Desde la Unión de Trabajadores de la Encomia Popular (UTEP) queremos expresar nuestro rechazo al inminente tratamiento, en la Legislatura Provincial, del proyecto de ley que propone legalizar el juego y las apuestas online, que solo servirá para generar un negocio escandaloso de unas pocas empresas.
Compartimos con las Pastorales Social y de Adicciones de la Arquidiócesis de Córdoba, la preocupación expresada en que este tipo de iniciativas solo “favorecerá un negocio que se aprovecha de la fragilidad de los más vulnerables”.
Entendemos que este tipo de medidas hay que analizarlas en un contexto donde la pobreza y desocupación siguen siendo altísimos, en donde la pandemia sigue golpeando muy duro a las y los más pobres, donde todavía cuesta recuperar el trabajo, entre otros tantos derechos vulnerados.
Sabemos que con este tipo de leyes se genera una expectativa de una solución mágica, donde se favorece en el imaginario social que la puerta a la grave crisis que atraviesan las familias de nuestros sectores populares puede abrirse mediante una salida individual, gastando los pocos y escasos ingresos en el juego de azar. Frente a este modelo individualista compartimos con el Papa Francisco que nadie se salva solo y que la salida es colectiva, desde el trabajo con derechos que es lo único que dignifica.
El rol del Estado es garantizar derechos y para esto tiene que redistribuir la riqueza socialmente generada, mediante políticas tributarias que graven a los que más tienen para atender las demandas sociales, especialmente de los sectores excluidos y postergados mediante diversas políticas públicas.
Escuchamos con preocupación que en Córdoba no se quieren crear impuestos, y frente a esto expresamos que los ingresos fiscales tienen que ser generados en torno de políticas públicas tributarias progresivas que graven a la especulación financiera, a los grandes patrimonios y en tal sentido expresamos la necesidad de restitución del impuesto a la herencia que fuera derogado por la dictadura militar del año 1976.
A las y los legisladores les pedimos que no sancionen este tipo de leyes y que se comprometan a trabajar por legislaciones que atiendan las urgencias sociales por Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo, en ese camino, podremos reconciliar a la política con nuestro pueblo y seguramente allí nos encontraremos la inmensa mayoría de la sociedad Cordobesa.
El rechazo de la pastoral social católica de Córdoba
La pastoral arquidiocesana de Córdoba también manifestó su rechazo con un comunicado en el que señala «Legalizar el juego es exprimir a los pobres». En el mismo afirma que el «Estado debe proteger al frágil, no exprimir su fragilidad.
Hay cierta perversidad en la pretensión de justificar el negocio del juego con el argumento de que una parte de lo recaudado por el Estado, a través de esta ley o de otra ley, se destinará a ayuda social o la implementación de programas para prevenir o tratar la ludopatía. Es como darles a los pobres una parte de lo que antes se les quitó para que alguien, en el medio, haga un negocio.
