Ambiente

La diversidad de plantas en techos verdes favorece a insectos benéficos

Un estudio indagó qué características deberían tener estas “islas verdes” para ser más eficientes y promover la proliferación de artrópodos beneficiosos. Estos invertebrados brindan una serie de servicios ecosistémicos fundamentales, como la polinización, el control de plagas, la descomposición y la estabilización del sustrato. El equipo de investigación analizó 30 techos verdes, donde hallaron 116 especies de plantas y capturaron más de doce mil insectos y otros artrópodos. Este tipo de cobertura forma parte del código de edificación de la ciudad de Córdoba y constituye un punto fundamental para el desarrollo urbanístico sustentable. Es el primer trabajo de su tipo en Sudamérica. [12.05.2021]


Las cubiertas verdes urbanas, popularmente conocidas como “techos verdes”, ofrecen numerosos beneficios ambientales: son fuentes de preservación de flora, aumentan la eficiencia energética de los edificios, retienen el agua de lluvia, y reducen la contaminación del aire y el “efecto isla de calor”.

Por esas razones, representan una posible solución para cumplir con los objetivos de desarrollo urbano sostenible, frente al cambio climático y la disminución de las áreas con vegetación en las ciudades. De hecho, en 2019 la Municipalidad de Córdoba reglamentó la ordenanza 12.548, que incorporó este tipo de techos al Código de Edificación vigente como punto inicial del Programa Integral de Desarrollo Sostenible.

Mucho se sabe sobre los efectos benéficos de estas superficies, pero poco acerca de las características que deberían tener para ser más eficientes en relación a su rol como hábitat para especies de plantas y animales.

Para cubrir esa carencia, un equipo de investigación del Instituto de Biología Vegetal (IMBIV – UNC/Conicet) analizó la influencia que tienen sobre la abundancia, la diversidad de especies y la identidad de especies de artrópodos distintas características de los techos verdes: cobertura vegetal, riqueza de especies de plantas, edad, profundidad del sustrato, extensión del área y su aislamiento (tanto en términos de altura, como en cuanto a cantidad de espacios verdes alrededor del techo).

Para indagar esas variables, seleccionaron 30 techos verdes de la ciudad de Córdoba y el Gran Córdoba. En promedio, tenían una superficie de 58,3 m2, una altura de 3,75 metros y eran relativamente nuevos (entre dos y tres años). En general, eran autosuficientes, con vegetación espontánea, sustrato poco profundo (5 a 20 cm), y de bajo mantenimiento.

El relevamiento de esos espacios permitió identificar 116 especies de plantas, tanto nativas como exóticas, agrupadas en 26 familias taxonómicas.

Por otra parte, para reconocer la variedad de insectos y otros artrópodos, en 2017 –entre febrero y marzo, los meses de mayor actividad de estos invertebrados en la región–, colocaron trampas en cada techo. Lograron capturar 12.942 individuos, agrupados en 506 especies diferentes, que luego fueron clasificados en herbívoros, depredadores, omnívoros, micófagos, detritívoros, hematófagos, parasitoides y polinizadores.

Por Soledad Huespe
Para Redacción UNCiencia
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