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Una muralla humana impidió que la policía se llevara a los hijos de Constanza Taricco

Durante el día de ayer, en la localidad de Nono, Traslasierra, una inmensa red de solidaridad se tejió en los alrededores de la casa de Constanza, la mamá de dos menores que la justicia ordena restituir con el progenitor de uno de ellos a Alemania.

La jueza de Villa Dolores, Sandra Cúneo había fijado para el día jueves 25 de julio la audiencia de restitución, que implicaba que lxs hijxs de Constanza Taricco, nacidos en Argentina, fueran entregadxs al progenitor de uno de ellos para que se los lleve a Alemania el sábado 27 de julio.

La jueza no hizo lugar a la medida cautelar que presentó la abogada de la causa, Natalia Lescano, donde explica que la instrucción no ha finalizado, ya que hay una audiencia en Sala Gesell con la menor -que no es hija biológica del ciudadano alemán-, y que ha sido fijada para el día 19 de agosto próximo.

Foto: Mesa de DDHH Traslasierra

En las escaleras de los tribunales la protesta se extendió hasta la tarde cuando se trasladaron a la casa de Constanza para proteger de manera comunitaria la integridad de lxs niñxs.

A medida que pasaban las horas, la calle se llenaba de policías. Integrantes de fuerzas especiales como el Equipo Técnico (ETAC), y las Unidades de Alto Riesgo de la Policía de Córdoba (DUAR), se apostaron en los alrededores de la casa donde permanecían el niño y la niña de Constanza. Un despliegue que lejos de resguardar los derechos de esas niñeces, los vulneran una y otra vez.

“A medianoche un mediador policial  planteó que había un pedido de la justicia para llevar a lxs niños a una entrevista o cámara Gessel. Eso fue de mucha desprolijidad  porque todxs respondieron a esta hora cualquier menor duerme, resaltando el no respeto por los derechos de estos niños a quienes se quiere periciar tan tarde”, expresaron desde la Mesa de Derechos Humanos de Traslasierra. Mientras que “a las 12.45, un grupo policial especial entró por otro lugar de la vivienda y el grupo de policías Anti motín se apostó al frente del grupo de vecinxs, que no opuso resistencia, por lo que no hubo represión”.

Anoche la indignación creció en la comunidad de Nono. ¿Cómo este proceso irregular puede terminar separando a una madre de sus hijos para enviarlos a un país que no conocen, con una persona que no ven hace tres años? Las preguntas son muchas, calan en lo hondo del sentido común, que una vez más, la justicia argentina demuestra no tener.

Nono. Casa de Constanza Taricco. Foto: Mesa de DDHH de Traslasierra

Finalmente después de la una de la madrugada, la policía se retiró y en el día de hoy se ha presentado un habeas corpus preventivo en la fiscalía de Villa Dolores para resguardar a la mujer y sus hijos de las acciones ilegítimas  ordenadas por la jueza de Primera Instancia, Sandra Cúneo, que ordena entregar dos niños a un extranjero que no es el padre de uno de ellos. Este hecho fue comprobado con un ADN realizado en la causa penal  por supresión de identidad de la niña que demuestra que el reclamante no es el padre biológico y por lo tanto, careció de legitimidad procesal para iniciar las acciones de restitución internacional.

Por otra parte, se ha remitido al Tribunal Superior de Justicia una acción de inconstitucionalidad con el pedido de una medida cautelar que suspenda la sentencia por la violación a los Derechos Humanos en el proceso de restitución.

 “La comunidad de Traslasierra y los Organismos de DDHH le pedimos a la justicia que realice una interpretación adecuada de las cláusulas contenidas en el Convenio de la Haya y una ponderación de los derechos de la Convención de los Derechos del Niño: como el derecho a la identidad, el derecho a  ser oído y que su opinión sea tenida en cuenta”, expresaron en un comunicado, donde la abogada -Natalia Lescano- explica que se debe revisar la legitimidad de la sentencia y la legalidad del proceso.

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