Ambiente

Cambio Climático: las aves están avisando

Esa locomotora que viene de frente es la crisis climática y, delante de ella, sobrevuelan siluetas que escapan al calentamiento global. Poblaciones de aves que históricamente habitaron el centro de Argentina, hoy, llegan hasta la Patagonia desplazándose hasta 1.300 kilómetros como consecuencia del cambio climático. En los últimos años, de unas 100 especies analizadas, el 77% se moviliza hacia el sur del país cambiando sus conductas y distribución geográfica.

Un análisis científico liderado por Guillermo Sferco -biólogo e investigador de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC)– analiza el comportamiento de las aves del centro de Argentina, dirigido por el Dr. Manuel Nores y con el aporte de datos inéditos de ornitólogos y especialistas como Sergio Salvador.

Su campo de estudio está conformado por Santiago del Estero, Córdoba, San Luis, norte de La Pampa, oeste de Santa Fe, este de Catamarca y La Rioja.

“El cambio climático -comienza diciendo Sferco- está modificando la distribución de las especies latitudinalmente hacia los polos, por lo que las aves del hemisferio norte tienden a cambiar su distribución hacia el norte y las del sur se desplazan aún más al sur. Pero, también, han ocurrido cambios en la disposición altitudinal; es decir, especies que viven en la llanura o en zonas bajas de los sistemas montañosos tienden a buscar mayores altitudes. A esto, se suman cambios vinculados a las migraciones, ciclos reproductivos que se adelantan y la falta de alimento para sus crías”.

La diáspora de las aves: confusión y desorden

La investigación del biólogo Sferco analiza la distribución -en los últimos 40 años- de unas 100 especies que históricamente llegaban a Santiago del Estero y sur de Córdoba. Los resultados del estudio científico, tras comparar dos periodos históricos -desde 1970 hasta el 2000 y desde el 2000 hasta la actualidad-, dan cuenta de cambios significativos: de los grupos de aves estudiadas, cerca del 80% alteraron su distribución y más del 40% superaron un desplazamiento de 100 km hacia el sur.

“El caso más notable es el del Zorzal Chiguanco que llegaba hasta el norte de San Luis, pero que ahora muestra un cambio de hasta 1.300 km en su distribución: en la actualidad, llega hasta la Patagonia. Es una ampliación increíble por lo enorme”, afirma el experto y agrega que este no es el único caso: “Otras especies como el Burlisto Pico Canela, el Cuervillo Cara Pelada, el Zorzal Colorado, el Pato de Collar y el Celestino se desplazaron 1.000 o 700 kilómetros, según el caso, como señal inequívoca del cambio climático”.


En este contexto, Sferco también analizó la reproducción de las aves y los resultados asombran: “Algunas especies están adelantando sus ciclos reproductivos y eso las hace particularmente vulnerables; 41 especies adelantaron 45 días la postura de huevos. Esto tiene consecuencias porque, al anticipar su reproducción, no consiguen los recursos para alimentar a los pichones. En el caso de aves insectívoras, por ejemplo, se encuentran con que los insectos no están activos y entonces no tienen alimento para sus pichones. En otros casos, no tienen frutos porque la fructificación es más tardía y, como ellas comenzaron a reproducirse antes, desafían la sincronía del recurso de supervivencia de la especie. Este es otro aspecto para destacar dentro de las consecuencias de la crisis climática”, advierte el científico cordobés.

Estos análisis biológicos y ecológicos reafirman un proceso de cambio climático: datos que son material de apoyo para sostener que la crisis climática no es un invento y que no hay dudas de que la mano del hombre está modificando los patrones climáticos del planeta evidenciando, con hechos, que la región central de Argentina los sufre en carne propia: “Que el Zorzal Chiguanco haya cambiado su distribución unos 1.300 kilómetros hacia el sur a mi vecino lo puede tener sin cuidado, pero son testimonios agudos que reafirman lo que está pasando con el cambio global del clima en el que estamos inmersos, en proceso de avance incluso. Son signos de que se está produciendo un desequilibrio ecosistémico. Se trata de luces de alerta porque a todos nos va a afectar lo que viene por detrás de estas señales que estamos viendo: aumento de incendios, inundaciones, récords de temperaturas (olas de calor y de frío). Condiciones climáticas extremas y esto, sin dudas, va a impactar de lleno en la población”, remarca Sferco.

Por Daniel Díaz Romero. Sala de Prensa Ambiental

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