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25 de noviembre: “a las calles, ni un derecho menos, ni un ajuste más”

Hace 63 años las hermanas Mirabal, Patria, Minerva y María Teresa, eran asesinadas por la dictadura de Rafael Trujillo en República Dominicana. Un 25 de noviembre que quedó marcado para siempre en las luchas del mundo contra todas las violencias patriarcales. Hoy esta fecha las recuerda y hace urgente las demandas de una sociedad que necesita la unidad del movimiento de mujeres y disidencias para no entregar los derechos conquistados.

Este 25 de noviembre, día de lucha contra las violencias patriarcales, se convoca en el país ante un escenario diferente: la presidencia de Javier Milei. Después de su asunción, las amenazas hacia la oposición política, como al movimiento de mujeres y LGBTQ+, y organismos de derechos humanos, han tomado legitimidad en sectores de la sociedad civil que ejercen la violencia como práctica vincular para expresar el odio. Este contexto convoca a un 25N al grito colectivo de: “Ni un derecho menos, ni un ajuste más. A las calles contra la ultraderecha, los negacionistas y el FMI. Abajo el genocidio al pueblo palestino”.

Desde la Asamblea Ni Una Menos Córdoba, consideran que los resultados del balotaje del domingo 19 de noviembre, han otorgado el gobierno a las fuerzas contra las que históricamente han luchado. “Nos impulsan a ocupar las calles, con la certeza de que la única salida es a través de la lucha colectiva y con independencia de todos los gobiernos. La ultraderecha, el negacionismo y la política antiderechos asumirán el ejecutivo nacional el 10 de diciembre. La tarea que tienen es clara: atacar nuestros derechos, reprimir y profundizar el ajuste que viene sufriendo nuestro pueblo”.

De esta manera, convocan al conjunto de las organizaciones feministas, sociales, sindicales, estudiantiles, de derechos humanos y políticas a llenar las calles para fortalecer una política de organización colectiva ante la intención de recortar derechos y también avanzar con el ajuste del Fondo Monetario Internacional.

 “No van a intimidarnos con su oscurantismo y decimos claramente que entre quienes nos atacan y nuestros derechos, está la lucha y organización que supimos construir y queremos fortalecer; recuperando la coordinación y unidad en las acciones que hizo potente el grito de Ni Una Menos, que hizo poderosa a la marea verde”.

“Ni la tierra, ni nuestros cuerpos, son territorios de conquista”

Esta fecha, que invita a re pensar las formas de relacionarse, a visibilizar dónde hay violencia, a demostrar cuáles son las deudas históricas del Estado, tiene en la escala local al basural de Capilla del Monte como el lugar que evidencia la desidia política y la impunidad de la violencia.

Vecinos y vecinas, organizados durante semanas en asambleas para llevar adelante una solución al basural a cielo abierto, que está intoxicando la vida de la comunidad, también pusieron a la luz la falta de cuidado con uno de los lugares que deberían haber sido preservados por el Poder Judicial, para avanzar en la causa que investiga el femicidio de Cecilia Gisela Basaldúa. A tan sólo 600 metros de la vivienda que se quemó, apareció su cuerpo sin vida en el año 2020. Las posibles pruebas de ese inmueble y el terreno que lo circunda, corren el riesgo de desaparecer.

El entramado judicial, policial y político, vuelve a emerger en una de las tantas causas que conforman el engranaje de una sociedad donde las violencias, son inherentes en la mayoría de los ámbitos de la vida.  

Las hermanas Mirabal  y su legado

Fue en 1930 cuando el jefe de policía de la República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo, integró el golpe que destituyó al presidente constitucional Horacio Vásquez. Durante tres décadas, la dictadura de Trujillo marcaría con sangre a aquel país caribeño.

El régimen trujillista, apoyado por Estados Unidos, puso en marcha un sistema de represión y desapariciones, en el que fueron asesinadas unas 50.000 personas. A finales de la década del ’50, en un contexto de levantamientos sociales en América Latina, en Dominicana se creó un movimiento contra la dictadura de Trujillo, llamado “Agrupación política 14 de junio”. El nombre surgió por la expedición armada proveniente de Cuba que llegó a República Dominicana en dicha fecha.

Patria, Minerva y María Teresa, conocidas como “Las Mariposas”, estaban organizadas en  el movimiento clandestino de izquierda contra la dictadura de Trujillo. Fueron encarceladas y torturadas, como también sus maridos y el hijo mayor de Patria. En la cárcel las mujeres detenidas comenzaron a susurrar Larga Vida a las Mariposas. Era el murmullo de sus voces suaves que secreteaban un sentimiento de resistencia, una pulsión vital de la libertad.  

El 9 de agosto de 1960, Trujillo les otorgó la prisión domiciliaria, permitiéndoles salidas como ir a misa o visitar a sus esposos en la cárcel.  El 25 de noviembre de ese año, en Santo Domingo, cuando volvían de una de las visitas de la cárcel, el jeep en el que viajaban fue interceptado en el camino por el Servicio de Inteligencia Militar dominicano. Patria con 36 años, Minerva de 34 y María Teresa de 25 años, junto con Rufino de la Cruz, el chofer, fueron asesinadxs a golpes. Trujillo buscaba aniquilar cualquier intento de disidencia contra su régimen. Sin embargo, luego de este crimen la presión social contra su gobierno se incrementó. El 30 de mayo de 1961, una conspiración organizada por siete hombres que aparentaban ser parte del régimen, asesinaron al dictador.

“Convénzanse que las asesinaron”, les decía Dedé Mirabal a la policía, cuando fueron al lugar del hecho y vieron desde el barranco la escena del crimen, que el régimen de Trujillo intentó aparentar como un accidente. Bélgica Adela, conocida como Dedé, era la segunda de las cuatro hermanas. Fue quién creó el museo en memoria de ellas, como un símbolo de resistencia a la dictadura y de la libertad de su pueblo, que al día de hoy es visitado por numerosas escuelas. “Me siguen acompañando hasta en mis sueños”, había dicho en el año 2010 en el documental “Las Mariposas”. Dedé falleció en el 2014, habiendo dejado por siempre el legado de sus hermanas para toda la humanidad.

Patria, Minerva y María Teresa

En el año 1981 se realizó el primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en  Bogotá. Allí se estableció el 25 de noviembre como el Día de Lucha Contra La Violencia Hacia las Mujeres. «Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte», había dicho Minerva Mirabal, en medio de la dictadura trujillista. Han pasado cuatro décadas de aquella proclama y las mariposas se hicieron más fuertes. Cada año, mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries, se organizan y salen a las calles, alegres y rebeldes, denunciando las múltiples violencias patriarcales que aún se ejercen sobre los cuerpos territorios.

En Capilla del Monte, “no olvidamos”

Como cada año, el 25N también es un ejercicio de la memoria. Se vuelven a revisar números y estadísticas que nos hablan de las vidas que se sigue llevando la violencia patriarcal. Entre enero y octubre del año 2023, fueron 275 el total de víctimas de femicidios y transfemicidios.

Según el Observatorio de femicidios Adriana Marisel Zambrano, de la Casa del Encuentro, el 55% ocurrieron en los hogares de las víctimas y el 56% del total, fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas.

Maria Rosa Rossi, Mirta Horrach, Paula Taormina, Luciana Arenas, Sabrina Ochoa, Mariela Natalí, Cecilia Basaldua, Thiago Moyano, y el reciente femicidio de Sofía Kuljbickion son las vidas que faltan en Capilla del Monte y La Cumbre como consecuencia de la violencia machista.

Desde las organizaciones locales, el Movimiento Plurinacional disidente y feminista, viene denunciando la constante revictimización que se ejerce hacia quienes van hacer una denuncia a la comisaría. El destrato de las instituciones que deberían comprometerse por la seguridad de las personas que sobreviven a la violencia, es sintomático de lo que sucede muchas veces dentro del Poder Judicial.  Mujeres y niñas sufren en el circuito de instituciones que deben recorrer para pedir protección y justicia.

A su vez, la falta de un refugio para las víctimas de violencia, demuestra el desinterés del Estado local, a pesar de ser la localidad del interior cordobés con el mayor índice de violencia por motivos de género.

Hoy, más que nunca, las redes feministas y comunitarias siguen siendo el principal sostén que le va ganando terreno al patriarcado. “Esta es una oportunidad para construir de manera colectiva la agenda de lucha que queremos levantar y sus estrategias, -dicen desde la Asamblea NUM-, es el comienzo y una invitación a todas, todes y todos quienes crean que es nuestra responsabilidad como movimiento no entregar los derechos conquistados. ¡A las calles: ni un derecho menos, ni un ajuste más!”.

Acciones 25N Capilla del Monte:

Sábado 25: 17hs. Escalinatas de la Oficina de Turismo, calle Pueyrredón y Diagonal Buenos Aires. Marcha y Ronda de Palabra.

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