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Entre Mate y Música Cordobesa presenta Calle Vapor y su nuevo disco «Homenaje a Buena Vista Social Club»

Surge en el 2006 en Córdoba, desde sus comienzos interpreta todo lo que te hace viajar por Latinoamérica, sus tradiciones y sus raíces. Recientemente y a pedido del público lanzaron un disco homenaje a Buena Vista Social Club.

Calle Vapor es un grupo de música que surge en el 2006 en Córdoba, desde sus comienzos interpreta todo lo que te hace viajar por Latinoamérica, sus tradiciones y sus raíces. Recientemente, y a pedido del público, lanzaron un disco homenaje a Buena Vista Social Club.

Ana Sued entrevistó a Fabricio Boretto para Entre Mate y Mate. Acá podés escuchar la nota

¿Cómo están viviendo la presentación del disco?

– Súper contentos, es un disco que no teníamos pensado producir. Es algo que se dio solo, la idea era hacer un show homenaje a Buena Vista. Hicimos cinco funciones a sala llena en un mes y medio en Studio Theater y luego viajamos con ese show a Río Tercero y Río Cuarto. Después de tantos shows sentimos que a la gente realmente le pasaban cosas con la propuesta, mas allá de todo lo que nos sucede a nosotros con Buena Vista Social Club. Tanto el disco de Buena Vista y la película son en parte responsables que Calle Vapor exista.

¿Imaginaban un poco de todo lo que están viviendo cuando empezaron la banda?

– Nunca nos imaginamos nada, no tuvimos un objetivo claro o una idea clara, sino una necesidad muy grande de hacer esta música y sobre todo de llevarla a la calle porque en sus comienzos Calle Vapor empezó siendo un formato bien callejero. Todas las semanas tocábamos en la peatonal de Córdoba, los fin de semana en el Paseo de las Artes. A nuestro comienzo lo tenemos bien registrado y siempre nos preguntamos cuándo podemos volver, de qué manera podemos llevar de nuevo nuestra música a la calle un rato. Sentimos que si este proyecto hubiera empezado de otra forma, todo sería muy distinto, sobre todo lo que nos sucede a nosotros con el público. Esto de estar en la calle y tocar para quién sabe y estar viendo gente que pasa con cara de preocupación, en la suya, se frenan cinco minutos y después se van con otra actitud fue un gran aprendizaje. Creemos que eso fue fundamental para que este proyecto perdure en el tiempo y para comprometernos en sostenerlo. En un comienzo, hace 17 años, nos atravesó esta música y nos encontramos con varias personas que sumaron a que esto se forme. Personas que venían viajando por Latinoamérica, un venezolano que nos presentó este instrumento que estoy tocando yo, que es el tres cubano.

No teníamos muy claro que podía llegar a suceder siendo una banda cordobesa, de cordobeses, al sur del mundo, haciendo una música latinoamericana. Hoy creo que hay una mixtura, Calle Vapor de a poco fue encontrando una sonoridad y una forma muy propia de decir las cosas. Cuando empezamos fue: queremos hacer esa música, nos atravesó ese folklore y se nos hizo muy propia.

Fabricio Boretto

Intentábamos reproducir lo mas respetuosamente la energía que sucede cuando suena esta música que nos alegra. Claramente a medida que pasaron los años y con todo lo que nos dio Calle Vapor, nos fuimos poniendo objetivos mas certeros u organizados. Al principio no había mucha especulación, si la intención de hacerlo bien y llevarlo lo mas lejos posible, pero nunca nos imaginamos que tantos años después íbamos a terminar haciendo una gira en México o grabando música para una película de la india. Así que mas que agradecidos.

¿Cómo se hace para convivir y trabajar siendo tantos músicos y músicas?

– Primero tratando de ocuparse de cierta armonía humana del grupo, aprender a mirarnos, escucharnos, entender las necesidades. Hubo una frase que nos dijo una persona a quien queremos y admiramos, cuando grabamos nuestro primer disco con una productora de acá llamada Latitud Sur. En una reunión en la productora hablábamos de esto y Gustavo Gutierrez nos dijo «yo lo único que les puedo decir o recomendar es que esto que no se trata de lo que cada uno quiera, sino lo que Calle Vapor necesita». A esto nosotros lo nombramos como «El Enano Vapor», un personaje que esta ahí al lado nuestro, dentro de este caminito que se va haciendo realmente con mucho compromiso, mucho amor. Van sucediendo muchas cosas, como en cualquier situación de la vida, donde no todo es tan romántico, tan color de rosa. Pero creo que nuestra convicción y lo que nos sucede en el momento en que tocamos con la devolución que tenemos de la gente, la cara, los cuerpos, las sonrisas, el video que nos llega de una mamá o un papá poniéndole la música a su bebé y que el bebé deje de llorar y cosas increíbles que nos pasan, es lo que hace que digamos «no hay dudas en lo que tenemos que hacer». Es tanto el amor que uno recibe que sabemos que es por acá. Pasan montones de cosas pero tenemos la certeza que esta música nos sana y mucha gente nos dice que les hace bien, entonces bueno, lo que va sucediendo se va resolviendo. Creo que la forma mas sana es poniéndole conciencia, amor, cometiendo un montón de errores y así vamos aprendiendo.

¿Cómo es que empezaron tocando en las calles de Córdoba y hoy están grabando para India?

– Vienen pasando muchas cosas desde por lo menos hace 7 años, por ejemplo un día nos llega un mensaje de Perú otro día un video de Colombia. Ni Instagram usábamos y nos llegaban al mail y al Facebook videos por ejemplo de personas bailando nuestra música en México o mails de productoras pidiendo material. Todo eso era medio raro pero ni nos dábamos cuenta de lo que significaba. Todavía no teníamos nuestra música en las plataformas. Nosotros no hacemos salsa pero hacemos una música que un poco es el origen de ella que es el son cubano, y nos siguen bailarines de salsa de realmente todo el mundo. Ayer vi videos de bailarines de Taiwan haciendo coreografías nuestras, la semana pasada de Vietnam y se fue haciendo cada vez mas periódico que entre bailarines y DJ’s del mundo de la salsa empezaron mucho a difundir nuestra música. Usándola para clases, coreografías, competencias y este de boca en boca fue creciendo junto a la tecnología de los tiempos que vivimos. Cuando empezamos hace 17 años era muy difícil acceder a la información de esta música, a los audios, empezamos a hacer música de Cuba de los años ’20, incluso nos cruzábamos con cubanos que nos decían «che pero y ustedes cómo conocen esto que ni nosotros lo conocemos». Era muy difícil acceder a ese material, al principio fue una investigación tremenda, yo quería tocar el tres y no tenía de donde sacar info. Entonces hoy lo que sucede es que se fue desparramando, empezamos a subir nuestra música, doce discos en total, con un par de ellos grabados en vivo, la mayoría son de estudio. Siempre fuimos una banda de muchos toques mensuales, varios shows por fin de semana. No nos daba el tiempo para muchas cosas entre ellas la de sentarnos a componer y la pandemia que nos metió en nuestras casas, nos dió el tiempo de poder procesar todo esto, lo que veníamos haciendo, lo que teníamos adentro y de hacer nuestras canciones. En esa época mas o menos grabamos tres discos, uno para las infancias llamado Curabichero, Semilla de Cumbia, y un álbum de canciones llevadas a un estilo bastante Calle Vapor que es «Árbol de la esperanza».

Este disco para nosotros ese fue un gran desafío porque siempre Calle Vapor abordó música bien latinoamericana, música cubana, en un momento se abrió a la música de Puerto Rico, Colombia y Árbol de la esperanza nos permitió abordar canciones de compositores argentinos, uruguayos, del Perú.

Cuando empezó este sonido mas propio y en el proceso de estar grabando se comunicó un DJ y productor de la India que era bastante oyente y difusor de nuestra música. Nos comentó que estaban filmando un película y que les interesaba mucho que seamos parte con la música. Terminaron mandándonos una poesía de ellos en una lengua antigua de India que se llama Telugu. Nos mandaron un audio de Whatssap con la fonética y la traducción del inglés que nosotros llevamos al castellano. Era una belleza de la India con toda su filosofía y cuando nos contaron sobre la peli mas nos dieron ganas de hacerlo, fue difícil pero a eso le terminamos poniendo música. A la gente de Bollywood de la india les interesó tanto la propuesta que grabamos hasta con bansuri y terminó siendo una música incidental de la película, una locura. Presentaron la peli y nuestra música terminó siendo parte de un álbum de la India. Hace unos meses se comunicaron con nosotros para invitarnos a la India, no solo a tocar sino también a dar talleres y tocar con otros músicos.

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Entrevista realizada en Una Radio Muchas Voces – Capilla del Monte.
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