Un nuevo capítulo para privatizar EPEC
El Gobierno provincial la quiere convertir en Sociedad Anónima y así acceder al mercado de capitales. Con el deterioro del Convenio Colectivo hay una “clara política privatista”, dicen los trabajadores; quiénes resisten para que la empresa siga siendo pública e integrada.
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No es la primera vez que un gobierno pretende privatizar la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), en manos del Estado desde el año 1946.
Por El Megáfono
Esta vez, en concreto, el gobierno de Martín Llaryora quiere convertir a EPEC en una sociedad anónima (S.A) y niega que esto sea una privatización.
Para el Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba capital (SLyF), la iniciativa es más que clara. “Dicen que no será privatizada, pero al transformarla en sociedad anónima, el Estado podría vender acciones ante cualquier necesidad de fondos. Esto ya lo intentaron antes, y siempre resistimos. Es la única empresa estatal que integra generación, transmisión y distribución de energía en el país”, señaló recientemente Alfredo Seydell, secretario de Derechos Humanos del SLyF.
Este miércoles hubo un acto en la sede sindical de Córdoba con presencia de afiliados y todas las centrales obreras de CGT y CTA, además de organizaciones estudiantiles, gremiales y vecinales. El mensaje fue claro: “Sociedad Anónima=Privatización”.
El propio Daniel Pastore, ministro de Vinculación y Comunicación, reconoció hace dos semanas en La Voz del Interior que la empresa “está funcionando bien. No hay interés en privatizar ni en incorporar capital privado”.
Aunque habló de “ampliaciones de funciones” ya que como S.A, EPEC tendrá “posibilidades de acceder al mercado de capitales”.
Es decir, el Estado seguiría teniendo las acciones de la empresa pero abiertos al mercado del endeudamiento.
El rechazo de los trabajadores es porque “no solo tarde o temprano van a avanzar en el patrimonio de los cordobeses, sino por la pérdida del rol social que tiene la empresa de garantizar la energía en lugares donde una empresa privada no lo haría”, señaló Roxana Maldonado, secretaria de prensa del SLyF.
Pero además, agregó Maldonado, está “la pérdida de soberanía energética. EPEC es una de las pocas en la órbita estatal después de la ola privatizadora de Menem”.
La historia es larga
Vale la pena repasar el recorrido histórico. Ahí se puede ver cómo los intentos privatizadores fueron cambiando de modalidad y se enfrentaron a la resistencia de los trabajadores que lo impidieron.
En 1992, durante el gobierno de Eduardo Angeloz, se intentó dar concesión privada a la explotación de algunas centrales a un grupo integrado por Fiat Argentina y Roggio, entre otros.
En ese entonces, pero a nivel nacional, se producía el desguace del patrimonio público. En el caso de las energéticas, como se puede ver en este informe, se partieron las empresas integradas en manos del Estado para repartirlas en nuevas unidades de negocio al capital privado. Por ejemplo la pública SEGBA (Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires) fue segmentada en siete: dos unidades de generación (las centrales térmicas Manuel Belgrano y Dock Sud), dos líneas de transporte de 500 KW a manos de Transener y Transba y tres redes de distribución para Edenor, Edesur y Edelap.
En 1995, el gobernador Ramón Mestre intentó aprobar una ley para dividir EPEC en dos S.A y tampoco pudo. Las luchas de los trabajadores en Córdoba lograron resistir a esa intentona.
En el año 2000, cuando el gobernador era José Manuel De la Sota, se logró aprobar una reforma para vender EPEC, el Banco de Córdoba, las rutas y el agua. Pero tampoco pudo por la resistencia y lucha de los trabajadores en las calles con una movilización histórica en noviembre de 2001.
Más recientemente, en abril de 2018, el Directorio de EPEC emitió cuatro resoluciones que violaban varios artículos del Convenio Colectivo. Y también un nuevo Marco Regulatorio Eléctrico que pretendía desintegrar la empresa en sus áreas de Generación, Distribución y Comercialización.
Si bien no pudieron con esto último, sí impusieron a través de la Unicameral, tres leyes que modificaron artículos del Convenio Colectivo.
En el fondo la privatización
Con el ataque al Convenio Colectivo, señalan los trabajadores, la empresa emprendió una política privatista. Achicamiento, ajuste, tarifazos, tercerizaciones y vaciamiento, impulsado por la apertura de un proceso de Pasividad Anticipada Voluntaria.
“Ya tenemos algunos sectores que han sido privatizados por los distintos gobiernos. Hay empresas contratadas que nos quitan el trabajo y no estamos en condiciones de garantizarlos por la baja de personal”, señaló Maldonado.
Pero además, la iniciativa de convertir a EPEC en S.A “no nace de un repollo sino que está relacionado con el DNU 70/23 de Javier Milei al cuál el gobierno provincial adhiere”, manifestó la secretaria de prensa.
Hay otro punto que también lo saben los trabajadores. Se trata de atribuir las causas de los aumentos tarifarios al “costo Convenio” y no al “encarecimiento dolarizado de la energía mayorista y las malas decisiones de política financiera del Gobierno Provincial que ha generado un grave endeudamiento dolarizado en EPEC”, indicó el SLyF en un comunicado en su página web.
“Desde el 2018 perdimos el 30% del poder adquisitivo del salario. La masa salarial formaba parte del 15% del presupuesto anual y actualmente no llega al 9%. El aumento de la tarifa no va al sueldo de los trabajadores”, explicó Maldonado.
Maldonado sostuvo que “los gobiernos se encargan de dinamitar la empatía de la sociedad cordobesa con la empresa”. Y aclaró: “Hay muchas cosas que se tienen que revisar pero de ninguna manera es una empresa privada que deja a los usuarios días y semanas sin servicio como ocurre en Buenos Aires”.
Hasta ahora, y a pesar de los vientos privatizadores, EPEC lleva más de 70 años siendo pública. “Es por la lucha de los trabajadores organizados y la sociedad que acompañó la lucha para resistir los embates privatizadores”, concluyó Maldonado.