Capilla del Monte: ¿Qué haremos con los materiales electrónicos en desuso?

El Municipio de la localidad serrana de Capilla del Monte informó que firmaron un acuerdo con la firma Plastic -representada por su dueño, el Ing. Martín Nicolás Romero-, a través del cual recibirán y procesarán los Residuos de Aparatos Electrónicos y Eléctricos (comúnmente conocidos como chatarra electrónica) que se generen en nuestra localidad; así como también se llevarán, sin costo y sin cargo, las pilas en desuso para su procesamiento final.

«La importancia de celebrar acuerdos con firmas especializadas en el tratamiento de este tipo de residuos garantiza la correcta manipulación de los componentes y sustancias peligrosas que pudieran contener (arsénico, fósforo, mercurio), muchas de las cuales podrían afectar directamente el Medio Ambiente», señaló el Intendente Díaz

Conversamos con Sofía Pedraza, subsecretaria de Ambiente de Capilla del Monte, sobre su participación en la cumbre de economía circular y sobre el proyecto de venta de residuos o materiales electrónicos

– El municipio anunció días atrás que firmó convenio con una empresa de reciclaje y reutilización de electrónicos. Es una experiencia que vienen realizando otros municipios. En qué consiste?

SP- Logramos conseguir una empresa que certifica cuando uno entrega los RAEE (residuos electrónicos que se consideran peligrosos por los materiales que contienen). Firmamos un convenio marco que permite que nos reciban pilas y baterías, pero a la vez nos van a comprar los materiales que hasta ahora iban al basural, es decir, materiales de electrónica. En relación a las pilas, lo bueno es que emiten un certificado de tratamiento de esas pilas. Certifican que les hacen el tratamiento adecuado, es decir, utilizando un producto que las neutraliza y luego las envían a Buenos Aires. Allí las procesan con ácidos para descomponer. Y de allí una parte queda enterrada en Buenos Aires y otra se reutiliza, enviándola a Brasil.

Sobre los tiempos para comenzar con el proceso de recolección, la subsecretaria de ambiente señaló que ya están en contacto para arrancar pero que se va a planificar con las escuelas una campaña:

«Vamos a organizar una jornada de dos o tres días para que se pueda hacer una gran recolección y no quede eso acumulado»

– El año pasado dijiste que al basural debería entrar el 20% de lo que ingresa. Disminuyó ese número con la incorporación de la chipeadora? Está funcionando en los barrios? ¿Cómo viene funcionando el sistema de reciclaje?

SP- La chipeadora va trabajando a pedido. Van llegando pedidos desde los centros vecinales o de algún vecino que podó mucho. El resto de los días trabaja en el basural. Pero no da abasto por el volumen que ingresa por día en relación a la capacidad de la chipeadora.
Por otro lado, observamos un aumento de la gente que recicla. Tenemos mucho más volumen. Lo vemos en las ventas. Antes nos costaba dos meses llegar los 15000kg de cartón y ahora estamos más o menos en 20 días. De todas maneras, si bien aumentó el reciclaje con el trabajo en las escuelas, todavía es muy alto el volumen de lo que entra al basural y se podría reciclar.

–Participaste de la Cumbre de la economía circular la semana pasada en Córdoba. ¿Qué elementos te parecieron claves de esa cumbre y qué puntos de los que promueve o busca promover el municipio ni se tocaron?

SP- Lo qué más me gusta de esto es que el tema esté en agenda. Es importante y antes estos temas no se hablaban. Estamos en conversación con Blangino para ver si el vidrio quemado que está en el basural fuera posible reutilizarlo para baldosas.

– Corre riesgo el concepto de economía circular de entrar en la lógica de una especie de lavada de cara de la contaminación. Es decir, disminuir la contaminación a partir de sistemas de reciclaje, pero seguir sosteniendo un esquema de consumo que incluso implica una demanda energética enorme para ese reciclaje. Viste alguna referencia a la modificación de los sistemas de consumo?

SP- Había una empresa de Uruguay que se refirió a la importancia del empaquetado y del diseño industrial, para que sea un producto que no sólo se pueda reinsertar, sino también para que impacte menos, desde la producción cero. Por ejemplo, los diseñadores están empezando a reinvertarse. Si las botellas fueran desde el diseño planteadas de mejor manera, se puede reducir mucho el impacto. Reciclar es sólo una parte, pero este tipo de acciones, vinculadas a la concepción del producto, es mucho más importante.