A la máxima autoridad de EMOSS Capilla del Monte:
Quienes suscribimos el siguiente documento exigimos:
- La urgente regularización de la provisión de agua potable en el barrio Faldas del Uritorco con los caracteres propios de un servicio público a saber: regular, uniforme, general, continuo, obligatorio.
- La devolución de sumas percibidas en concepto de tasas por servicios que no hayan sido efectivamente prestados, y la correcta facturación de las próximas obligaciones.
- En forma paliativa, la provisión diaria de bidones de agua potable para cada vivienda perjudicada y el llenado de tanques mediante el camión cisterna de forma continua.
- Información oficial, veraz, detallada y oportuna sobre los alcances de la red proveniente del pozo de agua barrial, como también sobre planes de inversión y reparación necesarias para una definitiva solución al problema de falta de provisión del servicio.
Hechos:
Los habitantes del barrio Faldas del Uritorco padecemos la grave escasez del suministro de agua potable. La frecuencia del mismo y desde hace ya cuatro meses es cada 72 horas y el tiempo promedio de provisión es de una hora. Es decir que sobrevivimos con diez horas de agua por mes.
En muchas de las viviendas, dependiendo de su altura geográfica no alcanza a completarse el llenado de los tanques por la débil presión con la que se provee el servicio.
En estos primeros días de Julio pasando un período de 96 horas, la prestadora realizó un “experimento” que permitió a un reducido grupo de habitantes mejorar su situación, ensayando a su vez otras soluciones relacionadas con la energía eléctrica. Transcurridas 168 horas, es decir siete días más, seguimos sin efectivas respuestas.
Las cañerías de la red se rompen permanentemente ocasionando importantes pérdidas que redundan en menos agua para repartir.
Los vecinos nos vemos obligados a elegir entre nuestra higiene personal, el lavado de ropa o el aseo hogareño. Demás está explicar la imposibilidad del riego de huertas, relevante actividad para la economía de las familias.
Esta situación, si bien no es nueva, ha empeorado en este tiempo.
Históricamente se han justificado las deficiencias del servicio en nombre de “la sequía”. En febrero del año 2019, a pesar de nuestra resistencia, nos impusieron arbitrariamente la realización de una obra presuntamente útil para conectar la red del pueblo a la del barrio, supuestamente para bombear desde la red principal hacia arriba, o quizás al revés. Así lo Expresamos, ya que no tuvimos acceso a ninguna información sobré la planificación de la misma, pero sí la presencia de 40 policías que nos mantuvieron alejados de su quehacer, generando un humillante espectáculo público.
Sin embargo, no hubo respuesta a la escasez. En el año 2023 se realizó la perforación para un nuevo pozo de agua, obra con la que todos acordamos y festejamos. Pero nuestra esperanza pronto se esfumó. Los períodos entre reducción más o menos rigurosa se alternaron. Pasamos tremendos momentos con incluso cinco días sin agua, similar a los momentos actuales.
Vecinos del barrio, con mucha perseverancia continuamos esperando. Algunos voluntariosos integrantes conformaron una comisión de agua para ayudar a la EMOSS a solucionar el problema tratando de hacer eficaz la comunicación de manera verbal, actuando como coordinadores y voceros, para registrar y cotejar resultado proceso de normalizar el suministro.
Pese a todos nuestros esfuerzos, hoy nos encontramos en la situación actual descripta. Ahora contando con innumerables reclamos y absoluta falta de información certera. Versiones, excusas y justificaciones que podrían ser atendibles, en este contexto ya parecen no terminar nunca. A estas alturas no podemos solidarizarnos más con los intentos inciertos y fallidos. Somos nosotros quienes necesitamos su comprensión y avocamiento total para solucionar esta cuestión tan delicada.
La opción paliativa del suministro a través de camiones cisterna también fue y es muy problemática, ya que es incierto el momento de su llegada, dificultando la organización de los tiempos, especialmente los laborales. En el caso de lograrlo, los encargados del reparto domiciliario nos manifiestan que no pueden subir hasta los tanques de las propiedades, lo que impide a muchas personas el acceso a esa opción.
Cabe dejar por sentado que el agua provista no es potable, incluso viene de color marrón y con palitos.
A su vez, de una manera completamente asimétrica, nos exigen el pago de tasas que no se corresponden con el servicio efectivamente prestado, lo que implica una completa desigualdad de la obligación exigida en relación a los otros barrios.
Se han expedido intimaciones sobre deudas que entendemos incorrectas por el mismo motivo señalado.
Por todo lo expuesto, queda claro que se nos hace imposible organizar nuestra vida cotidiana de manera digna. Estamos jaqueados por el momento exacto en el que pueda abrirse la bendita llave que luego de la terrible restricción se abrirá por una hora.
Sobra explicarlo, esta situación afecta nuestra salud, nuestro bienestar, nuestra seguridad, nuestro trabajo, nuestro ambiente, en definitiva, cada aspecto de nuestra vida cotidiana. La incertidumbre nos
produce una gran angustia. Probablemente este sea el único barrio que teniendo agua en las napas de su pozo padece esta irregularidad, lo que nos deja en una posición de desigualdad y discriminación en relación a la comunidad capillense toda.
No pretendemos 24 horas de servicio, pero si una cantidad que razonablemente sea suficiente y diaria, con la necesaria regularidad que permita la organización hogareña.
Todo lo expresado puede ser comprobado mediante el testimonio de cualquiera de los habitantes del barrio, también mensajes y audios de whatsapp, con entrevistas públicas radiales, y reclamos escritos.
Derecho:
Fundamos este reclamo por el derecho que nos otorga la Constitución Nacional en su artículo 42, las Convenciones Internacionales sobre derechos Humanos: “Declaración Universal de Derechos Humanos”, artículo 25, “Pacto Internacional de derechos económicos sociales y culturales”, articulo 11, “Convención sobre ics derechos del niño “, artículo 27, “Convención sobre personas con discapacidad”, artículo 9, como también en la Constitución Provincial, artículos 15 y 66, “Ley de defensa del consumidor” 24240, artículos 4,5,25,26, concordantes con el Código Civil y Comercial de la Nación, artículo 240, La “Carta del Ciudadano” ley 8835 de la provincia de Córdoba , la ley Nacional 27275 y provincial 8803 sobre acceso a la información pública.
Por todo lo expresado, por el derecho y la necesidad que nos asiste, exigimos que de manera urgente se arbitren los medios eficientes para regularizar la situación de la provisión del agua potable del barrio Faldas del Uritorco, que se realice la facturación conforme al servicio efectivamente prestado, y se produzca la devolución del excedente. A su vez que se operativicen los medios paliativos y se nos brinde la debida información sobre el desarrollo y planificación del servicio.
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