Raúl Montenegro: «Creo que va a venir un contragolpe muy fuerte del sistema extractivo dominante»
El Biólogo, profesor de la UNC, Premio Nobel Alternativo y presidente de la Fundación para el Ambiente conversó con Entre Mate y Mate sobre la pandemia. ¿Qué reflexiones nos deja y cuáles son los cambios que se verán?
La incompetencia general de los gobiernos es una de las primeras reflexiones a las que llega Raúl Montenegro al analizar la gestión de la pandemia que azota al mundo por estos días. «El otro punto importante es lo que nosotros vemos como una asociación entre los virus y los malos gobernantes, que terminan siendo prácticamente cómplices del proceso viral, como es el caso de Jair Bolsonaro en Brasil o el caso de Trump en Estados Unidos, Lenin Moreno en Ecuador o el mismo Sebastián Piñera en Chile. La sociedad termina siendo víctima del virus favorecida por las malas decisiones de los gobiernos.»
«En lo que toca a Argentina, creo que han sido buenas las medidas tomadas, tanto la cuarentena como el distanciamiento social; sobre todo algo que lamentablemente ni la OMS ni las propias Naciones Unidas fueron exitosas en unir a los gobiernos para que todos hicieran lo mismo, que habría terminado costado muchas menos vidas. Esa me parece que es una reflexión interesante, saber que al menos aquí se está haciendo bien.»
En cuanto al comportamiento del virus, Montenegro explicó que «frente a las curvas que tienen las poblaciones virales en una pandemia, la promedio es una que sube, llega a un pico y baja. La decisión de proteger la salud, implica que uno no espera el libre juego entre los virus y la población sino que se interviene con estos sistemas de aislamiento, entonces lo que se busca es achatar la curva. ¿Para que achatar? Para que al menos la cantidad de enfermos no saturen todos los que son los sistemas de salud. Y esa creo que es la estrategia que está dando mejor resultado y que producen menos sufrimiento.»
En este sentido, el biólogo ilustró con un ejemplo histórico: «Si ustedes buscan lo que por ejemplo pasó con la gripe española en dos ciudades de Estados Unidos (una es Filadelfia, la otra San Luis) es muy interesante. En la ciudad de Filadelfia, estamos hablando 1918-1919, no hicieron lo que debía hacerse, la curva fue muy alta, muchos infectados muchas muertes y con una pandemia que duró relativamente poco tiempo. En el caso de San Luis, tenía autoridades responsables, hicieron una buena administración logrando aislamiento y también distanciamiento social y la curva se acható notablemente, hubo muchísimas menos muertes porque no se saturaron los sistemas hospitalarios. Es muy interesante si uno ve esa curva porque primero que es mucho más plana que la otra, muchas menos muertes y tuvo una bajante y lo curioso es que después vuelve a subir. ¿ Por qué vuelve a subir? Porque las autoridades de San Luis en ese momento relajaron las medidas y volvieron a tener un pico pero las agudizaron y finalmente el pico bajó y «desapareció» el problema. Entonces hoy en día estamos un poco como este dilema como Filadelfia y San Luis.
Lo que no podemos saber es cómo va a ser nuestra curva: supuestamente va a ser más chata que la otra pero obviamente se va a extender más en el tiempo y lo que no podemos saber es cuándo se va a producir el pico. En realidad sabremos cuándo se produce el pico después del pico, porque es cuando comienza a bajar, pero desde ya no va a ser esta semana ni la que viene, eso es lo único que podemos técnicamente avisorar.»
Al mismo tiempo que el comportamiento del virus, otra gran pregunta que surge por en este tiempo es cómo será la salida internacional y qué cambios traerá en el sistema económico mundial. Al respecto, el presidente de la Fundación para el Ambiente analizó que «no tengo dudas de que va a haber cambios dramáticos en los sistemas sanitarios, ha quedado claro que aquellos países que han creído que la salud era un gasto y que se podía pasar como pasó en la Argentina con el anterior gobierno en donde se bajó el Ministerio de Salud a Secretaria, ha quedado claro que todo eso va a cambiar.» «En lo que yo soy escéptico es en los cambios de los sistemas productivos, en los estilos de vida, yo me inclino a pensar en que una vez en que las poblaciones virales disminuyan a niveles en los que ya no representen un riesgo, muchas de las actividades de impacto (agricultura industrial con uso de plaguicidas, megaminiería y una cantidad de decisiones de alto impacto) se van a agudizar, no creo que se reduzcan porque muchos van a tratar de hacer lo que no pudieron hacer en esta época.»
«Yo creo que hay que estar preparado para el recrudecimiento de los impactos. Después de una época de descanso para los ecosistemas, creo que va a venir un contragolpe muy fuerte del sistema extractivo dominante» finalizó
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