El juicio por Joaquín Paredes y un final amargo: “no fueron todos”
Después de nueve horas de espera, se conoció la sentencia por el crimen de Joaquín Paredes. De los seis policías imputados, sólo fue condenado Maikel Mercedes López a prisión perpetua. Los otros cinco quedaron absueltos, y se acordó la suspensión de las restricciones impuestas provisionalmente.
Alrededor de las siete y cuarto de la noche, la Cámara en lo Criminal y Correccional de Cruz del Eje, integrada por jurados populares, resolvió por unanimidad condenar a prisión perpetua a Maikel Mercedes López por el delito de homicidio calificado, por haber sido cometido por un miembro de las fuerzas de seguridad, abusando de su función o cargo y homicidio agravado por ser cometido mediante el empleo de arma de fuego en concurso en perjuicio de Joaquín Paredes y homicidio calificado por haber sido cometido en abuso de sus funciones por un miembro de la fuerza policial en grado de tentativa reiterado.
Por otra parte, se acordó absolver por el beneficio de la duda al subcomisario Alberto Sosa Gallardo, por el delito de amenazas calificadas por el uso de arma de fuego. En oposición al pedido de la Fiscal de Cámara, Fabiana Pochettino, quien en su alegato había solicitado la prisión perpetua para los otros cuatro policías: Enzo Alvarado, Jorge Luis Gómez, Iván Luna -como coautor- y Ronald Fernández Aliendro, quedaron absueltos por el delito de partícipes necesarios y se ordenó suspender las restricciones impuestas provisionalmente.
Por último, se hizo lugar al pedido del asesor letrado, Juan Martín Illia, y se resolvió que se redacte, la sentencia y el veredicto, en un lenguaje claro destinado a la sociedad y especialmente a las víctimas y sus familias, “quienes tienen el derecho a conocer los motivos y razones de lo aquí resuelto”. Asimismo, se sugirió y recomendó a la Fiscalía de Instrucción, a la Fiscalía de Cámara, y a ambas asesorías letradas de Cruz del Eje, que adicionen en la actividad diaria, una perspectiva de infancia.
“El juicio ha terminado”, fueron las últimas palabras del presidente del tribunal. Nada se dijo de la violencia institucional que enmarcó un proceder histórico de la policía en la localidad, nada se dijo de la persecución y hostigamiento a los jóvenes, antes, durante y después de la muerte de Joaquín. Todo, quedó reservado en el “beneficio de la duda”.
La familia apenas puede levantarse de la sala. El corazón es un latido que duele. Saben, que, a pesar de todo, “no tienen fuerzas para rendirse y que la lucha sigue”.
El 7 de septiembre a las 12hs, se realizará la lectura de los fundamentos de la sentencia.
Escuchá la lectura de la sentencia:
