Cultura

Cineclub: Presentan «Andá a lavar los platos» en la sala de Viarava

👉Las luchas, el lugar de las mujeres en los espacios públicos y las redes tejidas para sostener en un documental que es un gran retrato de la Córdoba de los últimos años.

La película se proyectará este martes desde las 20.30hs en Yrigoyen 136 – Capilla del Monte, en el marco del ciclo de cine con Andrea Pérez. A la gorra.

El filme, que documentó la vida de tres trolebuseras en la carpa que instalaron durante más de un año en el Palacio Municipal tras ser despedidas durante el conocido conflicto del 2017, se estrenó ayer en la 8va edición del Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires Argentina (FIDBA). Las luchas, el lugar de las mujeres en los espacios públicos y las redes tejidas para sostener en un documental que es un gran retrato de la Córdoba de los últimos años.

Por Soledad Sgarella para La tinta

Los cielos de la ciudad de Córdoba no son sino en tanto los atraviesan los cables del trole. Los miramos, los esperamos temblar, parece que no falta mucho. ¿Será el B, el C, el A? Morimos de calor en temporada estival, en invierno las ventanas no son fáciles de abrir. 

Los troles son tan rusos como cordobeses.

Anda a lavar los platos fue filmado durante el 2017, cuando las trabajadoras del transporte público Érica Oliva, Susana Cardozo y Viviana Chiatti fueron despedidas y vivieron durante más de un año en una carpa en la explanada del Palacio 6 de julio. 

Guionado, dirigido, producido y realizado por un equipo casi al 100% conformado por mujeres, el documental (ganador del Concurso para Realización del Polo Audiovisual de Córdoba perteneciente al Ministerio de Industria de la Provincia en 2018) registra “cómo transitan la deconstrucción de ese enunciado que señala como evidente la pertenencia de la mujer al ámbito privado del hogar”. 

“El proceso de la película fue hermoso desde el día cero en el que nos acercamos a la carpa para conocer a estas trabajadoras que habíamos, hasta ese momento, solo visto por la tele. A partir de la relevancia que tomó en los medios el despido de las mujeres que manejaban trolebuses, sentimos que, de algún modo, queríamos conocerlas y acompañarlas. El espacio público no es el lugar al que, por lo general, pertenecen las mujeres y mucho menos el volante de un servicio de transporte público”, cuentan a La tinta las guionistas y directoras, Bahía Flores Pacheco y Natalia Comello. 

Las cineastas dicen que, desde el primer minuto, les apasionó la historia y que, como directoras “primerizas” y como equipo de mujeres en el cine -un medio muy atravesado por la división sexual del trabajo-, hubo conexión instantánea: “Desde ambos lados, en un punto, estábamos haciendo algo que, por el hecho de ser mujeres, no nos ‘correspondía’. Ellas manejando en transporte público y, luego, irrumpiendo con su reclamo en el espacio público, y nosotras un poco tomando un rol que históricamente fue ocupado por hombres, aunque, de a poco -y gracias al trabajo de muchxs-, eso está cambiando”, aseguran.

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(Imagen: fotograma película “Andá a lavar los platos”)

Flores Pacheco y Comello expresan la alegría de que Andá a lavar los platos sea parte de esta edición online del Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires Argentina (FIDBA) y sienten que es un reconocimiento a su trabajo, pero, sobre todo, a la historia que se propusieron contar. Poniéndose en contexto, las directoras aclaran que, si bien -y obviamente- soñaron con un estreno en sala, la modalidad virtual permitirá que el documental se vea por fuera de los límites de la ciudad de Córdoba y llegue a muchas otras personas que, quizá, de otra manera, no es posible. 


“Estamos viviendo en un contexto particular y la película revaloriza de algún modo lo importante de tejer redes, vínculos amorosos y pensar-resistir de manera colectiva”, afirman las directoras.


“Mi escena preferida es la que muestra que Susi llega con una torta para celebrar el ‘cumpleaños’ de la carpa y, si bien venía hablando de un sueño que había tenido la noche anterior y llega con esa torta, hay un segundo en la que un abrazo, que podría ser un abrazo cotidiano, se transforma en un abrazo muy sentido”, dice Bahía a La tinta. 

Fuente
La Tinta

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