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¿Acepto los nuevos términos de Whatsapp?

La noticia sobre el cambio de los términos y condiciones del servicio más utilizado de mensajería animó a muchas personas a instalar Telegram o Signal. Ana Laura Almada, Administradora de sistemas, usuaria de software libre e integrante de Cooperativa Viarava analiza las políticas de privacidad de las aplicaciones que instalamos en el celular y el uso que hacen ellas de los datos.

¿Podrá la instalación masiva de Telegram traer un envión suficiente para la migración o será simplemente una nueva instalación en nuestros teléfonos y convivirán las mismas, dejando a Telegram en un lugar marginal?

En diálogo con Una Radio Muchas Voces, Almada repasa las políticas de privacidad a la que nos exponen las aplicaciones del celular

«Son muy pocas las personas que saben lo que hace una aplicación y cómo se manejan los datos. Lo que terminamos haciendo es creer lo que dice la empresa. Estamos en un nivel de vulnerabilidad. Intuyo que hay que asociar la idea de están blanqueando a la pregunta de qué sentido tiene que nos vayamos de Whatsapp si seguimos usando Facebook e Instagram. La pregunta que nos tendríamos que hacer es qué es lo que nos afecta tanto para plantearnos migrar. Yo personalmente uso mucho más Telegram que otras aplicaciones, pero hay que recordar que esta política de Whatsapp no empieza y termina en una aplicación, porque son parte de los dueños de internet»

«Lo que trajo más revuelo es que si no aceptás, no vas a poder seguir usando Whatsapp».


La administradora de sistemas y militante del uso de software libre explicó que por lo menos se puso sobre el tapete la importancia de los datos y cuáles son los datos con los cuales las empresas obtienen y venden en el mercado. Además, sostuvo que tenemos que estar más atentos a lo que dicen las aplicaciones que hacen. «En Europa hay políticas de protección de datos y entonces muchas empresas se vieron obligadas a modificar sus términos y condiciones»

«A nadie le pareció discutible que para usar un teléfono tengamos que usar obligatoriamente una cuenta en una empresa, que además te dice que va a utilizar un montón de datos», señaló Ana refiriéndose a la preocupación que le genera tener obligatoriamente una cuenta de Google para usar el celular.

«Tenemos que empezar a cuestionarnos si eso está bueno, si vamos a seguir dispuestos y dispuestas a una especie de gran venta en la que sólo confiamos en lo que dicen las empresas»

«Hay una cuestión cultural de lo que generan las redes sociales. Yo no creo que a las personas no les importe la privacidad, pero no es sólo una cuestión de tener conciencia de lo que hacen las aplicaciones, sino la pregunta sobre ¿qué hago, me aislo del mundo y no comparto nada? Sería buenísimo que empecemos a pensar qué es la privacidad, a dónde llega? Se establecen vínculos entre los datos y probablemente estoy exponiendo a un montón de personas. Más allá de lo técnico, tenemos que empezar a cuestionarnos qué estoy exponiendo y a quiénes estoy exponiendo.»

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