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Las cooperativas lácteas y la lucha contra el cambio climático: un modelo con sello social y ambiental

En el Día Mundial del Ambiente, Luis Auyeros, vicepresidente en Pandelac, síndico de la cooperativa láctea Las Cuatro Esquinas y presidente de la Fundación Ambiente Argentino en Villa María, compartió una mirada crítica y a la vez esperanzadora sobre el rol de las cooperativas en la sostenibilidad ambiental y la economía social. «El termómetro marca 29 grados el 5 de junio, es un indicador de que está todo mal», señaló, refiriéndose al cambio climático como una crisis «inevitable e irreversible». Desde su experiencia en la Fundación Ambiente Argentino, destacó la urgencia de cambiar hábitos: «Trabajamos para que nuestros hijos e hijas no sufran las consecuencias de lo que no hicimos».

El proyecto Denle a Ustedes Comer es un ejemplo concreto de cómo la producción láctea puede ser sostenible y solidaria. Auyeros explicó que esta iniciativa une a la Orden de la Merced, productores, una cooperativa y consumidores en un circuito que prioriza el bienestar animal, la calidad de la leche y precios justos. «Las vacas pastan en condiciones óptimas, lo que mejora su leche, y los productores reciben un pago al día, algo poco común en el sistema tradicional», detalló.

La clave, según el entrevistado, está en la creatividad comunitaria. «Si somos cooperativos, los precios bajan», afirmó. El modelo evita intermediarios y grandes campañas publicitarias, optando por nodos de distribución donde las compras colectivas abaratan costos. «No es lo mismo transportar 10 kilos que 800; así la logística sale más barata y el queso llega a precios sociales», ejemplificó.

Sin embargo, el camino no es fácil. Auyeros admitió que ajustes como el alza de la nafta o la leche obligan a reestructurar precios, pero el proyecto se mantiene firme. Incluso surgió Pandelac en Idiazabal, una empresa satélite del proyecto social, con influencia de cooperativa Las Cuatro Esquinas como proveedoras de insumos.

En el Valle de Punilla, el modelo de compras comunitarias ha tenido altibajos. «El norte se organizó bien; el sur tuvo intentos fallidos por falta de desarrollo territorial», reconoció. Pero la meta sigue clara: «No queremos solo vender lácteos, sino construir una economía social con seguridad alimentaria».

Para Auyeros, el éxito radica en mantener el foco comunitario. «Hay que hablar con los vecinos, ser creativos. Si perdemos eso, el sistema se encarece», insistió. Con 95 nodos en Córdoba y el aval «mercedario» hasta del Vaticano, el proyecto demuestra que otra forma de producción y consumo es posible.

Cerrando la charla radial en el programa «Canasta Básica» desde Una Radio Muchas Voces, el cooperativista dejó un mensaje contundente: «Celebrar el ambiente implica acciones concretas: plantar árboles, cambiar hábitos, apoyar redes solidarias». Su lucha, como la de muchas cooperativas, no solo busca mejorar precios, sino también dejar un planeta viable para las próximas generaciones.

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