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Cuarto día: Mainardi, el testimonio más esperado y el careo que no fue

El jueves se vivió el cuarto día de audiencias por el juicio a Lucas Bustos, único imputado por el femicidio de Cecilia Gisela Basaldúa.

Compartimos el resumen del equipo de Comunicación Justicia Por Cecilia:

Día 4 – Primera parte

Cuarto día de audiencias. La jornada fue particularmente extensa. El tribunal sesionó desde las 14hs hasta pasadas las 22hs. y los testimonios avanzan sobre distintas versiones de los últimos días de Cecilia en Capilla del Monte. Sin dudas, el foco está puesto en la declaración de Mario Mainardi, dueño de la casa donde se alojaba Cecilia en el momento de su desaparición, y principal sospechoso para el entorno de la joven. Los otros testigos que comparecieron hoy en el Juzgado fueron Wenceslao Falcon, “Negro Niga”, dueño de “El Rancho”, donde se refugió Cecilia antes de trasladarse a la vivienda de Mainardi y Viviana Juárez, quien contacta a Cecilia con Falcon y Mainardi. Las últimas horas fueron destinadas al informe del Gabinete de análisis de comportamiento de la Policía Judicial que detallaremos en la segunda parte de la crónica. Observamos la presencia, en esta audiencia, de la cuestionada fiscal de instrucción de la causa, Paula Kelm, además de policías custodiando la vereda de los Tribunales.

Los testimonios de “Niga” Falcón y Viviana “la Rasta”, cómo llegó Cecilia a la casa de Mainardi 

El primer testimonio fue el de Wenceslao Falcón, “Negro Niga”, tiene 56 años, es albañil, vive en el Río Quilpo. Es el propietario del rancho -la casa de piedra- donde estaba Cecilia. Falcón explica que lo obtuvo gracias a un primo que trabaja en la Municipalidad hace quince años. Afirmó no recordar si conoce a Lucas Bustos, aunque sí a su familia, desde hace más de 20 años. También dijo no conocer  a Cecilia y haberse enterado de lo que sucedía por los medios de comunicación.

Su vínculo con Viviana Juárez, declaró, es desde hace más o menos quince años. Según sus dichos, ella va y viene de Rosario a San Marcos y lo visitaba en su casa y en un barcito que él tenía. A Mainardi lo conoció una vez, a través de Viviana.

En relación al rancho, expuso que Rey -Ricardo Raymundo Heredia- es el casero del Rancho desde que él se fue a vivir a San Marcos Sierras. “Rey no tenía casa, andaba tomando en la calle, así que le ofrecí cuidar el rancho”. Falcón afirmó que hace tres años que no va al rancho y que durante la pandemia no salió de San Marcos. Lo describió con un baño, otra habitación y otra construcción muy precaria donde vivía Rey. No tiene luz, sólo agua “Del rancho a la casa de los Bustos habrá 1500 metros”. “Los Bracamonte están a 100 metros, como yendo para el Uritorco”, son los vecinos de la casa de piedra. Una loma separa los terrenos, por lo que no se escucha ni se ve entre propiedades.

El testigo declaró que Viviana Juárez se comunicó con él para pedirle el rancho para Cecilia. Diez días más tarde, lo llamó nuevamente y le comunicó que había desaparecido Cecilia. Según Falcón, el resto de la información la escuchó por la radio, no sabe cuánto tiempo estuvo Cecilia en el rancho, ni tampoco cuándo lo dejó. 

Rey vive solo, y Falcon nunca habló con él sobre el tema de Cecilia. “Desde que pasó lo de Cecilia no fui más para el rancho. No sé si Rey sigue ahí”. Se enteró por la radio que el rancho está ocupado por otra gente. 

El segundo testimonio del 5 de mayo, cuarto día de audiencias, fue el de Viviana Juárez, conocida en Capilla como “la Rasta”, aunque manifestó que su único sobrenombre es “Negra” o “Claudia”. Dijo que no conoce a Bustos.

Juárez declaró haber conocido a Cecilia el 20-3-2020 en el balneario de Capilla del Monte. De acuerdo a sus dichos, le dio agua y le dejó cargar el celular en su casa (sin dejarla entrar). Le dejó su número y le dio que «si no conseguía dónde estar que le avise». Cecilia se comunicó -continúa la testigo- al otro día y Viviana le pidió a “Niga” que la deje quedarse en el rancho. Viviana Juárez, la Rasta, señaló que le contó a Mainardi sobre Cecilia y él le dijo «Decile que venga para acá». Ella hizo el intercambio de los números de teléfono.

Posteriormente, afirmó Juárez, vio a Cecilia un día en lo de Mainardi, donde le contó que se había asustado con una situación con Rey (que luego se aclaró), pero que ella volvió una noche más al rancho antes de quedarse en lo de Mainardi. 

Viviana vio a Cecilia todos los días porque se veía con Mainardi, que hablaban mucho. Un día antes de que Cecilia “desaparezca” -lo que luego Juárez se rectifica y dice “antes de que se vaya”- dijo que comieron un “asadito”. Estaban Mainardi, José Mesa y Cecilia. Ella dijo que se fue temprano de esa juntada y que Cecilia se quedó conversando con José. 

El domingo 5/4, narró Juárez, no vio bien a Cecilia, “decía cosas raras” y estaba «con cara de culo». Refiere que Cecilia le dijo «No dormí bien anoche» y  Mainardi «No sé qué le pasa, está como brotada». Declaró haberla escuchado antes hablar de «brujos oscuros», y cuando se le pregunta sobre si había manifestado quiénes eran estos, Viviana dice que en los días anteriores le había preguntado y que Cecilia no aclaraba. Aclaramos que esto entra en contradicción con el lujo de detalles con que Mainardi describe los supuestos dichos de Cecilia al respecto (siendo que los tres compartían de manera permanente durantes esos días). Ese mismo día, Juárez declara que Mainardi quería irse con Viviana y no quería dejar a Cecilia sola en la casa. Viviana le dijo a Mainardi «Pedile que se vaya»: cuando se le pregunta por qué dijo eso, responde que «se sentía responsable por haberla llevado». Juárez afirmó que se fue antes de que Cecilia se vaya de la casa de Mainardi. Que Cecilia tomó una mochila y un palo -Mainardi le dijo esto- y que se fue para el lado de la plaza. Que Mainardi notó a Cecilia con actitud de enojo, que hablaba sola y que fue esto lo que definió como “brote”. 

Recuerda que se despidió de Cecilia con un beso, que el comportamiento de Cecilia era el normal y que no la vio brotada. Posteriormente comunicó a Rey que estaban buscando a Cecilia y que tenía una riñonera con la documentación que llevó puesta, porque Mainardi se lo dijo.

También declara que fue ella quien dijo a Mainardi de avisar a la policía, pero Mainardi prendió el celular y dio aviso a la familia. Esta comunicación fue vía teléfono, ya que no estaban en el mismo lugar.

Mario Mainardi, el testimonio más esperado y el careo que no fue

Sin dudas, el testimonio más esperado de la cuarta jornada fue el de Mario Mainardi, dueño de la casa donde se alojaba Cecilia en el momento de su desaparición, y principal sospechoso para el entorno de la joven.

En su declaración ante el jurado popular, Mainardi se mostró como una persona preocupada por Cecilia. Sin embargo, construyó simultáneamente un relato donde cuestiona  la forma de vida de Cecilia, sus creencias y a su familia, convirtiendo a la víctima en sospechosa, en responsable de lo sucedido. Mientras tanto, sigue sin explicación el porqué dejaría sin protección a alguien por quien se preocupaba y que según él se encontraba en un estado de vulnerabilidad (el “brote”). Mainardi, además, borró las conversaciones de su celular, evidencia concreta y muy necesaria para aclarar su accionar en esta causa.

Mainardi dio su testimonio durante alrededor de 40 minutos, sin interrupciones, ni repreguntas, lo que le permitió explayarse sin interrupciones en su versión de los hechos.

El testigo declaró que vive en Rosario, donde trabaja de remisero. Negó rotundamente conocer a alguna persona de la fuerza policial y dijo que conoció a Cecilia aproximadamente el 24 o 25 de marzo de 2020, a través de su amiga  -desde hace 25 o 30 años- Viviana Juárez, a quien siempre llamó Vivi.

Según sus dichos, Juárez le comentó a Mainardi que se había encontrado con Cecilia Basaldúa, que no tenía dónde alojarse, y que la policía la corría de todos lados, razón por la que Viviana Juárez gestionó un lugar con su amigo Niga y le presentó a Ricardo Raymundo Heredia, “Rey”. Cecilia se fue para el rancho y armó la carpa dentro de la casa.

Mainardi declaró que se comunicó con Cecilia y le escribió ofreciéndole su casa. Ella, continuó, se presentó una mañana, le mostró su pasaporte, le contó que hacía cinco años que viajaba. Mainardi le dijo: «podés usar este lugar si querés, podés usar el baño, cargar el celu». En su declaración expresó que después tuvieron intercambios de mensajes por celular, mayormente iniciados por el interés de él, pero que ella no tenía buena señal, y por eso le contestaba cuando podía.

De acuerdo a las declaraciones de Mainardi, Cecilia llegó una tarde alrededor de las 17:00 o 18:00hs a cargar la computadora donde escribía, y entonces le habría comentado que sentía miedo porque Rey la había asustado apareciendo de noche con un machete. Mainardi declaró que ese día también Viviana Juárez estuvo en la casa. La visita se prolongó, y Mainardi le ofreció a Cecilia quedarse a pasar la noche. Ella se acostó en un colchoń, y antes se bañó. Al día siguiente ella volvió al rancho, no lo encontró a Rey, juntó todas sus cosas y volvió a lo de Mainardi.

“Fue una convivencia de 10 días, charlábamos mucho, estábamos en cuarentena, no veíamos a nadie.” De acuerdo al relato de Mainardi, Cecilia escribía en cuadernos y en su computadora, y le comentaba a él lo que escribía, sus viajes. “Tenía sus creencias, qué sé yo.” 

El relato de Mainardi se enfocó posteriormente en el sábado anterior a la desaparición de Cecilia. En su testimonio dice que “prendimos un fuego, hicimos churrascos” y que estaban presentes José Mesa, Viviana Juárez, él y Cecilia. “Viviana se fue, yo me fui a dormir una siesta. José y Cecilia se quedaron hablando”. Después de una siesta de 4 horas, Mainardi explicó que se despertó, y que José se fue. “Hablamos, ella enchufó su compu, me fui a dormir, me levanté 3, 4 de la mañana, ella estaba despierta escribiendo.” Mainardi aseguró que ese día fue el único en que Ceci y José se cruzaron, que no sabe de qué charlaron y que nunca se lo preguntó a José.

“A la mañana -dice Mainardi- ella estaba parada en la puerta mirando el cerro. Su cara no era la de todos los días”. Según su relato, Cecilia dijo cosas que le resultaron extrañas. En ese contexto, volvió Viviana Juárez, que vio a Cecilia y le preguntó qué le pasaba. Mainardi le dijo a Viviana que no sabía, y le preguntó qué iban a hacer. 

Mainardi intercala la explicación sobre los que se consideran los últimos momentos de Cecilia en su casa, con la información de que esa misma mañana recibió la noticia de que su pareja estaba embarazada. Y luego vuelve al relato sobre Cecilia, narrando que intentó calmarla. “Yo me quería ir a lo de Tatiana [su pareja] por lo del atraso, no quería que Cecilia se quede adentro de la casa. Le cuento, le digo que le dejo abierto atrás (lavadero), que arme su carpa, que yo me tenía que ir.”

El testigo dijo que Cecilia armó su bolso mientras él estaba en las escalinatas de la casa. Luego ella tomó el palo que usaba como defensa y dijo que se iba. Dejó la computadora y otras cosas. “Encaró para la calle y no la vi nunca más”, enfatizó Mainardi.

El testigo declaró haberse quedado anonadado, que esperó un rato, y que Cecilia no volvió. Cerró su casa y se fue a la casa de su pareja, Tatiana. Se llevó una mochila pequeña, aunque no está seguro. Dice que le avisó a Viviana, y que ella le dijo que le iba a avisar a Rey. 

“En una oportunidad le dije [a Viviana] que Ceci me dejaba la cabeza estallada. Le conté a Vivi y me dijo que podía decirle a Moringa, mujer que tenía a dos personas femeninas también viviendo en su casa”. Declara que Cecilia le contó que de chica le decían “la mudita” y él le contestó que era raro “porque a mí me contás de todo”.

A partir de que Cecilia desapareció, Mainardi afirma que se comunicaba con Viviana para recibir información, pero que no había.

Mainardi estuvo dos noches en lo de Tatiana, sin que ella supiera que Cecila estaba en su casa. “Entonces le conté y le dije que quería saber dónde estaba Cecilia.” Al ser preguntado por qué hasta ese momento no le había contado a su pareja sobre Cecilia, aclara que mantenían “una relación volátil”, que hacía desde el 24 de marzo que no se hablaban, y que recién retoman el diálogo cuando Tatiana lo llama “para contarle lo del atraso”.

Cuando decidió volver a lo de Tatiana, refirió, llevó la melódica de Cecilia que fue hallada durante el allanamiento. Mainardi da una explicación por qué llevó la melódica de Cecilia al hijo de Tatiana. Cuenta que Cecilia tenía la intención de darle la melódica a un niño, afirma que esto a él lo movilizó, y que por eso se lleva este instrumento para dárselo al hijo de Tati. No obstante aclara que le dijo al niño que se la prestaba y que había que devolverla. Durante esta conversación, Tatiana estaba arriba, por lo que no sabe si ella la escuchó. Posteriormente discutieron y se fue. “No puedo asegurar cuándo vio Tatiana la melódica.”

Ese día discutió con Tatiana. Cuando se le preguntó por qué, respondió que tenían una relación conflictiva. Contó que subió a la casa de Tatiana a la 14.15hs el día domingo y volvió a la media hora: “así como apoyé la mochila, la cargué y me fui”. 

Mainardi declara que después de todo lo ocurrido volvió a su casa y se acostó a dormir, esperando a que Cecilia volviera. A las 21:30 hs de ese mismo día, armó la mochila y volvió a lo de Tatiana.

En su relato afirma que como estaba al tanto de que Cecilia tenía problemas con la policía, quería comunicarse con la familia, para lo que utilizó el celular de Cecilia. Llamó al padre, que no le respondió, y llamó a otro número que resultó ser una prima de Cecilia. Mainardi dijo que le cuenta la historia, que Cecilia había desaparecido. Cuando logró comunicarse con el papá de Cecilia, le contó más o menos todo lo que pasó. “Le di mis datos, mi teléfono, mi dirección. Nadie me contactaba. Me llamó el hermano, hablamos bien. Le dije que iba a hacer la denuncia por desaparición. El hermano estaba de acuerdo pero a la hora ya tenía un patrullero en la puerta.”

Mainardi refiere que, después de esas llamadas, lo llamaron dos policías. Con ellos va en patrullero a la comisaría, a la casa de Viviana para identificar el domicilio y luego a su casa, donde busca las cosas de Cecilia y finalmente se va a declarar. “Llevé la compu y el celu porque ellos me dijeron que lleve eso. Al otro día con orden judicial vinieron y se llevaron todo”. Cuenta a la policía que había llevado la melódica a lo de Tatiana, y que por eso realizaron el allanamiento.

“Se quedaron con las cosas de Ceci. A la mañana me allanaron la casa, incluso me sacaron sangre. Yo todo el tiempo conviví con policías, todo el tiempo. Siempre hablando con más de seis policías a la vez. Allanaron todo. A todo esto, al otro día la mamá de Cecilia publicó una nota en el diario La Nación que leyó mi hija.” 

“La primera vez que veo a la familia de Cecilia yo estaba enojado”, afirmó, y relató brevemente la conversación que había tenido con la mamá y el papá de Cecilia. De acuerdo a sus dichos, la mamá le cuenta que estaba afligida y con Daniel Basaldúa la conversación fue tensa. Mainardi desmintió sus dichos sobre Ceci acerca de que «estaba loquita». 

Al finalizar su declaración, las partes realizaron preguntas. Entre otras cosas, respondió que no encendió la computadora, pero que sí manipuló el celular. Dijo no poder asegurar si leyó mensajes de whatsapp. Relató que tenía conversaciones con Cecilia por whatsapp, pero  ante la pregunta de la abogada Pavón, abogada querellante por la familia, afirmó que las borró porque no tenía lugar en el celular. 

Le preguntaron cómo estaba vestida Cecilia ese día, y contestó que estaba con borcegos rojos, con algo violeta arriba, calza negra y un pañuelo. 

Declaró que el día de la desaparición de Cecilia él quería ir a ver cómo estaba Tatiana, y que por eso le pidió “que se vaya buscando un lugar porque no quiero estar así con nadie.” Que le dejó la puerta de atrás [de su casa] abierta, y que le dijo “armá la carpa ahí”.

Le pidieron que relate un día normal con Cecilia. Dijo que Ceci escribía, que charlaban un montón, que ella se iba todos los días tipo mediodía a buscar señal para hablar con un hombre que supone de México. Hablaban de su familia, de un novio de Chile también, que se separó, tomaban mate.

En ese momento la abogada de la querella solicitó un careo entre Daniel Basaldúa y Mario Mainardi puntualizando sobre las condiciones en las que se fue Cecilia de su casa. A pesar de que tanto la fiscalía como la defensa y la co-querella estaban de acuerdo, el tribunal negó el careo. Luego de esta negativa y ante la pregunta de la abogada de Bustos sobre su relación con Cecilia, el juez desestimó en forma violenta la consulta de la abogada y, sin mediar consulta a las partes por si tenían más preguntas, le pidió a Mainardi que se retire y dio por concluido el interrogatorio.

Fuente
Justicia por Cecilia

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