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Norman Berra: “Se asume que el Gobernador iría por la reelección y la renovación del oficialismo”

Norman Berra (Blog Clima de Opinión-Consultora Delfos), informó a Una Radio, Muchas Voces, sobre la situación económica y política de la Provincia de Córdoba. También explicó los distintos escenarios frente a un posible balotaje en las elecciones de 2019.

“Unión por Córdoba siempre tuvo la premisa orgánica de que, el que gobierna, conduce el partido, y, el que está en el llano, acompaña pero no interfiere en la gestión. Y bueno, con la salida de De la Sota, por su trágica muerte, obviamente esta conducción se solidifica más en la mano del Gobernador. En principio, la hipótesis para el año que viene (principal) es que él iría por su reelección. No está obligado a jugar en el tablero nacional, digamos, no está obligado a ser candidato a Presidente. No es algo que se pueda descartar pero, a diferencia de otros Gobernadores, como el caso de Urtubey, Schiaretti, como puede ir por la reelección, tiene una paleta de opciones más amplia que otros dirigentes. (…) Se asume que el Gobernador iría por la reelección y la renovación del oficialismo. (…) Suponiendo que el año que viene ganara, no podría reelegir en 2023 y, no estando De la Sota, ya no habría auto-sucesión recíproca. De todas formas, ya De la Sota había descartado, en alguna medida, volver a la Gobernación. Ya con tres mandatos, quería intentar una candidatura nacional. (…) Esto lo que sí hace también, de alguna manera, es acelerar el proceso de renovación, porque la biología te saca de carrera en algún punto. Entonces, si Unión por Córdoba repitiera mandato el año que viene y quisiera sostener el poder en 2023, tendría que apelar a una figura que ya no sería la de Schiaretti.”

“Lo primero que hay poner en claro a la audiencia es que hoy los argentinos y los cordobeses no están pensando en elecciones. Están pensando en cómo sostienen su vida doméstica, algunos están pensando directamente en cómo sobrevivir (bastante más complicados), y una minoría muy pequeña, que es la que tiene capacidad de ahorro, es la que está pensando en proyectar. Por ejemplo, si contextualizamos un dato, vos fijate que este año se está pareciendo mucho al 2016. Fue un año particularmente duro, no nos olvidemos que ese año la economía cayó 2,3 y la inflación rondó más menos el 40%. Nosotros ese año le preguntamos a los cordobeses si tenían deudas: bueno, ese año el 42 (%) nos dijo que tenía deuda; este año el 45. Es decir, estamos hablando de una situación económica que está más o menos en el mismo orden de magnitud de aquel año de ajuste. Pero que sucede: ya el Gobierno ha definido o ha establecido que este año va a tener una inflación no menor a 42 y que la economía va a caer 2,4 puntos aproximadamente. Es decir que estaríamos hablando de un año que económicamente es incluso más duro que el 2016. ¿Cuál es la repercusión electoral de esto? (…) La P.A.S.O. sería en agosto del año que viene. En la P.A.S.O se puede definir el candidato del Frente no-Kirchnerista, si hubiera más de un candidato; previsiblemente Unidad Ciudadana tenga un candidato que sería Cristina, salvo que ella decida no jugar o que, por razones judiciales, no pueda ser candidata (si le pasara lo que le pasó a Lula en Brasil); y, seguramente, Cambiemos tendría un candidato. ¿Qué dicen las encuestas hoy? Que el 1 y 2 está entre Unidad Ciudadana y entre Cambiemos: en algunas encuestas tenés a Cambiemos con 32 y a Unidad Ciudadana con 30, y en otras tenés la distribución inversa, Cristina un poquito arriba de Macri, pero siempre en situación de empate técnico. Mientras que cualquier candidato de Peronismo no-K arranca por debajo de 20 puntos, no llegando incluso, ni siquiera, a 15. ¿Qué sucede con esto? Esto haría en la segunda vuelta, una segunda vuelta que hoy está cantada, porque hoy ningún dirigente saca el 40, ni le saca 10 puntos al segundo, te enfrentarías a un candidato de Cambiemos con Unidad Ciudadana. En ese caso, la distribución para el balotaje es bastante simétrica, digamos la probabilidad de ganar es del 50. Podría ganar el candidato de Unidad Ciudadana, más visible si fuera Cristina probablemente, o podría ganar el de Cambiemos que hoy, en general, los escenarios están manejando a Macri como candidato, pensando en que Vidal va por la reelección. Ahora bien, (…) ¿Qué pasaría si en segunda vuelta participaran estos dos candidatos? Y lo que las simulaciones en segunda vuelta muestran es que si Cristina no fuera candidata en segunda vuelta, el escenario sería particularmente riesgoso para el Gobierno y acá es donde viene la explicación ¿Por qué? Porque como el voto de Cristina es netamente opositor, si Cristina no pasara a la segunda vuelta o no participara de la elección, todo el caudal del espacio de Unidad Ciudadana iría al candidato contrincante de Macri. Se sumaría de manera masiva casi matemáticamente. Entonces, un candidato intermedio, ni K ni M, que enfrentara a Macri en la segunda vuelta, tendría los votos que sacó en primera vuelta ese candidato más todo el caudal electoral de Unidad Ciudadana. Con lo cual, en todas las simulaciones realizadas (por ejemplo por la consultora SYNOPSIS), el candidato de ese espacio le sacaría algunos puntos de ventaja al oficialismo. Vamos a los números, por ejemplo, si la elección fuera Macri y Cristina, el resultado sería 53 a 47, casi 6 puntos. (…) ¿Esa diferencia es estadisticamente significativa? Y, a un año de un balotaje, no. Porque está al límite de insignificatividad, cualquier encuesta tiene 2 o 3 puntos de error. Pero, ¿qué pasa cuando ya el candidato no es Cristina, cuando es, por ejemplo, Rodríguez Saa, es Uñac, es Urtubey o Massa? La diferencia se estira a favor del candidato rival al oficialismo. ¿Por qué? (…) Porque al no jugar Cristina, los votos de Cristina se transfieren al candidato opositor. El opositor más nítido es Cristina. Entonces, cualquier candidato que pudiera llegar a segunda vuelta, tendría su piso de la primera vuelta, más los votos del Kirchnerismo. (…) Que Rodríguez Saa le saque 2,6 puntos hoy, ¿significa que Macri pierde? No, no significa eso, porque estamos hablando a más de un año de la elección y estamos hablando de nuevo de una diferencia que entra dentro del margen de error. Pero lo que si te está indicando esto ya, es una tendencia. Te está indicando (..) el voto opositor: si la candidata no es Cristina, se va a alimentar del voto de Unidad Ciudadana. Porque ese voto de Unidad Ciudadana no es transferible al oficialismo. Si el candidato fuera Massa, por ejemplo, parte del voto de Massa también es un votante permeable a Cambiemos. Lo vimos en el balotaje del 2015. Pero, del mismo modo que los votos de Macri, no se transfieren a Cristina, los de Cristina no se transfieren a Macri. O sea, podríamos decir estadísticamente que el 100% del voto de Cristina es opositor. Digo estadísticamente, uno puede encontrar a alguien que votó a Cristina y votó a Macri. (…) Entonces, la situación se destrabaría en algún punto si Cristina no fuera candidata. (…) ¿Con esto qué estamos insinuando? Que al Gobierno le conviene que Cristina esté en el candelero, porque si Cristina no está en el candelero, o no juega, o es proscripta judicialmente, el voto del Kirchnerismo podría volcar una segunda vuelta netamente en favor de un candidato opositor y, en ese caso, Macri se quedaría sin reelección.”

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