El geógrafo y fotógrafo que recorrió más de 160 países es testigo del daño ambiental en el mundo y las consecuencias de la devastación para las poblaciones y la biodiversidad. En diálogo con Una Radio Muchas Voces explicó que los delitos contra el ambiente no pueden prescribir porque al daño lo van a pagar durante años las futuras generaciones.
«Estamos atados de pies y manos. En Córdoba prácticamente no hay poder legislativo opositor»
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Sigismondi explicó ayer en la red social Facebook que «por acción u omisión, la satrapía cordobesista está provocando la destrucción medioambiental más grave que hemos conocido. Nuestros ecosistemas serranos están tan afectados por los incendios, las rutas, las mineras y el avance inmobiliario que el daño es irreversible o, en el mejor de los casos su recuperación llevará mucho tiempo, tal vez generaciones. ¿Qué hizo la satrapía durante los 13 años (2004-2017) en que recaudó el «Impuesto al fuego» (Ley 8751) a razón de 500.000 dólares mensuales, equivalentes a agosto del 2017 cuando fue abolido? ¿Se destinaron los 78.000.000 de dólares a prevenir el fuego y a cuidar el medio ambiente? ¿O se permitió convertir en cenizas el monte nativo para aumentar la posibilidad de la liberación de la tierra a los emprendimientos inmobiliarios, mineras y agronegocios?. Es un fuego racional, premeditado y cruel que quema la vida como una forma de persuadirnos, de manipular la Naturaleza para avanzar más sobre los ecosistemas.¿Qué hará la satrapía y sus cómplices cuando terminen de suprimir los escasos bosques que nos quedan? ¿Levantarán más faros y puentes iluminados? ¿O podremos juzgar sus crímenes de lesa ambientalidad, imprescriptibles?»
Hoy, en diálogo con Entre Mate y Mate, agregó que la desidia del Gobierno nos va a costar muchísimo y difícilmente se pueda recuperar en el corto plazo el monte.
Además, destacó la tarea «titánica de los bomberos voluntarios, una tarea sobrehumana que están haciendo», y remarcó que la provincia debería haber previsto esta situación y estar preparada: «no nos puede tomar por sorpresa. Da la sensación de que estamos combatiendo con una aspirineta una enfermedad terminal»
«Se produce una retroalimentación positiva de la tragedia, al aumentar el dióxido de carbono en la atmósfera por los incendios, en una superficie de 100 mil ha quemadas que van a parar a la atmósfera y eso contribuye al efecto invernadero y ademas impendimos que el dióxido de carbono sea absorbido por la vegetación, entonces hay más calentamiento y mas posibilidades de nuevos incendios»
Además, el geógrafo rechazó el trabajo de la Secretaría de Ambiente y de la Provincia:
«La Secretaría de Ambiente después de los incendios de agosto, propone un plan de remediación que da la sensación que no tiene ningún estudio y es como para salvar la cara (…) Mientras se producen los incendios, la Provincia sigue hablando de la autovía de montaña, de autorizar emprendimientos inmobiliarios, de bombear agua del rio Paraná»
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