Turistas varadas en distintos puntos del país viven días críticos entre la imposibilidad de regresar a sus hogares y la falta de soluciones para permanecer en la localidad donde están.
Capilla del Monte no está ajena a esta situación. De entre varios casos, Julieta, Romina y Violeta llegaron el 13 de marzo. Al momento, no había datos de cuarentena obligatoria. El 23 de marzo volvían a sus casas, pero el cierre de circulación de transportes les trajo una ingrata noticia «se canceló el vuelo del 23». Pudieron reprogramarlo para el viajar el 25 unas y el 27 la otra. Y se los volvieron a cancelar.
Respirando profundo y tomando fuerzas para afrontar este momento comenzaron a investigar en posibles ayudas de instituciones locales a fin de lograr una solución. Sin poder salir, empezaron a buscar teléfonos:
«Llamamos al Municipio, a turismo, a los bomberos y a la policía. Los bomberos no supieron bien qué decirnos y los demás números no funcionan ni atienden. Es más, en la puerta de la Municipalidad pedimos datos para ver qué hacer y nos dijeron que no sabían nada. Que vayan a Turismo. Fuimos a (La secretaría de) Turismo. Encontramos un número en la puerta. Llamamos. Quizá conseguimos. Llamamos. Suena un teléfono adentro, en el mismo lugar cerrado. Una chance menos»
«Nos dirigimos a la policía. Allí nos violentaron y amenazaron constantemente por ir a pedir ayuda». Cuenta una de las turistas que les dijeron «las llego a ver en la calle y las meto en el calabozo». No les dieron número de fiscalía ni otro dato que pueda ayudar a resolver su regreso».
«Intentamos explicar por qué estábamos ahí y sólo nos gritaron que no podíamos estar en la calle. Les explicamos que estábamos comprando de a tres porque tenemos que subir 20 cuadras con las cosas y que necesitábamos comentarles nuestra situación y una exposición policial que explique que somos turistas varadas. Desconocieron la posibilidad de realizar algo de esto y nos siguieron gritando y amenazando con meternos presas si no nos íbamos en ese momento, y que no nos querían ver en la calle»
«Nos angustia saber que además, tenemos que cuidarnos de quienes están a cargo»
La historia de Julieta, Romina y Violeta por el momento no encuentra ninguna solución local. Sacaron nuevo pasaje para volver apenas terminaba la cuarentena pero hoy se los volvieron a cancelar.
«Nos quedan pocos ánimos y poca plata. Pero además, estamos acá varadas. El trato que tuvimos en la comisaría y la falta de respuesta nos alertó: puede pasarnos algo y nadie se entera.»
Notas relacionadas
