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Anticipan una temporada complicada de incendios

El secretario de Gestión de Riesgo, Claudio Vignetta, consideró que los factores climáticos serán adversos para el combate del fuego este año.

La temporada de incendios forestales comenzó en la última semana con varios focos en distintas zonas de la provincia. El año pasado, cuando la sequía que registraba Córdoba marcaba un récord histórico, se quemaron más de 340 mil hectáreas, en momentos en que lo máximo que se había registrado hasta ese entonces eran 120 mil. Si bien las lluvias durante el verano parecieran haber dotado de humedad las serranías como para mitigar el impacto del fuego este invierno, el secretario de Gestión de Riesgo de la Provincia, Claudio Vignetta, aseveró que los pronósticos no son tranquilizadores.

“Consideramos que la carga combustible en Córdoba sigue siendo muy importante. La sequía histórica continúa en algunas zonas. Si bien ha llovido en gran parte de la provincia, como el este y la zona sur, en el norte y el oeste la situación sigue siendo crítica y es escaso el recurso hídrico. Por lo tanto creemos que va a ser una temporada de incendios forestales importante y complicada”, precisó Vignetta ante la consulta de La Nueva Mañana.

“No somos muy optimistas en cuanto al resultado de la temporada en general, considerando algunas muestras que nos está dando el mundo con relación a los efectos del cambio climático. En California, por ejemplo, el récord de incendios forestales había sido el año pasado y lamentablemente en este 2021 tenemos que decir que ese récord ya ha sido superado. Eso nos da una pauta de que el comportamiento de los incendios va a seguir en forma importante, y que debemos tener todos los recursos listos para trabajar sobre ello”, subrayó.

vignetta
Claudio Vignetta: “Siempre hay tareas para hacer en los incendios forestales y no son precisamente extinguir el incendio. También se puede colaborar en la logística, en que los bomberos tengan raciones de comida y el agua que necesitan”.
Aun así, consideró que no se llegarán a los registros del 2020 pero aclaró: “Tampoco podemos estar tranquilos. Tenemos que estar preparados para lo peor, para poder responder ante los incendios este año”.

Bomberos vacunados y equipados
Vignetta comentó además que para esta temporada de incendios forestales se priorizó la vacunación y el equipamiento de las dotaciones de bomberos. “Todos ellos han sido vacunados con la primera dosis y gran parte ya tiene la segunda dosis. Eso nos da cierta tranquilidad. Les hemos dado prioridad”, aseguró.

En cuanto a equipamiento, recordó que a fines del año pasado, el Gobierno de la Provincia hizo una inversión importante con compra de equipamiento por 200 millones de pesos, que incluyó vestimenta y herramientas. “Hemos entregado a todos mochilas con equipos para incendios forestales de última generación, y en equipamiento, los bomberos voluntarios de Córdoba están a la vanguardia en la República Argentina. Están equipados como cualquier bombero en Europa o en EE.UU.”, precisó.

Una de las situaciones que también se vio con mayor intensidad el año pasado fue que mucha gente en las localidades donde se registraron los focos se acercó para prestar ayuda e intentó apagar las llamas por sus propios medios. Muchos mostraron preocupación porque los frentes persistían por varios días y consideraban que los bomberos estaban desbordados y exhaustos.

Sin embargo, Vignetta alertó sobre este comportamiento. “Los bomberos nunca se vieron desbordados. El cansancio que mostraban es el natural del que se sufre en un trabajo de altísimo estrés y riesgo. La gente sale a las sierras porque el cordobés por naturaleza es colaborador y voluntarioso. Lo que nosotros tenemos que tratar es que esa colaboración sea organizada”, enfatizó.

“Lo que ocurrió el año pasado es que más que ayudarnos, en muchas oportunidades nos jugaba muy en contra tener tanta gente trabajando sin el conocimiento y las medidas de seguridad en la sierras. Lo que tiene que entender el ciudadano es que el comportamiento de los incendios forestales se ha modificado y es sumamente explosivo y peligroso. Eso muchas veces puede causar hasta la muerte. Y si ese riesgo existe para aquellos que están equipados, imagínense para aquellos que van de jean, zapatillas y pullover. Eso nos generó inconvenientes. Es más, en muchas oportunidades tuvimos que bajar los aviones hidrantes porque había gente de civil en la línea de fuego. Si se caen 3 mil litros de agua en un disparo de avión sobre una persona, es muy probable que le produzca la muerte”, enfatizó el secretario.

Es por eso que Vignetta recomendó a los ciudadanos que quieran ayudar en los incendios, que se pongan a disposición de la mesa coordinadora. “Siempre hay tareas para hacer en los incendios forestales y no son precisamente extinguir el incendio. También se puede colaborar en la logística, en que los bomberos tengan raciones de comida y el agua que necesitan”, ejemplificó.

“Me preocupa muchísimo la presencia de personas que no tienen la capacitación, formación ni equipamiento necesario para apagar incendios forestales. Hay que tener mucho cuidado, porque no es sencillo apagar incendios forestales. Eso hay que dejárselo a los especialistas”, cerró.

Leé la nota completa en La Nueva Mañana

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