Gacetilla de Prensa
Las Asambleas Ambientales de Punilla y la Asamblea en Defensa del Ambiente de Córdoba Capital, nos solidarizamos con Pablo y su familia, habitantes de San Roque, quienes estan siendo arrasados por la megaobra del gobierno de Córdoba: La autovía de montaña. El trazado atraviesa la mitad de su casa y negocio, y Camino de las Sierras comenzó con el trabajo de derribo de árboles centenarios que se corresponden a la calle pública colindante a su hogar. Este lunes prometieron desmontar un Aguaribay justo en frente de su casa. Por este motivo, la familia decidió realizar una ceremonia de “abrazo del árbol” para despedirse y simbolizar la impotencia del derrumbe de su forma de vida y su medio de subsistencia, como muchxs vecinxs de San Roque estan padeciendo.
Con la proximidad de las elecciones, el gobierno, pretende terminar rápidamente la obra del Puente sobre el lago San Roque y bajada a la Ruta E55. Ante la falta de información y atropello sufrido, los vecinos y vecinas de la comuna siguen esperando que alguna autoridad: comunal, provincial o la justicia, responda y haga valer sus derechos.
Desde comienzos del 2017 vienen destruyendo nuestros bienes comunes: sierras, agua, flora y fauna, formas de vida. Primero a los habitantes de Las Lagunas luego los del barrio La Perla del lago, sufriendo atropellos, expropiaciones sin aviso, inundaciones y derrumbes.
El Gobierno de Córdoba, que hizo caso omiso a los muchos pedidos de participación de la población, auditorías e incluso el acceso a la información pública, ignoró el 82% de rechazo durante la Audiencia Pública y las resoluciones de la Asamblea Extraordinaria de la comuna de San Roque. A pesar de que ya existen reclamos por inundaciones y desmontes, que superan lo previsto por el Estudio de Impacto Ambiental y se podrían haber evitado dando curso al amparo presentado en 2017, gobierno y empresas avanzan con la devastación en el Valle.
Acompañaremos a la familia en esta acción e invitamos a todxs los que se sientan sensibilizados e impotentes frente al atropello y a los medios de comunicación, para visibilizar lo que está sufriendo toda población ubicada en territorios donde se planifican obras públicas, negociados inmobiliarios, minería o cualquier otra medida encubierta en lo que llaman “progreso”. Seguimos pidiendo que el progreso no cueste vida y que se participe a la población de los proyectos que alteran nuestra forma y calidad de vida.
¡LAS SIERRAS NO SE TOCAN!
